Durante su participación en el Encuentro Mundial de Movimientos Populares, convocado por el Papa Francisco, el activista describió cómo se organizan los hispanos en ese país para luchar contra la explotación y por la dignidad de su trabajo.
Ante unos 200 delegados de 92 organizaciones procedentes de 65 países que se dieron cita en el Pontificio Colegio Mater Ecclesiae, Marentes contó su experiencia de apoyo a los campesinos migrantes para que mejoren sus salarios, y eviten la explotación en los campos y las violaciones a sus derechos básicos.
“Nosotros vemos que el Papa es ahora la persona con más autoridad moral a nivel mundial y venimos a exponer esa ofensiva en contra de los migrantes. Aunque tienen una enorme aportación económica en Estados Unidos, siguen siendo los más marginados, los descartados del sistema”, explicó a la agencia Notimex.
Añadió: “Los trabajadores agrícolas y migrantes no solamente somos víctimas, los ‘probecitos’ del sistema, también nos organizamos y luchamos, no estamos esperando que alguien nos resuelva los problemas, sino que todos los días luchamos por la dignidad de nuestro trabajo, de nuestras familias”.
Asimismo, lamentó que todavía se justifiquen los abusos en los campos estadunidenses y arrecien las deportaciones, síntomas de esa “ofensiva”.
Advirtió que los migrantes en los países del “primer mundo” han sido la mano de obra barata, pero también los “chivos expiatorios perfectos” de los males sociales que tienen las sociedades.
Gracias a su organización, Marentes –activista social desde 1983–ayuda a buena parte de los entre cinco mil y 12 mil jornaleros hispanos que trabajan en el sur de Texas, número que fluctúa según la época del año.
Sin mencionar explícitamente el nombre de Donald Trump, afirmó que un candidato presidencial “muy racista” en Estados Unidos dice que los mexicanos llevan a su país el narcotráfico, pero nunca habla del consumo de drogas.
Consideró que su discurso fuertemente xenofóbico demuestra que los hispanos tienen la posibilidad real de convertirse en una fuerza política importante en el país, y ese mensaje pretende mantener un “sistema de sujeción”.
“Los hispanos, fundamentalmente los mexicanos, somos casi el 50% de la fuerza laboral en Estados Unidos, un buen porcentaje de la economía descansa en nuestra mano de obra. Imaginemos el día en que podamos organizarnos para ejercer esa fuerza cómo afectaría”, abundó.
De acuerdo con Marentes, es necesario ver a los migrantes de modo distinto, porque no son unos pobres que cruzan el desierto, y para ellos se requiere implementar programas de caridad.
“Nosotros tenemos otra visión, pensamos que la migración es también una forma de lucha, una forma de resistencia. Nadie deja su familia o su comunidad porque sí, lo hacen porque eso es una forma de sobrevivir y no desaparecer ante un sistema que los ha marginado y excluido”, precisó.
Y destacó que por primera vez “tenemos un Papa que nos ha dado voz y por eso estamos acá en El Vaticano, para hablar sobre la problemática de los migrantes, sobre todo cuando en Estados Unidos, al calor del debate electoral, hay un discurso antiinmigrante muy fuerte”.
Este sábado concluirá el III Encuentro Mundial de los Movimientos Populares, con un mensaje que dirigirá Francisco a los participantes reunidos en el Aula Pablo VI del Vaticano.