Las unidades de las fuerzas especiales e infantería de Marina
tendrán un plazo de 6 meses para iniciar el desalojo de sus
instalaciones de zonas donde se asientan los pueblos jiw y nukak en los
departamentos del Meta y Guaviare.
La Radio del Sur/Prensa Latina
La Corte Constitucional colombiana ordenó al Ministerio de Defensa
retirar las unidades militares del resguardo indígena de los pueblos jiw
y nukak en los departamentos del Meta y Guaviare, centro y norte del
país, respectivamente.
En el auto 173 de 2012, dictado en las últimas horas -que toma
medidas cautelares urgentes para la protección de los derechos humanos
de ambas etnias- se ordena también la devolución de ese territorio
colectivo a quienes pertenece.
Las unidades de las fuerzas especiales e infantería de Marina tendrán
un plazo de 6 meses para iniciar el desalojo de sus instalaciones.
Durante ese proceso, deben estar acompañados, de forma permanente,
por la Defensoría del Pueblo y la oficial del Alto Comisionado Nacional
de Naciones Unidas para refugiados.
El auto constitucional advierte, además, que la comunidad nukak se
halla en riesgo de extinción por el desplazamiento y crudeza del
conflicto armado en el Meta y Guaviare.
Paralelo a la salida de la base militar, la Corte ordena a todas las
entidades estatales adoptar cuantos planes de emergencia sean necesarios
para evitar la desaparición de esas poblaciones autóctonas.
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, señaló que si bien el
gobierno acata el dictamen de la Corte, se presentarán todas las
acciones legales posibles para evitar la salida de los soldados del sur
del Guaviare. Hay que encontrar la manera de favorecer a las comunidades
indígenas sin afectar la seguridad del país, declaró.
RO
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