Las
brechas estructurales están encabezadas por la desigualdad entre
regiones del país, entre sectores productivos, entre los sectores que
exportan y los que no comercian con el exterior, entre las empresas
grandes, medianas, pequeñas y micro, y finalmente por el nivel de
calificación del recurso humano y por género, dijo el organismo en un documento presentado en México.
Para avanzar hacia un cambio estructural con igualdad, es necesario que México cuente con "un Estado activo que diseñe y ponga en práctica una estrategia integrada y sistémica de largo plazo, en los ámbitos de la política industrial, la política macroeconómica, la política laboral, la política social y la política ambiental", dijo el director de la sede subregional en México de la Cepal, Hugo Beteta.
25 años ampliando brechas
En contraste, el crecimiento promedio anual de la productividad laboral de México entre los años 2000-2014 fue de un raquítico 0,9 por ciento, significativamente menor que el de EEUU que fue más del doble, el 2,1 por ciento, lo que ha ampliado la brecha entre ambas economías.
En caso de continuar avanzando a estas tasas, a EEUU le llevaría 34 años duplicar su nivel actual de productividad, mientras que a México casi 78 años, pronosticó.
Por tamaño de empresa, la tercera brecha es que el análisis de los censos económicos permite concluir que, "en promedio, la productividad laboral de las empresas grandes manufactureras es un 20 por ciento superior a la que presentan las microempresas, un 7 por ciento por encima de las pequeñas y un 5 por ciento mayor que las empresas medianas".
Finalmente, por calificación de la fuerza laboral, por hora trabajada, los trabajadores con educación baja sólo producen, en promedio, la mitad que los trabajadores con educación media, mientras que en promedio los trabajadores con educación alta son 20 veces más productivos.
Para avanzar hacia un cambio estructural con igualdad, es necesario que México cuente con "un Estado activo que diseñe y ponga en práctica una estrategia integrada y sistémica de largo plazo, en los ámbitos de la política industrial, la política macroeconómica, la política laboral, la política social y la política ambiental", dijo el director de la sede subregional en México de la Cepal, Hugo Beteta.
"La
reducción de brechas requiere intensificar los esfuerzos en materia de
encadenamientos productivos, apoyo a las micro y pequeñas empresas,
incremento de la inversión pública y privada, fomento del desarrollo
productivo de regiones menos favorecidas, educación y capacitación de la
fuerza laboral y la facilitación de la inserción de la mujer al mercado
laboral", dijo Beteta al presentar el estudio "Productividad y brechas
estructurales en México".
25 años ampliando brechas
El
documento presenta un análisis de las brechas estructurales en el
período de 25 años que va de 1990 a 2014, con base en información
oficial de México, que muestran que en ese lapso, la economía mexicana
ha observado un modesto crecimiento anual promedio del 2,5 por ciento,
dijo a su turno coordinador del estudio, Ramón Padilla.
Este modesto desempeño "ha estado asociado con un bajo dinamismo de la productividad" en México, explicó Padilla.En contraste, el crecimiento promedio anual de la productividad laboral de México entre los años 2000-2014 fue de un raquítico 0,9 por ciento, significativamente menor que el de EEUU que fue más del doble, el 2,1 por ciento, lo que ha ampliado la brecha entre ambas economías.
En caso de continuar avanzando a estas tasas, a EEUU le llevaría 34 años duplicar su nivel actual de productividad, mientras que a México casi 78 años, pronosticó.
Las
seis brechas asociadas al lento crecimiento de la Productividad en
México son, en primer lugar, que entre 1990 y 2012 las manufacturas
presentaron el mayor crecimiento promedio anual en México (2,1 por
ciento), mientras que el sector primario registró una contracción
promedio anual casi nulo (0,1 por ciento).
En segundo lugar están
las brechas de productividad entre estados de México que se han
ensanchado; entre 2005 y 2014, Querétaro, Zacatecas y Aguascalientes
presentaron el mayor crecimiento en el índice de productividad laboral
(2,6 puntos porcentuales), en contraste con una contracción promedio en
los tres estados con el desempeño menos favorable de Baja California,
Baja California Sur y Campeche (3,1 puntos).Por tamaño de empresa, la tercera brecha es que el análisis de los censos económicos permite concluir que, "en promedio, la productividad laboral de las empresas grandes manufactureras es un 20 por ciento superior a la que presentan las microempresas, un 7 por ciento por encima de las pequeñas y un 5 por ciento mayor que las empresas medianas".
Por
orientación de la producción, las clases de actividad económicas con
alta intensidad exportadora (por ejemplo, fabricación de componentes
electrónicos y de motores de combustión interna) son –en cuarto lugar–
un 84 por ciento más productivas que las que registran una baja
intensidad exportadora (elaboración de alimentos para animales).
En
cuanto a género, en quinto lugar, aun cuando se nota una mayor
participación de mujeres en la fuerza laboral, principalmente en
servicios, su peso sigue siendo limitado y el dinamismo de su
incorporación es lento.Finalmente, por calificación de la fuerza laboral, por hora trabajada, los trabajadores con educación baja sólo producen, en promedio, la mitad que los trabajadores con educación media, mientras que en promedio los trabajadores con educación alta son 20 veces más productivos.
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