Una advertencia siniestra
Mondoweiss
Traducido del inglés para Rebelión por J. M. |
Netanyahu y Trump en el hotel Lotte New York Palace en Madison Avenue
En una peligrosa escalada, Israel atacó anoche
una base militar cerca de la capital de Siria, Damasco, utilizando
aviones de guerra y misiles tierra-tierra. Fuentes de noticias en Siria
dijeron que el objetivo era una instalación iraní cerca de Al-Kiswa, a
siete millas al sur de la ciudad.
Este ataque -los funcionarios
israelíes declinaron comentar- es solo la última señal amenazadora de
Israel de que la impía alianza de Donald Trump, Benjamin Netanyahu y el
príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, podría estar planeando expandir grandemente la guerra en el Medio Oriente, apuntando a Hezbollah en Líbano y su aliado y mecenas, Irán.
El veterano periodista Larry Derfner informa desde Israel de que "todos
aquí sienten que se avecina la guerra". Y agrega: "Israel pronuncia
muchas palabras duras y los saudíes estarían encantados de que Israel
luchase en una guerra por sus intereses y la tensión es muy alta". "Todo
esto está en las noticias todo el tiempo". Derfner no cree que
Hezbollah o Irán inicien el conflicto, "porque saben que resultarán
aplastados". Explica: "El único que veo comenzar es a Israel, porque
Israel es fuerte y paranoico".
Bradley Burston, un respetado columnista del periódico israelí Haaretz, tampoco podría haber sido más claro el otro día. Su artículo de opinión
tenía el título: "Netanyahu necesita una guerra". La necesita para
enfrentarse a Irán. Y la necesita pronto". Burston argumenta que
Netanyahu tiene varias razones egoístas para querer un conflicto:
1) La realidad política israelí se está volviendo contra él. "Ahora está desesperado porque está perdiendo terreno rápidamente en las últimas encuestas de opinión".2) Ve que pronto estará fuera del poder y está "obsesionado por su lugar en la historia". Burston escribe: "Netanyahu todavía no tiene más legado que el número de todos esos años en el poder".3) Netanyahu también puede provocar una guerra para distraer las investigaciones sobre su corrupción: "Está desesperado porque los detectives de la policía y los periodistas de investigación se le están acercando".
Las
acusaciones de Burston son sorprendentes, especialmente la última. La
invasión israelí de Líbano en 2006 para atacar a Hezbolá le costó 121
vidas y otras 1.000 personas más también murieron, la mayoría de ellas
civiles libaneses. ¿El primer ministro israelí realmente pondría en
riesgo a su pueblo solo para ocultar egoístamente su (presunta)
criminalidad financiera?
A principios de este año Larry Derfner (que ha publicado un libro de memorias convincentes sobre el abandono del sionismo liberal) advirtió en un artículo de opinión en el New York Times
de que Israel, no sus vecinos, es el país que provoca los choques
armados regulares. "Por más contradictorio que pueda ser para las mentes
israelíes y occidentales, Israel, no sus enemigos militantes islámicos o
los brutales enemigos sirios, es el agresor en estas guerras
fronterizas".
Cualquiera que solo lea la prensa dominante de
EE.UU. se sorprenderá al conocer este creciente sentimiento en Israel de
que se avecina una guerra más amplia. Mientras tanto, Derfner reaccionó
al ataque israelí de anoche contra la base iraní en Siria: "Me opongo a
este último ataque al igual que me opongo a todos los demás. Todos son
parte de la política israelí de "intimidación al vecindario", que ha
estado sucediendo durante décadas. Nada nuevo aquí. La próxima guerra no
será nada nuevo, tampoco, a excepción de todas las nuevas personas que
serán asesinadas en ella".
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