27 de junio de 2013, 11:23México,
27 jun (PL) La polémica sobre la reforma en Petróleos Mexicanos (Pemex)
con diversos matices adquiere hoy amplia repercusión local y promete
extenderse como centro del debate político nacional.
Ese recurso
natural fue nacionalizado el 18 de marzo de 1938 por el presidente
Lázaro Cárdenas y sobre ese fundamento constitucional nació la empresa
totalmente mexicana el 7 de junio de ese año.
El primero en intentar cambiar el artículo 27 de la Constitución en
materia de extracción, exploración y distribución de hidrocarburos, fue
el presidente Ernesto Zedillo, el 2 de febrero de 1999.
Esa
propuesta del mandatario perteneciente al Partido Revolucionario
Institucional (PRI) fue "otorgar permisos o concesiones" para producir
electricidad, la cual se presentó al Senado, donde fue rechazada.
El exgobernante por el Partido Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón,
en el 2008, también trató de hacer concesiones en tal sentido al
capital foráneo, pero el movimiento popular coartó sus pretensiones.
Ahora el presidente Enrique Peña Nieto (PRI) impulsa una nueva
iniciativa de reforma energética ante la supuesta ineficiencia de esa
industria, la cual, dijo, se elaborará junto con los integrantes del
Pacto por México.
Dicha alianza, firmada el 2 de diciembre de
2012, será examinada en el próximo período legislativo que se inicia el
1 de septiembre y reúne 95 acuerdos entre las principales fuerzas
políticas de la nación y el Gobierno.
En el documento
constitutivo de ese Pacto se expresa que "los hidrocarburos seguirán
siendo propiedad de la Nación", pero agrega que "se realizarán reformas
para crear un entorno de competencia� sin privatizar las
instalaciones".
Peña Nieto dijo el 19 de junio que busca una
ampliación de la capacidad de Pemex y aunque reiteró que "no se trata
de privatizar" levantó suspicacias entre diversos sectores políticos
que desconfían de esa reforma.
Hasta ahora las afirmaciones
coinciden en que los recursos energéticos son propiedad absoluta de la
nación, pero el debate gira en torno a expresiones como "apertura" e
"inversiones", que pudieran esconder objetivos privatizadores.
Varias entidades piden al gobierno aclarar sus ideas e instan a otros
líderes políticos a hacer sus propuestas; y a los que defienden
cambios, definir en qué sentido, en qué campos y por qué razones
quieren hacerlos.
El líder del Partido de la Revolución
Democrática (PRD), Jesús Zambrano, manifestó estar a favor de
modernizar la petrolera, pero sin privatización, para que recupere su
papel como impulsora del crecimiento nacional.
El PRD es el
único partido con una iniciativa al respecto y establece que no hace
falta cambiar artículos constitucionales, sino reformar 12 leyes y
expedir otra para el tratamiento de los excedentes petroleros.
La iniciativa perredista, elaborada por el ingeniero Cuauhtémoc
Cárdenas -hijo de Lázaro-, gira sobre ocho ejes que van desde el
régimen fiscal, pasando por la autonomía de gestión y presupuestal,
hasta el fortalecimiento de instancias federales.
Por su parte,
el titular del Movimiento de Regeneración Nacional, Andrés Manuel López
Obrador, llamó al gobierno a combatir la corrupción en Pemex en lugar
de pensar en privatizarla.
El vice coordinador de Movimiento
Ciudadano, Ricardo Mejía, señaló que su bancada rechazará una reforma
energética que intente poner en manos de empresas privadas lo que
pertenece a la nación.
También el jefe de Gobierno del Distrito
Federal, Miguel Ángel Mancera, en una entrevista publicada por el
diario La Jornada, precisó que antes de pensar en reformar la carta
magna, primero deben agotarse todos los mecanismos.
Observó que
la mayor parte de las ganancias de la paraestatal van a carga fiscal y
no hay empresa que lo resista y precisó que la entidad paga al fisco el
70 por ciento de sus ingresos y entrega cada año unos 70 mil millones
de dólares.
Cuauhtémoc Cárdenas dijo que Pemex aporta al
gobierno entre 35 y 40 por ciento de los recursos fiscales, "por tanto
no veo quien quiera deshacerse de la gallina de los huevos de oro, e
incluso habría que ver cuánto valdría una pata |
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