La ilusión del escudo antimisiles 2/3
Del combate contra «Imperio del Mal» a la lucha contra el «Eje del Mal»
por Nicolas Ténèze*
¿Pueden el dinero y las tecnologías más sofisticadas garantizar la victoria militar? En todo caso, eso es lo que creyeron Estados Unidos e Israel con sus proyectos de misiles antimisiles. Pero mientras más sofisticado es el interceptor menor resulta ser su eficacia frente a las armas rudimentarias. En esta segunda parte de su estudio, Nicolas Teneze hace un balance de los resultados, muy poco gloriosos, de los artefactos más caros del mundo.
Este artículo es la continuación de «El escudo de la invencibilidad»
- Phased Array Tracking Radar Intercept On Target (PATRIOT).
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Un proyecto binacional de escudo con financiamiento estadounidense
Estos principios precursores conducen al programa Phased Array Tracking Radar Intercept On Target, más conocido bajo el acrónimo Patriot, denominación conmemorativa por el bicentenario de la independencia de los Estados Unidos (1976).
El estudio del Patriot Advanced Capability (PAC), antimisil de teatro, tiene lugar durante los años 1970 y su producción comienza en 1980 en los arsenales de Redstone, en Huntsville (Alabama) [1]. El misil “asesino” que forma parte de este sistema se diseña para evolucionar a mach 5 y para que explote contra o cerca del misil enemigo.
Teóricamente, su radar es capaz de seguir 100 pistas de forma simultánea y de emprender acciones contra 8 de ellas a la vez, pero sólo puede guiar 3 misiles al mismo tiempo. Con un diámetro de 40,6 centímetros, un largo de 5,31 metros y una tonelada de peso, es efectivo a una distancia de 60 kilómetros y a una altura máxima de 24 kilómetros. El sistema funciona con ayuda de aviones Awacs y de satélites DSP de alerta temprana. Cada radar se encuentra a un kilómetro de distancia para reducir la vulnerabilidad del conjunto ante un posible contragolpe.
El 23 de marzo de 1983, la Iniciativa de Defensa Estratégica (IDS) oficializa la voluntad de lograr que las armas de destrucción masiva se conviertan en «impotentes y obsoletas» y de protegerse de un posible «primer golpe». En enero de 1984, se crea la Organización para la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDIO, siglas en inglés), bajo el mando del teniente general de la US Air Force James Abrahamson.
Además de las razones anteriormente mencionadas, Israel es incluido en las investigaciones ya que se encuentra dentro del radio de acción de los misiles de alcance medio y corto de los ejércitos árabes, como los Frog y los Scud. Los Estados árabes musulmanes han invertido en misiles balísticos estratégicos para contrarrestar el poderío aéreo y terrestre de Tsahal [Denominación de las fuerzas armadas israelíes.NdT.].
Este tipo de misiles resultaba más económico y exigía menos cuidados y menos entrenamiento que los aviones, siendo además estos últimos más vulnerables. Varios Scud y Frog fueron utilizados durante la guerra del Kipur.
Israel tiene también que protegerse de los misiles balísticos soviéticos, que apuntan esencialmente contra Tel Aviv, Haifa, Ashdod y Bersheba [2]. Por otro lado, como el programa PAC contradice lo estipulado en el tratado ABM, Washington subcontrata parte de ese programa a Israel (que no es firmante de ese tratado).
Por otra parte, el Estado hebreo quiere una versión más adaptada a sus propios deseos ya que el misil enemigo vendrá probablemente de un país limítrofe o cercano a su territorio. La duración de su vuelo será por consiguiente más corta, lo cual hace más difíciles su detección e intercepción. Para la versión nacional [israelí], los misiles que fabrica IAI (División MLM) [Las siglas IAI designan a la empresa Israel Aeroespace Industries. NdT.] rechazan la intercepción directa sobre el territorio israelí y optan por la destrucción [del misil atacante] durante su fase de ascenso ya que después de su reingreso a la atmósfera el misil desciende a muy alta velocidad, haciéndose así muy difícil de destruir. Tel Aviv decide desarrollar el ATBM AWS Arrow, también llamado en hebreo «Hetz» (flecha). Abrahamson acepta que IAI lo produzca, aunque Estados Unidos, que carga en lo esencial con el costo del programa, exige como compensación que la fabricación del 35% de los componentes esté en manos de Boeing [3].
Es de esa manera como, después de haber declarado operacional el Patriot, en abril de 1985, Tel Aviv y Washington firman un acuerdo secreto el 6 de mayo de 1986. El presupuesto previsional para el escudo en su conjunto se eleva a 1 000 millones de dólares al año, cifra que incluye 200 millones destinados al Pac y el Hetz [4]. En junio de 1988 se entrega un adelanto de 158 millones. Este acuerdo permite salvar IAI de la quiebra.
El secretario de Defensa Franck Carlucci promete que Estados Unidos asumirá el 80% del costo de la versión israelí, incluido en las subvenciones anuales de la asistencia militar a Israel, que en definitiva no desembolsa gran cosa. En definitiva, esto resulta más costoso aun para Estados Unidos, pero representa al menos trabajo para algunas de sus grandes empresas.
En noviembre de 1987, un Patriot logra interceptar en el cielo de Nuevo México otro Pac que simula el perfil de un SS-23 soviético. En 1988, comienza la fabricación del Hetz. El 9 de agosto de 1990, después de dos años de ensayos de motor, IAI realiza un primer ensayo con el Arrow al sur de Tel Aviv. El balance de los años 1980 es poco fructífero. De 14 intentos de intercepción realizados con el Patriot o el Arrow sólo 4 se terminan con éxito, y eso en condiciones muy artificiales.
La versión mejorada designada como Pac-2 entra entonces en producción. Para rentabilizar el proyecto, se recurre a Taiwán, Corea del Sur y Japón, igualmente interesados en la amenaza balística. Varios Estados europeos adquieren misiles antibalísticos en el marco de la OTAN. Pero se abre un compás de espera con el SDIO –que trabaja en el otoño de 1987 en el desarrollo del Strategic Defense System (SDS) con interceptores en tierra y en el espacio. En efecto, ese sistema no parece capaz de enfrentar la aparición de las nuevas armas antisatélites de la URSS, que tienen la posibilidad de cegarlo parcialmente. En 1990, el nuevo interceptor hit-to-kill nombrado Brilliant Pebbles mantiene las características del escudo, pero reduce considerablemente sus ambiciones.
Lecciones de la guerra del Golfo: el estruendoso fracaso de los Patriot
La guerra del Golfo reactualiza la necesidad de antimisiles, que se habían hecho inútiles con el fin de la guerra fría. Como su nombre lo indica, el objetivo de la operación Escudo del Desierto es proteger a los países amenazados. Es la primera vez que el Estado hebreo se ve expuesto a golpes balísticos de envergadura, lo cual explica la relativa falta de preparación de su fuerza aérea [5].
En efecto, en enero de 1991, Irak dispara contra Arabia Saudita, Bahrein, Israel y Qatar entre 81 y 92 misiles, entre ellos 43 Scud-B mejorados (del tipo Al-Hussein). El 18 de enero, Israel recibe la primera andanada. Entre 35 y 44 misiles serán lanzados, entre ellos 8 sobre la región de Haifa, 24 sobre Tel Aviv y 6 en el desierto de Neguev. Pero el Arrow no está listo todavía y la defensa balística estará por lo tanto a cargo de los Pac-1 Pac-1 y 2 [6], a pesar de que inicialmente el proyecto Homa, creado en los años 1980 para proteger Israel, asocia el Pac y el Arrow.
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