Washington, 19 jun (PL) La aprobación de una ley de seguridad fronteriza conocida como SAFE representa hoy un serio obstáculo a los esfuerzos de quienes en el Congreso estadounidense intentan aprobar una reforma migratoria integral.
Entrada la noche del martes, el Comité Judicial de la Cámara de Representantes aprobó por 25 contra 15 una iniciativa que considera como un crimen federal, no una falta civil, permanecer en Estados Unidos sin autorización.
La norma, que pasará próximamente al pleno de la Cámara, daría además a las autoridades estatales y municipales el poder de aplicar las leyes de inmigración federales, algo que hasta ahora fue atributo del gobierno en Washington.
El análisis de la reforma en el Congreso reitera los profundos desacuerdos entre demócratas y republicanos a la hora de legislar para arreglar una legislación que la inmensa mayoría de los estadounidenses califican de rota y que no responde a las necesidades del país.
Los republicanos, que son mayoría en la Cámara Baja, dicen que la iniciativa se necesita para asegurar la aplicación de la ley, una tradicional prédica que aspira a restar poder a la Casa Blanca.
Mientras, los demócratas manifestaron alarma ante el paso dado y señalan que el movimiento de los republicanos es "peligroso y decepcionante", cuando se aprecian algunos avances en el Senado en la consideración de un proyecto bipartidista.
El hecho de que la propuesta SAFE, presentada por el republicano Trey Gowdy, criminalice la inmigración ilegal y permita a agentes de la policía estatal comprobar el estatuto migratorio de una persona afectará las posibilidades de recibir el apoyo de los demócratas en la Cámara baja, estiman fuentes legislativas.
Algunas señalan que los representantes tratan de endurecer sus posiciones para evitar verse comprometidos con un movimiento bipartidista que en el Senado avanza un proyecto de reforma integral de las leyes migratorias.
El presidente del Comité Judicial de la Cámara, el republicano Robert Goodlatte, al referirse a la primera iniciativa votada en esa instancia indicó que una reforma migratoria real necesita tener mecanismos que garanticen que la Casa Blanca no puede simplemente ignorar la aplicación de las leyes en esa materia.
En consonancia con esta decisión, el presidente de la Cámara, el republicano John Boehner, dijo en rueda de prensa que por ahora el proyecto en el Senado es débil en materia de seguridad en la frontera.
Mientras, el demócrata por Michigan, John Conyers, opinó que criminalizar a los inmigrantes impulsa la discriminación racial generalizada.
Este miércoles la Cámara baja debe considerar otro plan referido a los trabajadores temporales.
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