Experimentación de guerra química
Cuando la CIA utilizaba ciudadanos franceses como conejillos de India
por Hank P. Albarelli Jr.*
Un periodista estadounidense que investigaba los experimentos de control mental realizados por la CIA durante la guerra fría ha descubierto una serie de documentos sobre un hecho inexplicado que se produjo en Francia. Según este periodista-investigador, en 1951 la CIA ensayó en Francia el uso de un arma secreta: la propagación de LSD por aerosol. Afirma que el experimento se desarrolló en una localidad del departamento de Gard, a espaldas de sus habitantes y de las autoridades. Pero el asunto se complicó y el experimento provocó 7 muertes. A pedido nuestro, Hank Albarelli ofrece un resumen de su investigación a los lectores de la Red Voltaire.
El 13 de febrero de 2010 el canal de televisión estatal [francés] France 3 transmitió [el documental investigativo] «Le Pain du diable» [En español, El Pan del diablo], telefilm de Bertrand Arthuys que reconstruye minuciosamente el caso de [de experimentación química] en el pueblo de Pont-Saint-Esprit, en Francia. Este telefilm describe la locura que se apoderó de esa pequeña localidad francesa, las sospechas que recayeron sobre el panadero del pueblo y la voluntad de ciertas autoridades de esconder algo. Pero termina con una interrogante. Sesenta años después, todavía se ignora el origen de lo sucedido.
_____________________________________________
Dos misterios que parecen no tener nada en común despiertan desde hace décadas el interés de los más serios investigadores, dejándolos además perplejos. Se trata del extraño y aparente «suicidio» del doctor Frank Olson, ocurrido en Nueva York en 1953, y de la misteriosa ola de delirios alucinatorios ocurrida en 1951 en un pequeño pueblo francés.
Como vienen explicándolo desde hace 35 años numerosos recuentos difundidos a través de boletines informativos de televisión y sitios de Internet, existen sospechas de que la muerte de Olson fue resultado de una operación criminal instigada por el gobierno [estadounidense], aunque no ha sido posible definir hasta hoy ningún asesino ni móvil plausible. La crisis de locura que se apoderó de la localidad de Pont-Saint-Esprit, en el sur de Francia, ha desconcertado a los científicos durante décadas y muchos de ellos descartan de un manotazo las fuertes sospechas que apuntan hacia una especie de ataque con LSD, simplemente porque los medios y móviles de ese tipo de crimen escapaban entonces a la atención del público.
Fue en 1995 que comencé a investigar seriamente la muerte del doctor Frank Olson, un bacteriólogo estadounidense que trabajaba en el ultrasecreto centro de guerra biológica del US Army en Fort Detrick, Estado de Maryland. En aquel entonces estaba yo muy lejos de imaginar que mi descubrimiento sobre la existencia de un crimen detrás de la muerte de Olson coincidiría hasta tal punto con los horribles acontecimientos que se produjeron en Pont-Saint-Esprit en agosto de 1951.
Mi libro de 900 páginas Un terrible error: el asesinato de Frank Olson y los experimentos secretos de la CIA durante la guerra fría, recoge detalladamente la coincidencia entre ambos hechos. Recientes informes que hablan de un «importante escándalo diplomático y político en ciernes y potencialmente perjudicial para las relaciones franco-estadounidenses», al referirse a la explicación y la documentación de mi libro sobre la intoxicación colectiva de Pont-Saint-Esprit, me han impulsado a redactar este artículo, destinado a todos el que quiera obtener más información sobre esos dos hechos.
La extraña ola de locura ocurrida en Pont-Saint-Esprit afectó a más de 500 personas, provocando directamente la muerte de al menos 5 de ellas y 2 suicidios. Durante los más de 50 años transcurridos desde entonces, el incidente fue atribuido sucesivamente a un envenenamiento debido al cornezuelo [Claviceps purpurea, hongo parásito del centeno. Nota del Traductor.], o sea por ingestión de un pan infectado por ese hongo alucinógeno, o a un envenenamiento con mercurio. Una gran mayoría de los científicos creíbles que han estudiado el asunto estimaban hasta hace poco que la causa seguía siendo desconocida.
Un diario francés de aquella época describe aquel extraño drama: «No es un drama de Shakespeare ni un cuento de Edgar Allan Poe. Se trata, por desgracia, de la triste realidad de todo Pont-Saint-Esprit y sus alrededores, donde se desarrollan actualmente aterradoras escenas de delirios alucinatorios. Escenas que parecen surgidas directamente de la Edad Media, saturadas de horror y de sufrimiento, preñadas de sombras siniestras.»
Un breve artículo de Time Magazine, y más tarde un importante diario estadounidense que mantiene estrechos vínculos con la CIA, hacían la siguiente descripción: «Entre las personas afectadas, los delirios iban en aumento: los afectados se retorcían frenéticamente en sus camas, gritando que flores rojas les brotaban del cuerpo.» Otros comentaristas enviados al lugar describían escenas de personas que se arrojaban por las ventanas, hombres y mujeres que se arrancaban las ropas y corrían desnudos por las calles, niños que decían tener el estómago lleno de serpientes.
Noticieros de la ORTF
Poco después del incidente, en septiembre de 1951, científicos que escribían en el muy respetado British Medical Journal declararon que la «ola de envenenamientos» era resultado de una intoxicación provocada por el cornezuelo del centeno. Pero aquella explicación se basaba únicamente en las conclusiones de los especialistas en bioquímica enviados al lugar por los laboratorios Sandoz, situados cerca de allí, en Basilea (Suiza). Entre los miembros de aquel contingente se encontraba el doctor Albert Hofmann, el primer científico que había logrado sintetizar el LSD, el 16 de noviembre de 1938.
En el momento de la visita del grupo de Sandoz a la localidad de Pont-Saint-Esprit, tan sólo unos pocos científicos en todo el mundo, no más de 8 o 10, conocían la existencia del LSD. Además, otro hecho incluso más importante aun es que absolutamente nadie en la Francia de 1951, fuera de algunos responsables de Sandoz, sabían que esa firma estaba realizando actividades secretas en estrecha colaboración con la CIA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario