PG/La Radio del Sur
El Pentágono descartó este lunes implementar una corte marcial o
presentar cargo criminales, contra los tres efectivos que orinaron el
27 de julio de 2011 sobre cadáveres de combatientes afganos.
Los soldados del Tercer Batallón de Francotiradores con base en la
unidad Camp Lejeune, de North Carolina, recibirán solo una amonestación
disciplinaria sin implicaciones judiciales, explicó el vocero y general
Richard Mills.
El incidente se convirtió en un escándalo internacional cuando fue
subido a Internet un video sobre los hechos acontecidos en el distrito
Musa Qala, provincia Helmand, en el sur de Afganistán.
Mills agregó que el Departamento de Defensa se acogió al derecho de
no identificar por nombres a los militares acusados, y tampoco revelará
las implicaciones administrativas que acarrean los castigos enunciados.
El Pentágono ordenó el mismo nivel de reprimenda contra seis soldados del ejército que quemaron libros del Corán.
En marzo último el sargento estadounidense Robert Bales, del tercer
regimiento de infantería, irrumpió en la noche de un domingo en varios
hogares en la provincia de Kandahar y mató a 16 civiles, la mayoría
mujeres y niños.
La masacre elevó las tensiones políticas entre Washington y Kabul
porque sucedió menos de un mes después que tropas norteamericanas
incineraran ejemplares del Corán, considerado por los musulmanes como
un texto sagrado.
En aquel momento, el gobierno de Hamid Karzai criticó a la Casa
Blanca por no cooperar con las investigaciones y demandó a su homólogo
Barack Obama que Bales fuera enviado al país levantino para que ser
debidamente encausado.
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