Pedro Echeverría V.
1. Pienso que cuando al fin el presidente Donald Trump ordene desde
EEUU destruir a Corea del Norte, en ese mismo instante los coreanos
estarán apretando el botón para que un par de misiles salgan con destino
a Washington y Nueva York para desaparecer la Casa Blanca, el
Pentágono, el Capitolio y el complejo bancario de quienes dominan la
economía mundial. Parece que al fin los norcoreanos -cansados de
amenazas y bloqueos- han logrado sus objetivos: no sólo apuntar a los
aliados yanquis Surcorea, Hawái y Japón, sino que esencialmente sus
misiles ya puedan alcanzar sus objetivos básicos: al gran país de las
guerras y las bombas nucleares. Por ello Mao tuvo la razón: “Para luchar
por el desarme general hay que armarse para que nos hagan caso”.
2. ¿Será que los yanquis ya no puedan intervenir como lo hacían antes
(multitud de veces) porque existe ya un fuerte contrapeso integrado por
Rusia, China y, en parte, Europa? Parece que Trump no es tan tonto como
se cree; si lo fuera se pasaría retando a los países fuertes, pero no
lo hace. Amenaza a Corea (28 millones de habitantes) y a Venezuela (33
millones) porque sabe que son países relativamente pequeños, aunque con
fuerte apoyo en su zona; no se ha atrevido a avanzar porque sabe que le
podría salir más caro políticamente. ¿Puede olvidarse que aparte de
Irak, Afganistán, Yugoslavia, también han intervenido los EEUU en todos o
casi todos los países del continente americano durante el siglo XX,
sobre todo después de la II Guerra Mundial?
3. Hace 50 años leí al científico pacifista Linus Pauling en aquella
vieja, pero muy valiosa revista “Política” dirigida en los sesenta por
Marcué Pardiñas. Recordando, Pauling decía algo así: Con el inmenso
desarrollo de las armas, sobre todo de las armas nucleares, ya resulta
casi imposible desatar una guerra porque hasta los que arrojen las
bombas morirían; sólo habrán guerras limitadas. Sin embargo no se puede
olvidar aquella gigantesca masacre ordenada por el presidente Bush
(padre) en 1990 contra Irak, encabezando a 34 países de la ONU. Fue
llamada la Primera Guerra del Golfo y buscaba asesinar a Bin Laden. La
segunda Guerra del Golfo contra Irak la ordenó Bush (hijo) en marzo de
2003.
4. A partir de 2002, con el ejemplo de los bombardeos a las llamadas
Torres Gemelas de Nueva York se pudo ver que el territorio de los EEUU
también era bombardeable. Si los mismos yanquis prepararon e hicieron el
atentado contra las torres, es decir, si la CIA, el Departamento de
Estado, el mismo presidente Bush, organizaron el autoatentado para luego
justificar invasiones a Afganistán e Irak, pues no se puede hablar de
experiencia externa; pero si los bombardeos fueron organizados fuera,
entonces hay una magnífica experiencia que cualquier día puede
repetirse. Como se quiera ver: EEUU es una país con cientos de miles o
millones de asesinatos en el mundo y nadie podrá olvidarlo. Lo malo en
estos casos es que los habitantes que no son culpables sufran las
consecuencias de los males de su gobierno asesino.
5. Corea del Norte, así como Venezuela, y Cuba en otros tiempos, han
tenido que cargar todas las calumnias de las agencias y medios de
información al servicio de los EEUU. Los grupos de gran poder presentan
sus interpretaciones llenas de mentiras y calumnias como si fueran la
verdad y así se la entregan a las audiencias, al pueblo, con el fin de
presentar a los grandes capitalistas como pacifistas y a los luchadores
sociales como terroristas. Por ello tenemos la obligación de
concientizar a nuestro pueblo mediante la demostración de los intereses
guerreristas que defienden los explotadores encabezados por los EEUU por
un lado; por otro también demostrar que los luchadores sociales, los
izquierdistas, los anarquistas, siempre se han sumado a las luchas de
los trabajadores. (1/XII/17)
alterar26@gmail.com
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