Hoy comienza el juicio contra el ex dictador José Efraín Ríos Montt. Las miles de víctimas de tortura, asesinatos, violencia sexual y desapariciones forzadas acontecidas durante la época de la dictadura esperan justicia, a pesar de que se ha declarado al ex gobernante mentalmente incapacitado y esto ya ha afectado el resultado del proceso legal en su contra
Efraín Ríos Montt enfrenta cargos por la matanza de mil 771 indígenas
mayas durante su régimen (1982-1983), considerada la época más sangrienta
de la dictadura guatemalteca
"Este no es un tema de venganza. Los testigos han sido categóricos para
decir que estarán ahí para buscar justicia y que no se vuelvan a repetir
los hechos”Francisco Soto, director del Centro de Acción Legal
para los Derechos Humanos
La guerra civil en Guatemala duró más de 30 años y dejó alrededor de 200
mil muertos y desaparecidos
En
Guatemala, 14 ex militares han sido procesados – entre ellos el ex
dictador Efraín Ríos Montt - y acusados de participar en una serie de
crímenes de guerra ocurridos durante la dictadura militar (1960-1996) de
ese país.
Debido a la represión militar, en Guatemala se desató un guerra
interna después de que civiles mayas y ladinos formaran un movimiento de
izquierda contra el gobierno totalitario.
El Estado reaccionó a la insurgencia con una campaña militar
implacable, plagada de desapariciones forzadas, tortura, asesinatos y
una sistemática violación de los derechos humanos de los indígenas
chapines.
El genocida senil
Hoy un tribunal iniciará un juicio especial contra el ex dictador
Efraín Ríos Montt, específicamente por su involucramiento en una matanza
contra mayas–ixiles ocurrida entre 1982 y 1983.
Ríos Montt sufre trastornos mentales y no estará presente en la
Corte. El ex dictador había sido sentenciado a 80 años de prisión en
2013, pero la corte desechó la resolución debido a errores en el proceso
y ordenó realizar un nuevo juicio.
Han pasado casi tres años y ante una época de renovación en Guatemala
– el comediante Jimmy Morales asumirá la presidencia del país este
jueves – las circunstancias se han vuelto a acomodar para reabrir el
debate.
De acuerdo con Francisco Soto, director del Centro de Acción Legal
para los Derechos Humanos, los testigos están dispuestos a declarar de
nueva cuenta.
De ser condenado, el ex dictador Ríos Montt no iría a la cárcel
debido a su deteriorado estado de salud y tendría que pasar sus últimos
días recluido en un hospital o en su residencia.
Soto asegura que las pruebas son claras y las acusaciones de
genocidio contra el ex mandatario guatemalteco se volverán a comprobar
cabalmente.
Los otros villanos
La fiscalía guatemalteca anunció que se han detenido a 12 ex
militares, entre los que se encuentra, Byron Barrientos, un aliado y
entusiasta promotor del recién electo presidente Jimmy Morales.
Pero éste no es el único detenido con nexos en las altas esferas del
gobierno. El ex militar Benedicto Lucas García, arrestado por sospechas
de genocidio, es hermano del fallecido presidente Fernando Lucas que
gobernó al país entre 1978 y 1982.
También se encuentra detenido el general retirado Francisco Gordillo,
quién ayudó a que Efraín Ríos Montt se instalara en el poder en 1982.
El mundo observa
Los analistas aseguran que el juicio le permitirá a Guatemala reforzar su compromiso con los derechos humanos.
El juicio se llevará a cabo a puerta cerrada y sólo estarán presentes
los jueces, acusados (excepto Ríos Montt), abogados, testigos y
víctimas. Los medios de comunicación no podrán ingresar al recinto.
Amnistía Internacional expresó su deseo para que después de varias
décadas de impunidad en Guatemala se haga justicia a las miles de
víctimas de los horrendos crímenes cometidos bajo el mandato de Ríos
Montt.
Por su parte, los defensores del ex dictador difieren de la opinión
generalizada e insisten – como en el caso del fallecido Augusto Pinochet
en Chile – que este es un juicio con tintes meramente políticos.
“Este juicio es político. El tribunal lo que quiere es ganar
protagonismo porque si ya lo declaró incapaz, él ya no entiende alguna
imputación que se haga en su contra. Si es una sentencia condenatoria o
absolutoria, él ya no sabe”, declaró Jaime Hernández, abogado del
militar.
El abogado aseguró que su cliente permanece “acostado” en su
habitación bajo el cuidado de una enfermera sin poder mantener una
comunicación fluida, por lo que desde su punto de vista el juicio ya no
tiene razón de ser.
Para Hernández, la única intención de los jueces es mejorar la imagen
de Guatemala a nivel internacional sin ningún reparo por la
irrelevancia del juicio contra su cliente.
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