Acasi ocho meses de
haber terminado su segundo periodo presidencial, la ex mandataria
argentina Cristina Fernández de Kirchner sostuvo la primera entrevista
con este diario y otros medios internacionales. En el largo intercambio
la veterana política hizo un balance de los desafíos enfrentados durante
los 12 años durante los cuales ella y su esposo, el fallecido ex
presidente Néstor Kirchner, encabezaron la recuperación económica y la
reconstrucción política de Argentina tras la devastadora crisis que
marcó el inicio de siglo en la nación austral. La mandataria también
desplegó un agudo análisis de los conflictos desatados desde que la
derecha más conservadora regresó al poder de la mano del empresario y ex
alcalde de Buenos Aires Mauricio Macri, los cuales, sostiene Fernández,
trascienden al ámbito de su país y se enmarcan en una serie de
transformaciones regionales y globales.
El encuentro, que se realizó en la residencia de la primera mujer
elegida para ocupar la Presidencia argentina, se produjo en un contexto
de especial relevancia por la persecución judicial desatada en su
contra, pero también por la preocupante crisis económica y moral que no
deja de agravarse desde el inicio de la actual administración el pasado
10 de diciembre. En efecto, desde que Cristina Fernández volvió a la
vida civil, al linchamiento mediático que la derecha articuló para
desestabilizar su mandato se ha sumado un incesante hostigamiento
judicial que incluye embargo de bienes, acciones contra su familia y ex
colaboradores y amenazas de encarcelamiento por casos que, de acuerdo
con expertos en materia jurídica, carecen notoriamente de cualquier
sustento legal.
A la vez, el regreso de la ortodoxia neoliberal y el desmantelamiento
acelerado de todas las medidas de bienestar social instauradas durante
el periodo kirchnerista han provocado una debacle económica que se
resiente con agravada intensidad entre los extensos sectores populares,
pero que ha golpeado también a las clases medias, e incluso a segmentos
relativamente acomodados de la población. La política de despidos
masivos adoptada por el gobierno federal y reproducida por la iniciativa
privada ha dejado de saldo al menos 150 mil empleos perdidos, mientras
los incrementos descontrolados en el costo de servicios básicos
dispararon la inflación a más de 40 por ciento, causando un aumento de
33 por ciento en la cantidad de personas que viven por debajo del umbral
de la pobreza, en sólo cinco meses de administración.
Como la ex mandataria señaló a este diario, ni el
hostigamiento hacia ella ni el embate contra las condiciones económicas
de las mayorías constituyen hechos aislados. Al contrario, ubica estos
fenómenos dentro del retroceso experimentado por los gobiernos
nacional-populares que impulsaron la integración regional, y su remplazo
en aras de la reconstrucción de un paradigma en el cual se excluye a la
sociedad de los beneficios del desarrollo y se concibe a los países de
la región como un mero reservorio de recursos supeditado a intereses
foráneos.
Al reafirmar su resolución de enfrentar el acoso del régimen macrista
desde la militancia política que siempre ha ostentado, la ex senadora
Fernández ubicó el encuentro con los periodistas dentro del llamado que
hizo en abril para crear un gran frente en defensa de los derechos
arrebatados, iniciativa en la que ella apeló a los ciudadanos al margen
de filiaciones partidistas. No queda sino hacer votos por que tal
intención prospere para revertir los graves retrocesos en materia
económica y de garantías democráticas que atraviesa la nación argentina.
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