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martes, 19 de diciembre de 2017

La Estrategia de Seguridad Nacional de Trump gira en torno a America primero

Ve a China y Rusia como su competencia


Cuba y Venezuela, los enemigosantidemocráticos

El presidente estadunidense, Donald Trump, presentó ayer su Estrategia de Seguridad Nacional en el anfiteatro Ronald Reagan, en Washington

China y Rusia son percibidos como los grandes poderes en competencia con Estados Unidos para el control del mundo, en un regreso nostálgico por la guerra fría, la seguridad fronteriza es prioritaria para defender a la patria de casi todos los males en el extranjero, el cambio climático desaparece de la lista de amenazas, Irán y Corea del Norte son estados fuera de la ley, y Cuba y Venezuela siguen siendo enemigosantidemocráticos, todo esto bajo el mantra de “America es primero” que define la nueva Estrategia de Seguridad Nacional presentada este lunes por el gobierno de Donald Trump.

Esta tarde el presidente ofreció un discurso para acompañar la presentación de suestrategiaen la que criticó a sus antecesores: “nuestros líderes (…) perdieron de vista el destino de Estados Unidos, perdieron su creencia en la grandeza estadunidense (…) como resultado el pueblo perdió la confianza en su gobierno y eventualmente perdió la confianza en el futuro”.

Ante ello, Trump –en un discurso más de campaña que de presentación de política– proclamó:defenderemos nuestro país como nunca antes. Subrayó:con esta estrategia, estamos llamando por un nuevo despertar de Estados Unidos, un resurgimiento de la confianza y un renacimiento de patriotismo, prosperidad y orgullo.

Entre las prioridades inmediatas para defender a la patria de toda una amplia gama de amenazas resalta la necesidad de construir el muro fronterizo e imponer un nuevo sistema de control migratorio. Pero los países del continente americano sólo aparecen hasta el final del nuevo documento, y México jamás es mencionado.

La Estrategia de Seguridad Nacional, requerida por el Congreso, es el primer intento del gobernante de ofrecer una visión pública y definir unadoctrina Trumppara su política de seguridad y de relaciones exteriores.

Con tonos nostálgicos por la guerra fría, el documento ofrece una visión del mundo como una competencia entre Estados Unidos y lospoderes revisionistasChina y Rusia quedesean moldear un mundo antitético a los valores e intereses estadunidenses. Esos dos países, afirma el documento, buscan creareconomías menos libres y justas, incrementar sus fuerzas militares, controlar información y datos para reprimir a sus sociedades y ampliar su influencia.

Con ello, proclama quela competencia entre los grandes poderes está de regreso, rechazando explícitamente como un fracaso casi tres décadas de política exterior que supuestamente buscaba promover la cooperación multilateral de manera conjunta con estos poderes.

El documento gira en torno a “America primero”, una de las consignas de la campaña de Trump, y con ello reduce la importancia, y hasta descarta, los esfuerzos multilaterales en varios rubros como comercio, cambio climático e inmigración, entre otros. Argumenta que el centro de todo es ladefensa de la soberaníade Estados Unidos tanto frente a los enemigos como ante los aliados.

El documento afirma que la seguridad económica de Estados Unidos es cuestión de seguridad nacional, y bajo esta óptica exige que el terreno de la competencia económica seajusto. Pero también indica que la seguridad económica a veces se tiene que asegurar con el poder militar.

En la nueva estrategia, el cambio climático queda borrado de la lista de amenazas a la seguridad nacional, algo que se había resaltado en la última versión del documento en 2015, cuando el gobierno de Obama declaró el cambio climáticoamenaza urgente y creciente hacia nuestra seguridad nacional(posición que aún mantiene el Pentágono).

En la sección delhemisferio occidental, casi al final del documento, se afirma que estadosdemocráticosvinculados por valores e intereses económicos compartidos lograránreducir la violencia, el narcotráfico y la inmigración ilegal que amenazan nuestra seguridad común, y limitarán oportunidades de adversarios para operar desde áreas de proximidad a nosotros.

La región, asegura, está al bordede la prosperidad y la paz construidas sobre la democracia y el imperio de ley, todo con beneficios para Estados Unidos, aunque permanecen desafíos como las organizaciones criminales trasnacionales, queperpetúan la violencia y la corrupción y amenazan la estabilidad de estados centroamericanos.

En Venezuela y Cuba, gobiernos se aferran a modelos autoritarios de izquierda anacrónicos que continúan fallando a sus pueblos, denuncia, y advierte que Moscú continúa apoyando a susaliados cubanos radicalesy que Rusia y China apoyan a ladictaduraen Venezuela.

Proponeaislar a los gobiernos que rehúsan actuar como socios responsables en avanzar la paz y prosperidad hemisférica, agregando el deseo de ver a Cuba y Venezuela sumándose ala libertad y la prosperidad compartidadel resto del hemisferio. Afirma que Estados Unidos promoverá más reformas económicas basadas en ellibre mercadoy se continuarán apoyando esfuerzos para combatir la delincuencia.

En cuanto a Medio Oriente, el documento señala que durante generaciones el conflicto entre Israel y los palestinos se percibía como elirritanteprincipal a la paz en la región, perohoy, la amenaza de organizaciones yihadistas terroristas radicales y la proveniente de Irán están creando una realidad de que Israel no es la causa de los problemas de la región.

En la carta de introducción a su estrategia, Trump proclama que bajo su mando “el mundo entero es elevado por la renovación y resurgimiento del liderazgo estadunidense. Después de un año el mundo sabe que Estados Unidos es próspero… seguro y … fuerte”. (Para leer el documento).

Sin embargo, la opinión global desde que llegó Trump es justo la opuesta. Según la última encuesta del Centro de Investigación Pew sobre actitudes globales en 37 países, realizada en junio, el nivel de aprobación internacional de Estados Unidos se desplomó de 64 por ciento a finales del gobierno de Obama, a 49 por ciento sólo en los primeros meses de este gobierno; más aún, sólo 22 por ciento tiene confianza en las acciones de Trump en materia de política exterior. Los estadunidenses son aún más pesimistas: en otra encuesta de Pew más reciente, casi dos tercios de estadunidenses opinan que su país es menos respetado por otros que en el pasado.

Ap y Afp

Periódico La Jornada
Martes 19 de diciembre de 2017, p. 23

Nueva York.

Estados Unidos vetó este lunes una propuesta de resolución del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que fue aprobada por los otros 14 países miembros, en la que pide al presidente Donald Trump revocar su decisión unilateral de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel.

El voto en favor de la resolución propuesta por Egipto, de 14 de los 15 miembros del Consejo, entre ellos el de los integrantes permanentes del organismo, Rusia, China, Francia y Reino Unido, fue criticado por la embajadora estadunidense Nikki Haley.

Ningún país dirá a Estados Unidos dónde puede poner su embajada, subrayó la diplomática tras vetar la medida por tratarse deun insulto. Agregó que la resoluciónes un ejemplo de que la ONU hace más mal que bien en el conflicto palestino-israelí.

Aliados claves de Estados Unidos que integran el Consejo de Seguridad como Italia, Japón y Ucrania, votaron en favor de la propuesta al considerar que cualquier decisión sobre el estatuto de Jerusalénno tiene fuerza legal, es nula, carente de validez y debe ser revocada.

Egipto presentó un texto, avalado por Francia, que señala que el estatuto de la ciudadtiene que resolverse por la vía de la negociaciónentre Israel y los palestinos, sin mencionar explícitamente la polémica decisión de Trump.

El veto de Washington a la resolución era de esperarse, sin embargo, los partidarios árabes deseaban una votación para demostrar al mundo que varios países se oponen a la decisión de Trump.

La resolución incluía una petición a todos los países para abstenerse de abrir embajadas en Jerusalén, lo que refleja preocupación de que otros gobiernos respalden la iniciativa.

Foto Afp
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 19 de diciembre de 2017, p. 23
Nueva York.

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