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miércoles, 10 de diciembre de 2014

Uruguay: Herencia y Desafíos


Escrito por Pablo Jofré Leal 
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Los análisis optimistas respecto al tercer gobierno consecutivo del Frente Amplio (FA) en Uruguay, derivado del triunfo de Tabaré Vásquez, concluyen que el país de la Banda Oriental se encuentra en un ciclo progresista del cual le será muy difícil a la derecha uruguaya el poder recuperarse.

Para esa visión, uno de cuyos representantes es el analista Raúl Zibechi, editor del semanario Brecha “el único riesgo es que la fuerza que encarna el Frente Amplio, deje en el camino sus postulados para abrazar las ideas y prácticas neoliberales, como ha sucedido con Dilma Rousseff en el vecino Brasil, que se ha hecho rodear de los “Chicago Boys” de la banca al frente de la economía”. Grupo conocido en países latinoamericanos como Chile donde aquel grupo, formado en la doctrina neoliberal impulsada por Milton Friedman de la Universidad de Chicago, implementó una serie de medidas privatizadoras en el ámbito sanitario, bancario, financiero y educacional, replicado en varios países y que asentó el modelo neoliberal que está fuertemente cuestionado hoy en gran parte de Latinoamérica.

TAREAS POR CUMPLIR

El amplio triunfo de Tabaré Vásquez, médico oncólogo de 74 años de edad y quien ocupará por segunda vez la primera magistratura como el presidente número 39 del Uruguay, triunfó con un 54 % de votos y con una diferencia de 12 puntos sobre el candidato del Partido Nacional, Luis Lacalle. Esto representa una gran responsabilidad para quien sucede al carismático y popular presidente José “Pepe” Mujica, quien entregará la Banda Presidencial en marzo del 2015 con un porcentaje de adhesión del 60 %, que se explica, fundamentalmente, por las políticas sociales implementadas en su gobierno y que situaron a Uruguay en el pináculo del crecimiento en indicadores de desarrollo humano.

Esas políticas sociales, no sólo significaron bajar los porcentajes de pobreza de la población más desposeída, del 40 al 11 % sino que se adentraron también en una serie de medidas, que mostraron a un Pepe Mujica a la vanguardia en temas tales como: matrimonio igualitario, leyes destinadas a proteger el trabajo doméstico. Leyes en el ámbito de la salud sexual y reproductiva, de empleo juvenil, destinadas a tratar de detener la sangría que por años ha soportado Uruguay en el ámbito de emigración de su población más joven. La legislación para autorizar la venta de marihuana. Unido a ello, medidas para transparentar la actividad política.

El analista Ángel Guerra respecto al nuevo triunfo del FA cree que no implica otorgar un cheque en blanco, para eternizarse en la función pública. Su continuidad a partir de la amplia mayoría obtenida, se explica no sólo por la nula alternativa representada por al derecha tradicional, sino también por “la fidelidad a los programas por los que fueron votados, la eficiencia y honradez en su desempeño, su defensa de la soberanía y su vinculación con las necesidades y aspiraciones populares. El triunfo de Tabaré Vázquez y la conservación de la mayoría parlamentaria, ha significado en gran medida un espaldarazo popular a la obra de gobierno de la coalición que gobierna Uruguay desde 2004 y que sucede a Mujica quien entregará la presidencia con la tasa más baja de desempleo de la historia y habiendo sacado de la pobreza a 900.000 uruguayos, logros compartidos con Vázquez. La contundente victoria de Vázquez fue también un plebiscito sobre la gestión de Mujica”.

Los desafíos del presidente electo son insoslayables. Primero, en el ámbito de las disputas de poder interno en el Frente Amplio y donde la figura de Pepe Mujica seguirá teniendo su impronta, a través de su cargo de senador por el Movimiento de Participación Popular (MPP), principal fuerza política al interior del FA y que cuenta con el mayor número de Senadores - 6 de un total de 31, donde el Frente Amplio cuenta con 16 senadores. A ello se suma el apoyo, en la Cámara de Diputados, donde el grupo del aún Presidente José Mujica cuenta con 24 de un total de 99 y donde el FA posee la mayoría con 50 diputados.


Una mayoría que tendrá dura disputa en materias de leyes en educación, seguridad pública, como también en la aprobación de obras en infraestructura, que se visualizan como áreas de fuerte discusión con la oposición, además de los contenciosos internos en el conglomerado de gobierno. Los seguidores del actual gobernante, presididos por mismísimo Mujica desde el Senado, usarán ese poder para impulsar la agenda progresista del MPP y al mismo tiempo evitar una “vuelta atrás” de aquellas medidas forjadas bajo el gobierno de Mujica y que se sospecha puedan tener cierto freno con Tabaré Vásquez. Esas medidas, se refieren, principalmente a: La despenalización del aborto, la posibilidad de recibir detenidos de la Cárcel de Guantánamo y sobre todo la Ley de Regulación del Cultivo, Distribución y Venta de la Marihuana.

Esta última, que está en marcha blanca, ya tiene reparos de Vásquez, sobre todo en lo que tiene que ver a la venta de cannabis en las farmacias, signada por Pepe Mujica como “experimento” pero, ante lo cual este médico oncólogo, dio a conocer claramente sus aprensiones “me parece increíble que se piense en vender marihuana en las farmacias pero si la ley lo autoriza así será pero haremos una evaluación estricta y muy de cerca sobre el impacto que tenga en la sociedad esta ley”.

Con respecto a la despenalización del aborto, representa otro duro campo de batalla, pues bajo el primer gobierno de Vásquez (2005-2010) se vetó esa despenalización, convirtiendo esa disputa en la más agria entre el MPP y el sector que apoya a Vásquez. Consignado en un medio de comunicación uruguayo, el cientista político Rafael Piñeiro señala que “tanto el tema de la despenalización del aborto como la liberalización en la venta de cannabis son temas muy complejos de abordar por Vásquez cuando asuma. Este nunca hubiera impulsado un proyecto de las características que impulso Mujica, sobre todo en materia de su venta en farmacias, como tampoco una despenalización del aborto. Pero…no se va a desentender de los compromisos que asumió Mujica pero introducirá reformas marginales en la regulación, pero difícilmente grandes modificaciones”

EL FACTOR EXTERNO

Para el analista Juan Manuel Karg los desafíos del nuevo gobierno uruguayo presidido por Tabaré Vasquez y secundado en la Vicepresidencia por Raúl Sendic serán “avanzar en la sanción definitiva de la ley de medios, que representa una deuda de los gobiernos frenteamplistas y que pretenden terminar con el modelo hegemónico televisivo de los grupos Romay, De Feo/Fontaina y Cardoso/Scheck. En segundo lugar seguir impulsando la integración latinoamericana y en especial el MERCOSUR, alejándose de la idea de la derecha uruguaya de “flexibilizar este modelo de integración a través de tratados de libre comercio selectivos. En tercer lugar, ensanchar la participación política cotidiana, sumando a organizaciones políticas y sociales del país”.

En lo que se refiere a los vínculos internacionales, las relaciones entre Uruguay y Argentina tendrán prioridad, para superar la beligerancia que se ha tenido, no sólo bajo el primer gobierno de Tabaré Vasquez, con la instalación de la planta de celulosa Bosnia en Fray Bentos, sobre el Río Uruguay. En ese contencioso, que enfrentó a los gobiernos rioplatense, el gobierno uruguayo barajó incluso la hipótesis de guerra, revelado por el mismo Tabaré Vásquez al terminar su mandato (2005-2010) confesando, que había solicitado apoyo al ex mandatario estadounidense George W. Bush, en caso de tener que movilizar las fuerzas militares. Esto le significó a Vásquez duras críticas al interior de Uruguay y de la propia Argentina por acudir, precisamente, a uno de los mandatarios más cuestionado por su política con Latinoamérica

La “guerra del papel” como fue conocido ese contencioso significó el cierre del puente internacional fronterizo Gualeguaychu, por parte de piqueteros argentinos, además de trabas comerciales, disminución del flujo turístico, y duros epítetos lanzados por Mujica contra los Kirchner y su vecino país. Como aquel recordado “Argentina no es un pueblo de tarados ni una república bananera, pero tiene reacciones de histéricos, de locos, de paranoicos y sus habitantes totalmente irracionales” A ello se unió la controvertida afirmación “Esta vieja es peor que el tuerto (en referencia a su fallecido esposo, Néstor Kirchner. El tuerto era más político; esta es más terca”. Exabrupto que significó una sentida carta de Mujica a Cristina donde señala "Debo pedir sentidas disculpas a quienes pude lastimar en estos días por mis dichos. Y más a quienes son como nosotros miembros de la patria grande y federal".
Hoy, con Tabaré Vásquez a poco meses de asumir su segundo mandato, el presidente electo ha anunciado un nuevo ciclo de relaciones con Argentina, bajo la promesa de renovar los vínuclos bilaterales “de la mejor manera posible y donde los episodios conflictivos s ya son historia”. Vasquez, con la visión las elecciones presidenciales argentinas del 2015 ya comenzó a tender puentes con los presidenciables del lado occidental del Río de la Plata. Así ya se ha reunido con el gobernador de Buenos Aires Daniel Scioli, con el Socialista Hermes Binner y el Gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti.

Seguir avanzando en las políticas sociales que procuraron dos períodos de crecimiento sostenido del PIB, aumento real del salario y las jubilaciones, descenso en la tasa de desempleo y ampliación de políticas destinadas a atacar la pobreza y la indigencia, implica para el nuevo gobierno de Tabaré Vásquez retos mayúsculos: Mejorar la calidad del empleo y transformar la estructura productiva. En el plano educativo, mejorar los resultados de la prueba PISA - evaluación de la OCDE que mide los niveles educativos en la población de 15 años en 70 países - considerados los peores desde el año 2003 lo que preocupa a la coalición gobernante por los magros resultados en uno de los más importantes indicadores que puede mostrar Uruguay. En infraestructura, no basta crecer a un ritmo del 4% anual sino se mejoran, construyen y proyectan nuevas carreteras, puertos a lo largo del Rio Uruguay, una más eficiente red ferroviaria, entre otras obras, cuyo estancamiento frena el crecimiento y la posibilidad de exportar las materias que produce Uruguay y aumentar así el nivel competitivo de este país.

El futuro presidente, en lo que se ha convertido en una práctica constante en gobiernos de cualquier color, se ha apresurado a calmar a los “mercados internacionales” frente a las incógnitas de lo que pretende como gobierno. Para ello ha designado como su futuro Ministro de Economía y Finanzas, al actual vicepresidente, Danilo Astori, denominado el “arquitecto” de la política económica bajo Mujica. Decisión encaminada, no sólo a tranquilizar al omnipotente mercado mediante la certeza que los indicadores de crecimiento, bajo desempleo, inversión extranjera directa, los niveles de exportación y de inflación se mantendrán en los niveles actuales, aún si los vaivenes internacionales presionan, sino también señalar que se usarán medidas contracíclicas, si así se requiere, en el marco de las recomendaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

Uruguay, ad portas de su tercer gobierno progresista consecutivo se muestra ante Latinoamérica como un modelo político positivo, con un presidente Mujica que ha dejado una impronta difícil de igualar para Tabaré Vásquez, quien deberá encontrar su propio camino de vinculación de la sociedad uruguaya, quien despide a Pepe con un altísimo nivel de aprobación.

PABLO JOFRÈ LEAL es periodista y escritor chileno. Analista internacional, Master en Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid. Especialista en temas principalmente de Latinoamericanos y Oriente Medio. Es colaborador de varias cadenas de noticias internacionales.

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