Bajo la lupa
Alfredo Jalife-Rahme
La Jornada
La tripleta del
Departamento de Investigación del FMI –su vicedirector, Jonathan D.
Ostry; su jefe de división, Prakash Loungani, y el economista Davide
Furceri– (http://goo.gl/9CEcVO) llega con mucho retraso a la fastidiosa conclusión de que
algunas (sic) políticas neoliberales han incrementado la desigualdad, en lugar de promover el crecimiento, lo cual pone en riesgo la expansión duradera.
El FMI arroja a la basura 41 años de carnicería financierista... Foto Ap
Nunca citan el libro del economista galo Thomas Piketty, El capital en el siglo XXI (https://goo.gl/Yy6ML2),
el cual es probable que marque en el corto plazo el rumbo ideológico de
la muy cuestionada teoría económica en todo su alucinante
caleidoscopio.
Después de haber descuartizado a Thomas Piketty como
doctrinario, aburrido y erróneo en sus estadísticas, el mismo Financial Times, portavoz del neoliberalismo global con The Economist –ambos controlados por BlackRock (http://goo.gl/ntbvWY)–, juzga que sus sensatas teorías
están recibiendo validación (sic) de los inversionistas bursátiles en contra de la creciente desigualdad financieracuando se ha gestado una
rebelión de los accionistascontra los pagos excesivos a los ejecutivos de Deutsche Bank, Goldman Sachs, Citigroup y BP (http://goo.gl/0S3XAE).
Hoy los ciudadanos que votan a los dos lados del Atlántico Norte se rebelan contra la
ortodoxia económicaneoliberal, genuina teología medieval, que ha aplicado sin miramientos el FMI a partir del nefario experimento del binomio thatcherismo /reaganomics de la década de los 70 del siglo pasado.
Justin Trudeau en Canadá, Jeremy Corbyn en Gran Bretaña y Bernie Sanders y Donald Trump en EU no son fenómenos aislados en la anglósfera donde Wall Street y sus banksters han aniquilado a la otrora próspera clase media (http://goo.gl/bcxJep).
La matriz operativa del neoliberalismo global en el Atlántico Norte –EU y Gran Bretaña– es obligada a correrse a la
izquierda, mientras sus vasallos de Latinoamérica sucumben al caduco modelo financierista neoliberal pinochetista.
Se ha generado un “fracking financierista/economicista”
entre el G-7 y sus súbditos en Latinoamérica, quienes se han volcado en
forma disfuncional y asincrónica al fétido neoliberalismo: el cuarteto
Peña/Carstens/Aspe/Videgaray (estos últimos tres, itamitas) en México;
Macri en Argentina, y en Brasil Ilan Goldfajn, ex empleado del FMI y BM
nacido en Israel (http://goo.gl/1KRi4o), nombrado gobernador del banco central por el polémico ministro de Finanzas Henrique Meirelles, instrumento de Wall Street (http://goo.gl/VlsJH3), quienes en su conjunto aceleran el desmantelamiento nacional mediante la nueva tónica del triple golpe mediático/jurídico/ financierista.
Los tres principales economistas del FMI colocan en la picota al
neoliberalismo –en particular, el aplicado a Latinoamérica– por provocar
desigualdad y austeridad fiscal:
Existen aspectos de la agenda neoliberal que no han dado resultados como esperado (sic).
Llegan a
inquietantes conclusiones: la creciente desigualdad ha socavado el crecimiento económico.
La tripleta rememora el júbilo de Milton Friedman, de la Universidad
de Chicago, en 1982, cuando proclamó al pinochetismo neoliberal de Chile
milagro económico.
La revista propagandista de Televisa alucinó también que Chile era el “modelo a seguir (http://goo.gl/o8uVTc)”, quizá por beneficiar al sionismo financierista.
Las ínfulas esotéricas (
La mano invisiblede Adam Smith, del siglo XVIII) y los oráculos estrafalarios del neoliberalismo global se sustentan
en dos principales ejes: 1. La
competitividad creciente mediante la desregulación y la apertura de los mercados domésticos, incluidos los financieros, a la competencia foráneay 2.
Un pequeño papel para el Estado conseguido mediante la privatización y los límites a la capacidad del gobierno para acumular deuda y librar déficits fiscales.
Si el
México neoliberal itamitaha sido el modelo cacareado a seguir ahora, pues resultó en un soberano fracaso cuando, en fechas recientes, se desplomó seis lugares en el
índice de competitividad, sin contar la lastimosa devaluación del peso: 60 por ciento en la etapa aciaga del súper corrupto Videgaray Caso.
La tripleta maneja en su lecho de Procusto estadísticas alegres sobre
la bondad del experimento de Chile que 34 años más tarde –desde 1982–
se encuentra en un sitial menos que mediocre, como ya había anticipado
Rudiger Dornbusch (
una economía de quinto nivel), maestro en el MIT de los entreguistas itamitas Aspe y Videgaray.
Con todo y las maromas pinochetistas/neoliberales de la tripleta del
FMI, el desplome del cobre, importado primordialmente por China, ha
pegado con severidad a Chile cuando ocupa el anodino sitial 45 en la
economía global (424 mil 300 millones de dólares en poder adquisitivo),
casi a la par de Hong Kong (46) y Kazajstán (44), y detrás de Venezuela
(38), Colombia (32), Argentina (26), México (12) y Brasil (8), y muy
cerca de Perú (48), según la CIA (https://goo.gl/vmSbRR).
Un grave error de los zelotes del FMI es que se enfocan únicamente a
Chile y a su fallido modelo pinochetista neoliberal friedmanita y dejan
de lado al restante tanto de 188 miembros del FMI como de los 192 países
de la ONU.
Resulta y resalta que la liberalización de los flujos de capital no siempre es conveniente y depende de
si los países han alcanzado algún umbral de desarrollo financiero e institucional.
El
punto de vista del FMIha también cambiado a
una mayor aceptación de controles (¡supersic!) para lidiar con la volatilidad de los flujos de capitalcuando su
libre flujono es siempre (sic) un apropiado objetivo final.
La
evidencia del daño (sic) económico proveniente de la desigualdad sugiere que los hacedores de la política deben estar más abiertos a la redistribución de lo que ahora sony en
algunos casos, las consecuencias indeseables de la distribución tendrán que ser remediadas (sic) mediante impuestos y gasto gubernamental (¡supersic!) para redistribuir el ingreso.
No ocultan que el
incremento en la desigualdad fue engendrado por la apertura financiera y la austeridadque
pudieron haber socavado el crecimientocuando
existe ahora (sic) una fuerte evidencia (sic) de que la desigualdad puede, en forma significativa, disminuir tanto el nivel como la durabilidad del crecimiento.
En la mira se encuentran los
flujos de capital de corto plazo(los ominosos capitales golondrinos/especulativos) cuando las
políticas de austeridad generan costos (sic) sustanciales de bienestar social debido a los canales del ofertismo, pero que también lastiman la demanda, y así empeoran el empleo y el desempleo.
Concluyen que no existe un modelo que se ajuste a todos, en específico, en referencia a la
consolidación fiscaly a los
límites de la deuda, cuando
existen países que han reducido su tasa de deuda, pero que no les evita reducir su riesgo a una crisis.
El agónico neoliberalismo pinochetista pide a gritos una sepultura
civilizada antes de que siga provocando mayores estragos a la
valetudinaria humanidad.
¡Vivir para creer: el FMI arroja a la basura 41 años de carnicería financierista debido a que alcanzó a sus controladores en el Atlántico-Norte!
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