12 de junio de 2013, 11:09La
Paz, 12 jun (PL) A nueve días del inicio del Año Nuevo Aimara, Bolivia
se prepara para la gran fiesta cósmica del Inti Raymi, la Pascua del
Sol Naciente, el regreso de las energías de los ancestros con la
primera luz del solsticio de inverno.
Para este año, la gran
celebración por la vuelta del Padre Sol tendrá lugar en el salar de
Uyuni, en el sureño departamento de Potosí, donde está previsto la
celebración de un Taki Unkuy, un milenario rito identitario del retorno
de la religiosidad andina.
Según explicó en entrevista con Prensa Latina Cancio Mamami, jefe de la
Unidad de Antropología y Conocimientos Ancestrales del Viceministerio
de Descolonización, el festejo busca suscitar una mentalidad de
hermandad entre los pueblos, además de promover el salar, futuro
escenario del Rally Dakar en 2014, y el consumo de la quinua, el
milenario cereal andino.
"Será una procesión de las fuerzas
telúricas y cósmicas en ese escenario mágico que es el salar. Tendremos
la presencia de centenares de guías espirituales, y también un
espectáculo inolvidable, con la presencia de más de un centenar de
actores y actrices", comentó.
Resaltó además la importancia de
la celebración del Taki Unquy, una ceremonia practicada el pasado año
en la Isla del Sol, en el lago Titicaca, que constituye también un
movimiento cultural y de resistencia realizado desde los tiempos de la
Colonia por los indígenas del Tawantinsuyu, el territorio del imperio
incaico.
Mamani refirió que el 21 de junio, para la
religiosidad andina, es un día de reflexión y meditación, para caminar
los senderos de la sabiduría y hacer cambios para el mejoramiento
humano, promover la cooperación mutua, el respeto a la diferencia y la
armonía con la naturaleza.
Destacó además que la celebración
este año tendrá un carácter mítico peculiar, pues según los sabios y
astrólogos aimaras, el centro energético del mundo se ha desplazado
hacia los Andes.
"Vivimos un momento de particular
trascendencia para los pueblos andinos. Tenemos ahora la posibilidad de
gestionar desde aquí cambios sociales y ambientales hacia el paradigma
del buen vivir, nuestras deidades nos favorecen", consideró.
El
especialista calculó que más de dos millones de personas participarán
en los festejos públicos por el Año Nuevo Aimara en los casi 100 sitios
rituales o wakas donde se esperará la llegada del sol en todo el país.
"Cada comunidad conoce los lugares ancestrales donde se debe esperar el
solsticio. Pero esto es solo la muestra pública, en casi todas las
casas de Bolivia se celebra también una ceremonia íntima de respeto y
agradecimiento al Padre Sol y a la Madre Tierra", dijo.
Desde
la noche del jueves de la próxima semana, millones de personas se
concentrarán en sitios ancestrales de Bolivia para recibir, al amanecer
del viernes, los rayos renovadores del Nuevo Sol y del año 5521 de la
cosmovisión aimara, con la esperanza de obtener con él cambios y
energías para sus vidas, su país y el mundo.
lac/lio |
No hay comentarios:
Publicar un comentario