Martinelli pretende convertir a Panamá en cabeza de playa de la avanzada de Israel en América Latina
Frente a la última visita de Martinelli a Israel y sus controvertidas declaraciones que Israel es el “guardián” de la ciudad santa, algunos medios de comunicación, defensores del Gobierno, han tratado de presentarlo como un simple desliz del mandatario, un “acto involuntario”, de “ignorancia”, de desconocimiento del derecho internacional, que luego un comunicado de la Cancillería intentó remediar o neutralizar. Nada más falso que eso. Veamos:
Las declaraciones de Martinelli fueron duramente cuestionadas por el dirigente palestino Nabil Shaath que dijo: “… no son sólo una ofensa al pueblo palestino, al mundo árabe y a todo el mundo cristiano e islámico, sino que también una ofensa al derecho internacional”.
Y dijo más: “Mientras el presidente de Panamá llama a Israel guardián de Jerusalén sería importante que pudiese explicar el sentido de sus palabras a las familias palestinas que cada semana pierden sus casas y permisos de residencia en Jerusalén, o a los millones de cristianos y musulmanes a los cuales no se les permite el acceso de la Ciudad Santa”.
Destacó que “desde que Martinelli ha sido elegido presidente de la República de Panamá, ese país ha virado totalmente su política exterior para convertirse en el único estado latinoamericano que desafiando la postura unificada del continente se ha aliado a Micronesia e Islas Marshall en la defensa ciega de Israel frente a Naciones Unidas”.
Martinelli se comprometió de ahora en adelante a apoyar al régimen sionista y la “posición americana” en los foros internacionales respecto a Israel, en lo que constituye una humillante postura asumida por un mandatario que hace recordar la época de la llamada Patria boba, o a personajes de la calaña de Bunau Varilla y todos los que se prestaron para entregar el Canal a Estados Unidos a perpetuidad.
FRENADESO ha venido advirtiendo de manera insistente que lo que hay en el fondo es la participación del Gobierno de Martinelli dentro de un gran complot internacional, que expone a Panamá a peligros inimaginables.
En su empeño por cumplir la misión encomendada por los imperialistas y mover el péndulo ideológico en la región de la izquierda a la derecha, Martinelli ha hecho alianzas con los sectores más retrógrados a nivel internacional.
El viaje a Israel busca reforzar acuerdos en materia de seguridad y una alianza militar con el régimen sionista.
Martinelli procura convertir a Panamá en cabeza de playa de la avanzada de Israel en la región para desestabilizar a gobiernos progresistas y revolucionarios y atacar a los movimientos sociales de países hermanos que los sionistas consideran sus objetivos por el acercamiento de estos con países u organizaciones que ellos califican de enemigos, como el caso de Irán o la representación del sufrido pueblo de Palestina.
El organismo terrorista Mossad del Gobierno de Israel, que jugó un papel determinante en el golpe de Estado de Honduras, el cual fue apoyado por Martinelli, le brinda protección personal al mandatario y sus agencias de mercenarios enmascaradas como agencias de seguridad ofrecen asesoría y pertrechos militares desde nuestro país al resto del continente. Desde aquí se surtió de gases tóxicos y armamentos al ejército hondureño para reprimir al valiente pueblo de este país hermano en la reciente asonada militar.
Agentes de la Mossad conforman el anillo de seguridad presidencial, tal cual ha sido confirmado por diversos medios. Lo mismo acontece en Honduras donde agentes del Mossad han asumido la seguridad de Porfirio Lobo.
El Mossad es un organismo siniestro y tenebroso, que actúa sin escrúpulos asesinando a militantes palestinos en cualquier parte del mundo, tal como aconteció recientemente con un dirigente de Hamás en Dubai, hecho condenado por la comunidad internacional y que mantiene a Israel enfrentado a un grupo de países europeos que denuncian el uso de pasaportes de estos países por los agentes israelíes.
En sus acciones criminales de espionaje y atentados, los agentes del Mossad han establecido alianzas con la CIA, ejércitos represores y torturadores, carteles del narcotráfico y grupos mafiosos y terroristas en los que participan elementos como el reconocido terrorista Luis Posada Carriles, el mismo que en el año 2000, en el marco de la Cumbre de Presidentes Iberoamericanos, organizó un atentando que intentaba asesinar en la Universidad de Panamá al mandatario cubano Fidel Castro y con él a miles de ciudadanos panameños congregados en ese lugar. Posada Carrilles y sus secuaces, quienes fueron arrestados por este hecho, fueron luego ilegalmente indultados por el Gobierno de Mireya Moscoso y sacados secretamente del país rumbo a Honduras y Estados Unidos.
Israel, miembros del ejército colombiano y de las Fuerzas de Defensa de Noriega, asesoran la creación del denominado Ministerio de Seguridad Pública, que hemos calificado como un Ministerio de Guerra, que revive formalmente el ejército en Panamá, supuestamente eliminado de la Constitución Política tras las reformas aprobadas luego de la invasión yanqui de 1989. Asimismo están detrás del denominado Servicio Nacional de Inteligencia y Seguridad (SENIS), el cual será legislado por decreto ejecutivo.
El Gobierno de Martinelli ya había anunciado su apoyo incondicional a Israel en los foros internacionales dentro de los debates del diferendo árabe-israelí a cambio del apoyo del poderoso e influyente lobby judío al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
Este activismo internacional de Martinelli lo ha llevado también a aliarse con el Gobierno Narcoparamilitar de Alvaro Uribe, arrastrando a Panamá al conflicto bélico que, desde décadas, sufre este hermano país, tal como se demuestra con los incidentes recientes en Darién en los que ha estado envuelto el Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT) de la Policía Nacional, y por lo cual el ex Fiscal Rosendo Miranda ha presentado una denuncia contra el Presidente ante los tribunales de justicia.
A ello debemos agregar las 11 bases aeronavales que se establecerán en nuestro territorio y que constituyen puestos de avanzada yanquis dentro del gran complejo militar que representan las 7 bases militares norteamericanas en Colombia y el despliegue de la IV Flota Naval de Estados Unidos para el control imperialista de todo el continente.
Las aventuras de Martinelli exponen a nuestro país a peligros sorprendentes, comprometen aún más la seguridad de todos los panameños, afectan la supuesta neutralidad del Canal, van en contra de la vocación de paz de los panameños y violan claramente los preceptos constitucionales, conformado todo esto delitos de lesa patria por lo que en su momento el Presidente deberá ser juzgado.
Frenadeso Noticias
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