Los
mensajes de correo electrónico, filtrados por WikiLeaks, muestran que,
durante su gestión como secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton
preguntó al entonces subsecretario de Asuntos Hemisféricos, Arturo
Valenzuela, cómo "tirar de las riendas a Chávez". Valenzuela sugirió
recurrir a la ayuda de los socios regionales para minar a Chávez.
"Dado que EEUU debe tener en cuenta los sentimientos regionales de las personas, tiene que fingir que le gusta o favorecer unas buenas relaciones, pero nunca va a dejar de desestabilizar América Latina, o Venezuela", explicó Domínguez.
Clinton también expresó su preocupación por la decisión de las Naciones Unidas de condenar el golpe militar en Honduras en 2009, apoyado por ella. En 2009, el democráticamente elegido presidente de Honduras, Manuel Zelaya, fue derrocado por los militares respaldados por los partidos opositores. A pesar de que los aliados tradicionales de Estados Unidos —como la UE— condenaron el golpe, Clinton confesó que quería ver un nuevo gobierno que reemplazara la administración de izquierda de Zelaya y "restableciera el orden".
Además, se reveló que la agencia federal del Gobierno de EEUU, encargada de supervisar todas las transmisiones de radio y televisión no militares del Gobierno federal —BBG—, pidió a Clinton aumentar los fondos con el fin de "luchar contra los esfuerzos de la diplomacia pública de los enemigos de América". El presidente de la agencia, Walter Isaacson, identificó explícitamente estos estados como "Irán, Venezuela, Rusia, y China."
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Posteriormente, el presupuesto anual de la BBG aumentó unos 750 millones de dólares. La agencia incrementó las actividades en los países antes mencionados. Clinton respondió a esto enviando un correo electrónico que decía: "¡Que empiece la diversión!"
El doctor Domínguez cree que el objetivo final de Estados Unidos es ver la caída del Ejecutivo de Venezuela, actualmente dirigido por el exasistente de Chávez, Nicolás Maduro, quien goza de apoyo popular.
"El Gobierno de Estados Unidos dio un golpe en el sector privado de la distribución de alimentos, conteniendo los alimentos, lo que obliga a la gente a hacer colas. Tras horas de hacer cola, la gente se vuelve descontenta. El resultado es que se vuelven muy infelices, especialmente los pobres. Creo que la idea es socavar la base de apoyo de la que goza el Gobierno de Chávez-Maduro, y si son capaces de hacerlo, piensan que van a crear las condiciones para derrocar al Ejecutivo, que es lo que hicieron en Chile en el año 1973", comentó Domínguez a Sputnik.
Desde principios de la década de 1970, el Gobierno estadounidense llevó a cabo diversas políticas subversivas en América Latina, encaminadas a socavar los gobiernos elegidos democráticamente, por lo general de izquierda.
Esto comenzó en 1973, con el golpe militar contra el primer ministro chileno Salvador Allende y la imposición del general Augusto Pinochet. En 2001 y 2002, el Ejecutivo de Estados Unidos intensificó la financiación de los grupos de la oposición venezolana para crear una oposición viable en contra del presidente Hugo Chávez.
Estas políticas continúan hasta nuestros días y, si Hilary Clinton es presidenta, es probable que permanezcan sin cesar.
"Tenemos
que considerar cuidadosamente las consecuencias de enfrentarse a él
públicamente, pero hay que buscar oportunidades entre otros en la región
para que nos ayuden".
Los correos electrónicos filtrados
confirman una tendencia continua de la intervención encubierta en contra
de Venezuela y los Gobiernos de izquierda en toda América Latina en
general, tales como Cuba y Ecuador. WikiLeaks también expuso la
estrategia de 2006 de la embajada de Estados Unidos respecto al entonces
democráticamente electo presidente Chávez, diciendo que "una creativa
propaganda de EEUU, dirigida a los socios regionales de Chávez, abriría
una brecha entre él y ellos".
El
doctor Francisco Domínguez, de la Campaña de Solidaridad con Venezuela,
comentó a Sputnik que, "tras la elección de Chávez en Venezuela y la
elección del partido de los Trabajadores en Brasil en 2002, la región,
en especial Venezuela, comenzó a distanciarse de EEUU, creando sus
propios cuerpos, en gran parte regionalmente integrados. Debido a eso,
EEUU estaba perdiendo influencia. Venezuela ha sido el principal
defensor de estas ideas. Por eso Estados Unidos ha estado atacando tanto
el país".
Mientras que en público Clinton expresó su amistad
respecto a Venezuela, los correos electrónicos filtrados revelan una
intención diferente hacia la nación de Latinoamericana."Dado que EEUU debe tener en cuenta los sentimientos regionales de las personas, tiene que fingir que le gusta o favorecer unas buenas relaciones, pero nunca va a dejar de desestabilizar América Latina, o Venezuela", explicó Domínguez.
Clinton también expresó su preocupación por la decisión de las Naciones Unidas de condenar el golpe militar en Honduras en 2009, apoyado por ella. En 2009, el democráticamente elegido presidente de Honduras, Manuel Zelaya, fue derrocado por los militares respaldados por los partidos opositores. A pesar de que los aliados tradicionales de Estados Unidos —como la UE— condenaron el golpe, Clinton confesó que quería ver un nuevo gobierno que reemplazara la administración de izquierda de Zelaya y "restableciera el orden".
El
Ejecutivo de Venezuela fue uno de los actores regionales que condenaron
el golpe y la posterior represión de la actividad de los izquierdistas.
En aquel momento, Clinton preguntó por qué la ONU estaba tan preocupada
por Honduras, y no por Venezuela: "Está bien, pero, ¿han condenado
alguna vez a Venezuela por negar la libertad de prensa?", escribió a un
funcionario.
Uno de los correos electrónicos filtrados también
recomienda no gastar los fondos de la Usaid —Agencia de Estados Unidos
para el Desarrollo Internacional— en estados izquierdistas como
Venezuela, Cuba o Nicaragua, debido a que tales fondos podrían "socavar
el desarrollo democrático real".Además, se reveló que la agencia federal del Gobierno de EEUU, encargada de supervisar todas las transmisiones de radio y televisión no militares del Gobierno federal —BBG—, pidió a Clinton aumentar los fondos con el fin de "luchar contra los esfuerzos de la diplomacia pública de los enemigos de América". El presidente de la agencia, Walter Isaacson, identificó explícitamente estos estados como "Irán, Venezuela, Rusia, y China."
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Posteriormente, el presupuesto anual de la BBG aumentó unos 750 millones de dólares. La agencia incrementó las actividades en los países antes mencionados. Clinton respondió a esto enviando un correo electrónico que decía: "¡Que empiece la diversión!"
El doctor Domínguez cree que el objetivo final de Estados Unidos es ver la caída del Ejecutivo de Venezuela, actualmente dirigido por el exasistente de Chávez, Nicolás Maduro, quien goza de apoyo popular.
"El Gobierno de Estados Unidos dio un golpe en el sector privado de la distribución de alimentos, conteniendo los alimentos, lo que obliga a la gente a hacer colas. Tras horas de hacer cola, la gente se vuelve descontenta. El resultado es que se vuelven muy infelices, especialmente los pobres. Creo que la idea es socavar la base de apoyo de la que goza el Gobierno de Chávez-Maduro, y si son capaces de hacerlo, piensan que van a crear las condiciones para derrocar al Ejecutivo, que es lo que hicieron en Chile en el año 1973", comentó Domínguez a Sputnik.
Desde principios de la década de 1970, el Gobierno estadounidense llevó a cabo diversas políticas subversivas en América Latina, encaminadas a socavar los gobiernos elegidos democráticamente, por lo general de izquierda.
Esto comenzó en 1973, con el golpe militar contra el primer ministro chileno Salvador Allende y la imposición del general Augusto Pinochet. En 2001 y 2002, el Ejecutivo de Estados Unidos intensificó la financiación de los grupos de la oposición venezolana para crear una oposición viable en contra del presidente Hugo Chávez.
Estas políticas continúan hasta nuestros días y, si Hilary Clinton es presidenta, es probable que permanezcan sin cesar.
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