El aire acondicionado para las tropas estadounidenses desplegadas en Irak y Afganistán supone un coste de 20.200 millones de dólares al año, unos 14.150 millones de euros, más del doble del presupuesto de la NASA, según ha revelado un general retirado.
Esta cifra deriva de los gastos en aparatos de aire acondicionado acoplados a tiendas a menudo individuales y también del transporte del gas de estos dispositivos hasta lugares remotos como Kandahar, en el sur de Afganistán.
“Cuando estimas el coste de llevar combustible a algunos de los lugares más recónditos del mundo, los costes de escolta, mando y control, asistencia sanitaria, todo el coste en infraestructura,… Suma más de 20.000 millones”, ha afirmado el general de brigada retirado Steven Anderson en declaraciones a la radio pública estadounidense, NPR. Anderson fue el jefe de logística para Irak del general David Petraeus, ahora comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán.
Cada litro de gas licuado que se emplea en los aparatos de aire acondicionado de Afganistán primero debe ser transportado por aire a Karachi, en Pakistán, desde donde debe recorrer hasta 1.200 kilómetros por carretera en convoyes hasta las bases y puestos avanzados más remotos, un trayecto que puede durar hasta 18 días.
Además del coste económico habría que estimar el coste en vidas, ya que, según Anderson, más de un millar de soldados estadounidenses han muerto defendiendo los convoyes de combustible. Por eso defendió cambios en las tiendas de campaña para hacerlas más eficientes energéticamente para ahorrar dinero y salvar vidas.
Esta dependencia del combustible, según Anderson, supone también un lastre para la rapidez de las operaciones militares. Un comandante en Afganistán le relató a Anderson que “tiene que interrumpir sus operaciones de combate durante dos días cada dos semanas para retroceder y reabastecerse” de gas para el aire acondicionado. “Cuando se marchaba, el enemigo lo sabía y regresaba al punto en el que estaban antes. Entonces tenía que volver a empezar la operación contrainsurgente desde la casilla uno”, ha relatado.
La administración Obama está recibiendo numerosas críticas por el elevado coste de las guerras de Iraq y Afganistán en un momento en que el país trata de recuperarse de la crisis económica de 2008. Ambas misiones han costado, desde el inicio de la batalla contra los talibán en 2001, 900.000 millones de euros a las arcas de la Casa Blanca. Sólo la contienda afgana supone este año la sexta parte del PIB estadounidense. Unas cifras que incomodan tanto a la oposición como al propio Gobierno, que está impaciente por cerrar ambos frentes ahora que su enemigo público número uno, Bin Laden, ha sido eliminado.
La semana pasada el presidente Obama anunció que para septiembre de 2012, justo antes de las elecciones presidenciales, retirará a 33.000 de los 100.000 soldados estadounidenses de Afganistán, tal vez esto rebaje, como mínimo, la factura del aire acondicionado.
(Con información de EP)
No hay comentarios:
Publicar un comentario