Brasilia,
16 jun (PL) La existencia de poderosos intereses de Estados Unidos
detrás del golpe jurídico-parlamentario contra la apartada presidenta de
Brasil, Dilma Rousseff, fue denunciada por el politólogo Luiz Alberto
de Vianna Moniz Bandeira, en entrevista publicada hoy aquí.
Ese golpe debe ser entendido dentro de un contexto internacional en el
que Washington trata de recomponer su hegemonía sobre América del Sur,
al punto de negociar con el gobierno de Mauricio Macri la instalación de
dos bases militares en regiones estratégicas de Argentina, dijo.
El proceso de impeachment de la Presidenta no se trató, por tanto, de
un acto aislado, por motivos domésticos, internos, sostuvo Moniz
Bandeira en entrevista concedida al sitio web del Partido de los
Trabajadores (PT) en la Cámara de Diputados y amplificada hoy por el
portal Vermelho, del Partido Comunista de Brasil (PCdoB).
En
opinión del cientista político, existen fuertes indicios de que el
capital financiero internacional -esto es Wall Street y Washington-
nutrieron la crisis política e institucional brasileña, agudizando la
feroz lucha de clases en el país, sostuvo ante de asegurar que "mucho
dinero corrió en la campaña por el impeachment".
La influencia
de los Estados Unidos se manifiesta, indicó, en la propia actuación del
juez Sergio Moro, quien conduce la operación anticorrupción Lava Jato,
un hombre que realizó cursos en el Departamento de Estado en 2007 y al
año siguiente estuvo un mes en un programa de entrenamiento en la
Escuela de Derecho de Harvard, entre otros.
No sin motivo, acotó, Moro fue electo por la revista Time como uno de los 10 hombres más influyentes del mundo.
En ese sentido, comentó también que tanto Moro como el procurador
general Rodrigo Janot actúan en el marco de la operación Lava Jato como
si estuvieran al servicio de intereses extranjeros.
No solo
buscan desmoralizar al Estado brasileño, sino que sus objetivos
antinacionales van mucho más allá y permiten que se perciba la intención
de desmontar también el programa de rearmamento de las Fuerzas Armadas
de Brasil, denunció.
Respecto a las bases que Estados Unidos
pretende establecer en Argentina, una en Ushuaia y otra en la Triple
Frontera, Moniz Bandeira remarcó que cualquiera sea la justificación
para ello eso implicaría una mayor infiltración de la OTAN en América
del Sur y liquidaría, de hecho, la existencia del Atlántico Sur como
zona de paz.
En cuanto a la instalación militar en la zona
fronteriza, presuntamente para combatir el terrorismo y el narcotráfico,
en realidad esta persigue controlar el Acuífero Guaraní, el mayor
reservorio subterráneo de agua dulce del mundo, y una zona donde
compraron vastos territorios los principales bancos de Estados Unidos y
Europa, señaló.
Con relación al gobierno provisional que
encabeza Michel Temer, Moniz Bandeira apreció que el hecho de actuar
como definitivos, cambiando toda la política de la presidenta Dilma
Rousseff, evidencia nítidamente la farsa montada para encubrir un golpe
de Estado a través del impeachment.
Advirtió, sin embargo, que
las perspectivas son sombrías, pues es un gobierno impopular, débil, que
no tiene legitimidad y "no perdurará hasta 2018, porque no satisface ni
a griegos, ni a troyanos". |
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