Pedro Echeverría V.
Está circulando intensamente por la red de Internet que el contraespionaje de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) aprovechó la ausencia del presidente Juan Manuel Santos, que se encontraba en Nueva York en reunión de la ONU, para llegar hasta la poderosa computadora del mandatario colombiano y bajarle sus programas. Se dice que el Palacio de Gobierno y la casa presidencial estaban muy solitos, y las secretarias y demás empleados estaban muy atentos en las noticias porque se decía en ese momento que 30 aviones, 28 helicópteros, así como centenares de vehículos de tierras se movían y bombardeaban la zona guerrillera del país.
El contraespionaje de las FARC cuenta con profesionales de la informática y en unos cuantos minutos –sin problemas- se habían adueñado de comunicaciones secretas sobre bases secretas, intervenciones en Venezuela y Ecuador y dólares yanquis.
La primeras informaciones dicen que la computadora de Santos posee mucha más información que la del expresidente Álvaro Uribe, que también fue copiada por los técnicos de las FARC. Dice el contraespionaje de los Revolucionarios colombianos que el actual presidente es mucho más incondicional, represor y sanguinario que el dictador anterior, aunque Uribe era más demagogo.
Hay muchos nombres de militares de EEUU y de Colombia que participaron en la masacre contra el campamento de Raúl Reyes ubicado cerca de la frontera con Ecuador en la que murieron muchos 24 colombianos y cuatro estudiantes mexicanos. También hay cartas formales de agradecimientos a los gobiernos de EEUU: Bush y Obama; al español Zapatero y a los líderes del PP; al peruano Alan García y al mexicano Felipe Calderón. Sobre todo donde hay más agradecimientos es en las cartas dirigidas a los medios de información internacionales.
Sin embargo, en los campamentos han encontrado cartas íntimas entre el ex y el actual mandatario, sobre todo cuando Uribe reconoció la gran capacidad de Santos –su secretario de Defensa militar- para conseguir recursos económicos en otros países y armas para combatir las guerrillas y para subsidiar a miles de periódicos y periodistas dedicados a hacer campañas contra las FARC. Por el contenido de los textos se ve que nació un intenso cariño, mucho amor entre esos dos personajes por su inmenso parecido.
Puede decirse que desde entonces Uribe se comprometió con Santos para hacerlo su candidato oficial para sucederlo. Quizá para desquitarse de esa gran labor e inteligencia de los contraespías de las FARC, han inventado hasta lo indecible de “las computadoras de los héroes revolucionarios Reyes y el Mono Jojoy. La realidad es que no nos extrañan los “secretitos” de Santos y Uribe, de sus amigos y amigas.
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