Venezuela
rechazó el lunes las acusaciones sobre un supuesto “ambiente permisivo”
a actividades de ciertos grupos terroristas hechas por el Departamento
de Estado de EE.UU. en su contra.
El Gobierno de Venezuela
reprochó a Estados Unidos las "menciones difamatorias" que, según
Caracas, están incluidas en el último informe sobre terrorismo 2015 del
Departamento de Estado norteamericano, presentado el pasado 2 de junio. En el último informe sobre terrorismo del referido Departamento estadounidense se acusa de manera infundada a Venezuela de no cooperar "completamente" con los esfuerzos antiterroristas de Washington, y se señala que el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, no ha tomado medidas contra altos cargos considerados cabecillas del narcotráfico por el Departamento estadounidense del Tesoro.
La Cancillería de Venezuela, mediante un comunicado oficial, señala que el Gobierno estadounidense tiene una doble moral en la aplicación de sanciones y presentación de informes en materia de terrorismo. En el escrito, el país bolivariano recuerda a los Estados Unidos que Venezuela condena toda forma de terrorismo, incluyendo el de Estado, y lamenta que el país norteamericano no tenga en cuenta los “informes creíbles” que se han elaborado al respecto, para después asegurar que Venezuela es un territorio libre de terrorismo.
"Washington no tiene mandato para evaluar a los Estados soberanos en ninguna materia, incluido el terrorismo, y, en consecuencia, debe abandonar sus prácticas injerencistas que contravienen las normas del derecho internacionalmente reconocidas por las naciones civilizadas que creemos en la actuación internacional con apego estricto a la Carta de las Naciones Unidas", señala el comunicado del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela.
El Departamento de Estado de EE.UU. presentó el jueves pasado su Informe sobre Terrorismo 2015, en el que acusa a Venezuela de mantener un "ambiente permisivo al apoyo de actividades que beneficiaron a conocidos grupos terroristas" como ETA (acrónimo de Euskadi Ta Askatasuna, en vasco) y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
La Cancillería venezolana, presidida por Delcy Rodríguez, ha advertido de que "las relaciones diplomáticas bilaterales deben enmarcarse en el respeto mutuo, la no injerencia en los asuntos internos, y en la igualdad soberana de los Estados, principios rectores establecidos en el Derecho Internacional para la buena convivencia entre países", y exige, por lo tanto, al Gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, no entrometerse en los “asuntos internos” de su país.
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