ICH/LD
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens |
The Wall Street Journal informa
ahora de que el FBI entrevistó en 2011 por lo menos a uno de los dos
sospechosos del atentado de Boston. En su artículo: “Renewed Fears
About Homegrown Terror Threat,” WSJ informa que:
RT informó de que la madre de los sospechosos afirmó que el FBI había vigilado a sus hijos desde entonces y los controló “en todo momento”. En un artículo titulado “‘Les tendieron una trampa, el FBI los siguió durante años’, la madre de Tsarnaev dijo RT”:
Curiosamente, el WSJ también señaló que:
Lo que el WSJ no dice categóricamente es que esos “complots frustrados” fueron planeados del principio al fin por el propio FBI con sospechosos que estaban, precisamente como afirmó la madre de los Tsarnaev respecto a sus hijos, bajo “constante vigilancia del FBI” y de hecho engañados todo el tiempo en la preparación de arrestos de alto perfil. Lo que después oculta el WSJ es que en esas operaciones encubiertas estuvieron involucrados vehículos reales, armas, y explosivos, usualmente cambiados por ítems inertes justo antes del ataque final y de los arrestos.
Una cosa en la cual el WSJ es absolutamente correcto es que la participación del FBI antes del ataque se convertirá en un “punto focal de la investigación post mortem sobre cómo se pudo realizar el ataque en el Maratón de Boston”.
Aunque el WSJ no presenta nada útil en el examen de ese punto focal, una mirada a los “complots frustrados” del FBI revelará implicaciones sorprendentes de hasta qué punto el FBI puede haber estado involucrado con esos sospechosos antes del bombardeo, el tiroteo y la caza del hombre.
La historia del manejo de armas y explosivos de “sospechosos de terrorismo”
A finales de septiembre de 2011, AFP informó de que un hombre fue acusado de “planificar el vuelo de aeroplanos teledirigidos cargados de explosivos hacia el Pentágono y el Capitolio en Washington”. AFP señaló que (énfasis agregado):
Si las bombas, rifles y granadas suenan sorprendentemente familiares en el arsenal supuestamente manejado por los más recientes “sospechosos de terrorismo” con los cuales el FBI admite que estuvo en contacto por lo menos desde 2011, es porque es el equipo estándar de terrorista que el FBI suministra a sus mentecatos. En noviembre de 2010 un “complot” semejante fue organizado y luego “frustrado” también por el FBI, esta vez en Portland, Oregón. El denominado “Atacante del Árbol de Navidad” intentó detonar por control remoto una camioneta que pensaba que estaba cargada de explosivos, suministrada por el FBI, antes de ser arrestado durante una ceremonia de iluminación de un árbol de Navidad en Pioneer Courthhouse Square. La declaración oficial del FBI sobre el incidente reveló que los agentes del FBI habían manejado, incluso detonado, explosivos con el sospechoso atrapado en Lincoln County en la preparación del atentado final fracasado.
La declaración oficial del FBI titulada, “Residente de Oregón arrestado en complot para atentar contra ceremonia de iluminación del árbol de Navidad en Portland”, publicada por la Oficina del Fiscal de EE.UU. el 26 de noviembre de 2010, dice (énfasis agregado):
La temible tendencia del FBI a conseguir sospechosos de “terrorismo” que de otra manera serían incapaces, suministrándoles y detonando verdaderos explosivos, armas cortas y granadas antes de entregarles artefactos inertes o controlados para realizar ataques contra objetivos públicos en los que participan muchas personas y que se frustran en el último momento, prepara la escena al menos para un increíble potencial de errores catastróficos y, en el peor caso, ataques de bandera falsa.
¿Pero significa esto de que el FBI sea capaz de convertir semejantes operaciones en “realidad”, llevando a verdaderos ataques terroristas y pérdida de vidas? ¿Ha dirigido alguna vez el FBI “operaciones encubiertas” que se realizaron efectivamente? La respuesta es sí. El FBI dirigió de hecho a los terroristas que realizaron el atentado contra el World Trade Center en 1993. El papel del FBI que llevó al mortífero ataque probablemente no se habría conocido si un informante del FBI no hubiera grabado sus conversaciones con agentes del FBI después de sentir sospechas durante la operación encubierta. The New York Times en su artículo, “Unas grabaciones describen propuesta para frustrar bomba utilizada en la explosión del Trade Center”, informó:
Controlados todo el tiempo
RT ha citado a la madre de los recientes sospechosos del atentado en Boston, que afirmó que los agentes del FBI:
“Lo controlaban, controlaban cada uno de sus pasos”, por cierto. Presentándose como “líderes extremistas” y engañando a esos estúpidos mentecatos, tal como el FBI ha hecho en cada caso relacionado con sus anteriores “complots frustrados”, e incluso complots exitosos, como el ataque en 1993 contra el WTC, deberían transferir la atención no a Chechenia o a la “amenaza” del terrorismo interior, sino a la inmensa incompetencia y/o criminalidad del FBI.
Como conceden incluso las fuentes dominantes, el FBI tenía algún tipo de relación con los sospechosos antes del atentado, se presentarán dos argumentos. Uno, que el FBI simplemente no tiene suficiente autoridad o recursos para impedir ataques de “terrorismo interior” y necesita aún más.
El argumento es que el FBI y otras agencias federales han estado detrás de cada ataque terrorista interior o “complot frustrado” durante años y constituye el mayor peligro para el pueblo estadounidense, tanto literalmente en términos de integridad física como en términos de subvertir y eliminar su libertad y dignidad en un creciente Estado policial.
A su vez, esto requeriría que el mantenimiento del orden local cesara toda cooperación con el FBI, en particular con su Fuerza de Tareas Conjuntas contra el Terrorismo (JTTF), allanar oficinas locales y hacer arrestos donde sea adecuado y enrolar a cualquier agente dispuesto y capaz en agencias locales y estatales. Esencialmente, el FBI debería desmantelarse de arriba abajo y establecer una alternativa en su lugar.
Lo obvio es que el FBI tuvo contacto con los sospechosos del atentado de Boston en 2011. Entre entonces y el ataque hay un período en el cual el FBI puede haber estado involucrado o no. Mientras los que agentes del FBI pueden haber estado realmente cultivando la relación con esos sospechosos antes del atentado de Boston, son ahora los mismos que “investigan” el caso, abriendo la puerta a la destrucción de pruebas, y en última instancia a un encubrimiento.
Tony Cartalucci publica artículos en muchos medios alternativos, incluido el suyo propio Land Destroyer Report.
Fuente: http://landdestroyer.blogspot.com/2013/04/fbi-casting-set-stage-for-boston.html
rCR
El Buró Federal de Investigación entrevistó al presunto atacante del maratón Tamerlan Tsarnaev en 2011 a pedido del gobierno ruso, pero no encontró pruebas de actividad sospechosa y cerró el caso, dijo el viernes un funcionario del FBI.
El hecho de que el FBI hablase con Tsarnaev, quien murió el viernes por la mañana en un tiroteo con las autoridades, probablemente se convertirá en un punto focal de la investigación post mortem sobre cómo pudo realizarse el ataque en el Maratón de Boston. También habla del desafío enfrentado por las autoridades cuando el terrorismo pasa de los complejos complots internacionales de hace una década a ataques a pequeña escala realizados por individuos ubicados dentro de EE.UU.
RT informó de que la madre de los sospechosos afirmó que el FBI había vigilado a sus hijos desde entonces y los controló “en todo momento”. En un artículo titulado “‘Les tendieron una trampa, el FBI los siguió durante años’, la madre de Tsarnaev dijo RT”:
Pero su mayor sospecha con respecto al caso fue causada por la constante vigilancia del FBI a la que según ella sometieron a su familia durante años. Está sorprendida de que después de haber sido tan riguroso con toda la familia, el FBI no tuviera la menor idea de que supuestamente sus hijos estuvieran planeando un acto terrorista.
Curiosamente, el WSJ también señaló que:
El perfil del atentado de Boston tiene muchos puntos en común con una serie de complots recientemente frustrados, dijo un funcionario federal del mantenimiento del orden. Han sido pequeños, con poco o ningún parloteo de inteligencia, y han involucrado a sospechosos que han estado en EE.UU. durante varios años y que parecían integrados.
Lo que el WSJ no dice categóricamente es que esos “complots frustrados” fueron planeados del principio al fin por el propio FBI con sospechosos que estaban, precisamente como afirmó la madre de los Tsarnaev respecto a sus hijos, bajo “constante vigilancia del FBI” y de hecho engañados todo el tiempo en la preparación de arrestos de alto perfil. Lo que después oculta el WSJ es que en esas operaciones encubiertas estuvieron involucrados vehículos reales, armas, y explosivos, usualmente cambiados por ítems inertes justo antes del ataque final y de los arrestos.
Una cosa en la cual el WSJ es absolutamente correcto es que la participación del FBI antes del ataque se convertirá en un “punto focal de la investigación post mortem sobre cómo se pudo realizar el ataque en el Maratón de Boston”.
Aunque el WSJ no presenta nada útil en el examen de ese punto focal, una mirada a los “complots frustrados” del FBI revelará implicaciones sorprendentes de hasta qué punto el FBI puede haber estado involucrado con esos sospechosos antes del bombardeo, el tiroteo y la caza del hombre.
La historia del manejo de armas y explosivos de “sospechosos de terrorismo”
A finales de septiembre de 2011, AFP informó de que un hombre fue acusado de “planificar el vuelo de aeroplanos teledirigidos cargados de explosivos hacia el Pentágono y el Capitolio en Washington”. AFP señaló que (énfasis agregado):
Durante el supuesto complot, agentes encubiertos del FBI se presentaron como cómplices que suministraron a Ferdaus un avión teledirigido, explosivos C4 y armas cortas que él supuestamente quería utilizar en un ataque simultáneo en Washington.
Sin embargo, “el público nunca estuvo en peligro por los artefactos explosivos, que estaban controlados por empleados encubiertos del FBI”, dijo el FBI.
Ferdaus fue arrestado en Framingham, cerca de Boston, inmediatamente después de haber colocado las armas recién entregadas en un contenedor, dijo el FBI.
Las autoridades describieron a Ferdaus como un egresado de física de la Universidad de Northeastern partidario de al Qaida y comprometido con la “yihad violenta” desde principios del año pasado.
Aparte
de “explosivos” y “armas cortas”, el FBI también suministró granadas al
sospechoso. Según FBI.gov en un comunicado titulado “Hombre
de Massachusetts acusado de planear ataque al Pentágono y el Capitolio
de EE.UU. y de intento de proveer apoyo material a organización
terrorista extranjera, declaró (Énfasis agregado):
Entre mayo y septiembre de 2011, Ferdaus buscó, pidió y adquirió los componentes necesarios para sus planes de ataque, incluyendo un avión teledirigido (F-86 Sabre). Esta mañana antes de su arresto, Ferdaus recibió de los UCs [empleados encubiertos del FBI] 12,5 kilos de (lo que creía que eran) explosivos C-4, seis rifles de asalto automáticos AK-47 (ametralladoras) y granadas. En junio de 2011, Ferdaus alquiló una instalación de almacenamiento en Framingham, Mass., usando un nombre falso, para construir sus aviones de ataque y mantener todo su equipo.
Si las bombas, rifles y granadas suenan sorprendentemente familiares en el arsenal supuestamente manejado por los más recientes “sospechosos de terrorismo” con los cuales el FBI admite que estuvo en contacto por lo menos desde 2011, es porque es el equipo estándar de terrorista que el FBI suministra a sus mentecatos. En noviembre de 2010 un “complot” semejante fue organizado y luego “frustrado” también por el FBI, esta vez en Portland, Oregón. El denominado “Atacante del Árbol de Navidad” intentó detonar por control remoto una camioneta que pensaba que estaba cargada de explosivos, suministrada por el FBI, antes de ser arrestado durante una ceremonia de iluminación de un árbol de Navidad en Pioneer Courthhouse Square. La declaración oficial del FBI sobre el incidente reveló que los agentes del FBI habían manejado, incluso detonado, explosivos con el sospechoso atrapado en Lincoln County en la preparación del atentado final fracasado.
La declaración oficial del FBI titulada, “Residente de Oregón arrestado en complot para atentar contra ceremonia de iluminación del árbol de Navidad en Portland”, publicada por la Oficina del Fiscal de EE.UU. el 26 de noviembre de 2010, dice (énfasis agregado):
Según el affidávit, el 4 de noviembre de 2010 Mohamud y los agentes encubiertos del FBI viajaron a un sitio remoto el Lincoln County, Ore., donde detonaron una bomba oculta en una mochila en un ensayo para el futuro ataque. Posteriormente, en el viaje de vuelta a Corvallis, los agentes encubiertos del FBI preguntaron a Mohamud si era capaz de mirar los cuerpos de los morirían en el futuro ataque de Portland. Según el affidávit Mohamud respondió: “Quiero que quienquiera asista al evento resulte muerto o herido”.
Al volver a Corvallis, ese mismo día, el affidávit afirma que Mohamud grabó un vídeo de sí mismo con los agentes encubiertos del FBI en el cual leyó una declaración escrita que ofrecía una justificación de su ataque con la bomba. El 18 de noviembre de 2010, los agentes encubiertos del FBI recogieron a Mohamud para viajar a Portland con el fin de finalizar los detalles del ataque.
Posteriormente, esa misma tarde, Mohamud fue arrestado después de que intentase detonar por control remoto lo que creía que eran explosivos en una camioneta que estaba aparcada cerca de la ceremonia de iluminación del árbol de Navidad en Portland, afirma el affidávit.
Una operación más fue realizada por el FBI en febrero de 2012, en la que otro mentecato, inútil para otro fin, recibió el suministro de explosivos en la preparación de lo que acabó siendo un atentado suicida contra el Capitolio de EE.UU. USA Today informó en su artículo de que “el FBI frustra supuesto ataque suicida con bomba en el Capitolio de EE.UU.”
Que según un funcionario de contraterrorismo, El Khalifi “expresó interés en matar por lo menos a 30 personas y barajó como objetivo un edificio de Alexandria, un restaurante, una sinagoga y un lugar de Washington en el que se reúne pernal militar antes de decidirse por el Capitolio después de estudiar la zona un par de veces”, escribe Associated Press. Durante el año que duró la investigación El Khalifi detonó explosivos en una cantera en la región de la capital junto con agentes encubiertos. No se cree que esté afiliado a al Qaida, dijeron los funcionarios.
La temible tendencia del FBI a conseguir sospechosos de “terrorismo” que de otra manera serían incapaces, suministrándoles y detonando verdaderos explosivos, armas cortas y granadas antes de entregarles artefactos inertes o controlados para realizar ataques contra objetivos públicos en los que participan muchas personas y que se frustran en el último momento, prepara la escena al menos para un increíble potencial de errores catastróficos y, en el peor caso, ataques de bandera falsa.
¿Pero significa esto de que el FBI sea capaz de convertir semejantes operaciones en “realidad”, llevando a verdaderos ataques terroristas y pérdida de vidas? ¿Ha dirigido alguna vez el FBI “operaciones encubiertas” que se realizaron efectivamente? La respuesta es sí. El FBI dirigió de hecho a los terroristas que realizaron el atentado contra el World Trade Center en 1993. El papel del FBI que llevó al mortífero ataque probablemente no se habría conocido si un informante del FBI no hubiera grabado sus conversaciones con agentes del FBI después de sentir sospechas durante la operación encubierta. The New York Times en su artículo, “Unas grabaciones describen propuesta para frustrar bomba utilizada en la explosión del Trade Center”, informó:
Funcionarios de mantenimiento del orden recibieron información de que los terroristas estaban construyendo una bomba que finalmente se utilizó para intentar volar el World Trade Center y planificaron frustrar a los conspiradores mediante la sustitución secreta de polvo inofensivo en lugar de los explosivos, declaró un informante después de la explosión.
El informante dijo que debía ayudar a los conspiradores a construir la bomba y suministrarles el polvo falso, pero el plan fue cancelado por un supervisor del FBI que tenía otras ideas de cómo utilizar al informante Emad A. Salem.
El relato, que se cita en la transcripción de cientos de horas de grabaciones realizadas por Salem, de sus conversaciones con agentes de mantenimiento del orden, muestra a las autoridades en una posición mucho mejor de lo que se conoció previamente para frustrar el atentado del 26 de febrero contra las torres más elevadas de la Ciudad de Nueva York. La explosión causó seis muertes, más de 1.000 personas heridas y daños superiores a 500 millones de dólares.
Controlados todo el tiempo
RT ha citado a la madre de los recientes sospechosos del atentado en Boston, que afirmó que los agentes del FBI:
Solían venir [a nuestra] casa, solían hablar conmigo… me decían que él [el mayor, o sea Tamerlan] era realmente un líder extremista y que le temían. Me dijeron que todas las informaciones que recibe, las recibe de esos sitios extremistas… lo controlaban, controlaban cada uno de sus pasos… ¡y ahora dicen que se trata de un acto terrorista!
“Lo controlaban, controlaban cada uno de sus pasos”, por cierto. Presentándose como “líderes extremistas” y engañando a esos estúpidos mentecatos, tal como el FBI ha hecho en cada caso relacionado con sus anteriores “complots frustrados”, e incluso complots exitosos, como el ataque en 1993 contra el WTC, deberían transferir la atención no a Chechenia o a la “amenaza” del terrorismo interior, sino a la inmensa incompetencia y/o criminalidad del FBI.
Como conceden incluso las fuentes dominantes, el FBI tenía algún tipo de relación con los sospechosos antes del atentado, se presentarán dos argumentos. Uno, que el FBI simplemente no tiene suficiente autoridad o recursos para impedir ataques de “terrorismo interior” y necesita aún más.
El argumento es que el FBI y otras agencias federales han estado detrás de cada ataque terrorista interior o “complot frustrado” durante años y constituye el mayor peligro para el pueblo estadounidense, tanto literalmente en términos de integridad física como en términos de subvertir y eliminar su libertad y dignidad en un creciente Estado policial.
A su vez, esto requeriría que el mantenimiento del orden local cesara toda cooperación con el FBI, en particular con su Fuerza de Tareas Conjuntas contra el Terrorismo (JTTF), allanar oficinas locales y hacer arrestos donde sea adecuado y enrolar a cualquier agente dispuesto y capaz en agencias locales y estatales. Esencialmente, el FBI debería desmantelarse de arriba abajo y establecer una alternativa en su lugar.
Lo obvio es que el FBI tuvo contacto con los sospechosos del atentado de Boston en 2011. Entre entonces y el ataque hay un período en el cual el FBI puede haber estado involucrado o no. Mientras los que agentes del FBI pueden haber estado realmente cultivando la relación con esos sospechosos antes del atentado de Boston, son ahora los mismos que “investigan” el caso, abriendo la puerta a la destrucción de pruebas, y en última instancia a un encubrimiento.
Tony Cartalucci publica artículos en muchos medios alternativos, incluido el suyo propio Land Destroyer Report.
Fuente: http://landdestroyer.blogspot.com/2013/04/fbi-casting-set-stage-for-boston.html
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