El jurista Henry Saint Dahl informó que la demanda se sustenta en que los pacientes de los experimentos -soldados, prostitutas, enfermos mentales y reos- no tenían conocimiento ni dieron su consentimiento a las pruebas médicas.
Agregó que se busca tomar el mismo camino que Tuskegee, en el estado de Alabama, donde se hicieron experimentos del mismo tipo, cuyas víctimas, afroamericanas, fueron indemnizadas.
La oficina del procurador General de Estados Unidos fue notificada sobre las acciones que planteó el grupo de abgados.
Los experimentos se efectuaron hace 64 años y permanecieron ocultos hasta que una investigadora los descubrió y dio a conocer, lo que obligó a Washington a pedir disculpas y ofrecer una investigación.
Amy Gutmann, responsable de la investigación, dijo que aquellas prácticas eran "claramente un error, y queremos que salgan a la luz los hechos”.
Guatemala se ha mantenido cauto y no ha emitido reclamos a Estados Unidos sobre este asunto.
Con información de Antonio Ordoñez
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