Entrevista a Gleisi Hoffmann, presidenta del PT
Contexto
La presidente del PT
habló sobre el triunfo del ultraderechista Bolsonaro, la designación del
juez Moro como ministro de Justicia de Brasil y sobre el futuro del
gigante suramericano. Hoffmann aseguró que “el juicio a Lula tiene que
ser anulado. Lula debe tener el derecho a juicio justo” y remarcó que
este es “el peor momento” de la democracia brasilera.
En 2016
Brasil sufrió un golpe parlamentario que puso fin al gobierno de Dilma
Rousseff e instaló como presidente de facto a Michel Temer, denunciado
por WikiLeaks como uno de los informantes del servicio de la Embajada de
Estados Unidos.
El golpista dio un giro de 180 grados respecto
de las políticas que habían sido refrendadas por el voto popular e
impuso un programa neoliberal. Luego definió la intervención militar del
estado de Rio de Janeiro, y en ese marco se produjo el asesinato de la
concejala Marielle Franco.
Tras el golpe contra Dilma Rousseff
se desató una persecución mediático-judicial contra el Partido de los
Trabajadores (PT) y contra su máximo referente, el expresidente Luiz
Inácio “Lula” da Silva.
El juez Sergio Moro, vinculado al
Departamento de Estado norteamericano, al multimedia Rede Globo y a los
poderes económicos y financieros, condenó sin pruebas al exmandatario.
La proscripción de Lula, sumada a una campaña de desinformación y
noticias falsa que circularon por WhatsApp, permitieron que el líder
ulltraderechista Jair Bolsonaro se imponga en la segunda vuelta
electoral y se convierta en el nuevo presidente de Brasil.
Bolsonaro asumirá el 1º de enero, pero ya anunció que su ministro de
Justicia será el juez que condenó y generó la proscripción de Lula da
Silva.
Para analizar estos hechos y entender cuál será el futuro del gigante suramericano, Contexto
entrevistó a la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, quien aseguró que
es el peor momento de la democracia brasilera y que “ahora debemos
reorganizarnos, conversar con el pueblo, construir una fuerza social y
política que pueda influir en las decisiones del Congreso Nacional y,
así, parar los retrocesos”.
- ¿Qué representa el triunfo de Bolsonaro?
- El triunfo de Bolsonaro representa un retroceso para la democracia
brasilera, para los derechos sociales y para los derechos humanos del
pueblo brasilero. Bolsonaro es un candidato de los militares, ellos lo
apoyaron durante toda la campaña. No hay dudas de que esta va a ser una
etapa de retroceso de todo el sistema democrático, de los derechos
sociales conquistados. El gobierno de Bolsonaro va a ser
ultraneoliberal.
- ¿Qué implica que Bolsonaro haya elegido al juez Sergio Moro como ministro de Justicia de su futuro gobierno?
-
No sólo Bolsonaro convocó al juez Sergio Moro a ser ministro de
Justicia, para el espanto de todos, Moro aceptó. Eso mostró cuán
tendencioso fue el juicio y la condena del presidente Lula. Sergio Moro
es el responsable de retirar a Lula de la disputa electoral y hacer que
Bolsonaro gane la elección. El juicio a Lula tiene que ser anulado. Lula
debe tener el derecho a juicio justo.
- ¿Cree que
el ataque de los medios y el Poder Judicial (lawfare) contra Lula tiene
puntos de contacto con el ataque que se lleva adelante contra Cristina
Fernández de Kirchner en Argentina?
- No
tengo dudas de que hay puntos de contacto entre el ataque contra Lula y
el ataque contra Cristina Kirchner. Es un nuevo modo de los golpes en
América Latina. Los nuevos golpes no usan más las bayonetas, usan al
Poder Judicial.
- ¿Cuál ha sido el rol de la Rede Globo en todo este proceso?
-
El papel de la Rede Globo fue el de construir las relaciones públicas
del proceso del golpe, para la destitución de Dilma, para la prisión a
Lula y, ahora, para la viabilización del gobierno de Bolsonaro.
- Henry Kissinger dijo alguna vez que “hacia donde se incline Brasil,
se inclinará toda América Latina”. ¿Los intereses de Estados Unidos
tuvieron que ver en este ataque al PT y a la democracia de Brasil?
-
No tengo dudas. El presidente norteamericano fue uno de los primeros en
festejar la elección de Bolsonaro y le hizo grandes elogios. Estados
Unidos tiene interés en nuestro petróleo y en nuestra economía. No tengo
dudas de que en todo este proceso estuvieron metidas las manos de los
norteamericanos. Incluso Steven Bannon, que fue asesor de Donald Trump,
también fue asesor en la campaña de Bolsonaro.
- Teniendo en
cuenta el golpe contra Dilma Rousseff, el encarcelamiento y
proscripción de Lula, la intervención militar, el triunfo de un
fascista. ¿Todos estos momentos componen el peor momento de la
democracia de Brasil?
- Luego de la
dictadura tuvimos el período más largo de democracia. Más de treinta
años. Pero, sin dudas, este es el peor momento de nuestra reciente
democracia. Ahora debemos reorganizarnos, conversar con el pueblo,
construir una fuerza social y política que pueda influir en las
decisiones del Congreso Nacional y, así, parar los retrocesos.
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