La
OEA aprobó el miércoles una declaración conciliadora sobre Venezuela
para encontrar una pronta solución a la crisis política que se vive en
el país bolivariano.
Un día después de que el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, invocara la aplicación de la Carta Democrática Interamericana para Venezuela,
los 34 países miembros de este organismo acordaron un texto que exhorta
a un “diálogo abierto” entre el Gobierno que preside Nicolás Maduro y
la oposición.A esta reunión no asistió Almagro para dejar claro que esta iniciativa difiere de la suya, y en su lugar acudió su jefe de gabinete, Gonzalo Koncke, a quien el presidente del Consejo Permanente, el embajador argentino Juan José Arcuri, negó la palabra al término de la reunión, una situación considerada insólita por los más veteranos y que el mismo Koncke vivió con “desconcierto”.
Esta victoria es un reconocimiento al gobierno constitucional del Presidente Nicolás Maduro y al sistema democrático de promoción de DDHH (derechos humanos)", escribió en su cuenta de Twitter la jefa de la diplomacia venezolana, Delcy Rodríguez.Tras respaldar la iniciativa liderada por los exmandatarios de España, República Dominicana y Panamá, José Luis Rodríguez Zapatero, Leonel Fernández y Martín Torrijos, respectivamente, los países cerraron un consenso en torno a la propuesta argentina tras algunas modificaciones a instancias de la delegación venezolana, que logró incluir una mención a que las iniciativas de mediación se realicen en "pleno respeto a la soberanía" de Venezuela.
Arcuri declaró el "consenso" de los países a la declaración, con el único desacuerdo de Paraguay, ya que, según su representante, Elisa Ruiz, Paraguay no puede acompañar la declaración si no incluye el recurso del referendo revocatorio que la oposición venezolana impulsa contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
"Paraguay no se opone pero tampoco se suma al consenso", dijo Ruiz.
Almagro activó el martes la Carta Democrática contra Venezuela; ante este pedido, Maduro respondió así: "Nuestra revolución será absuelta por la historia. Pero tú, Almagro, serás condenado al fango más profundo del infierno de los traidores a las causas de América Latina, y Venezuela te señalará toda la vida por impulsar la intervención de nuestra amada patria".
Así mismo, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, acusó al secretario general de la OEA de ser “un instrumento imperial” y le recordó que no tiene ninguna potestad para dar órdenes en el país bolivariano. El Gobierno de Maduro consideró los hechos una “injerencia” y una estrategia para provocar una intervención de Estados Unidos e hizo un llamado a los jóvenes a seguir una “campaña permanente” para que el mundo sepa la “agresión imperialista” contra el país.
De la misma manera, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) condenó la actitud injerencista del secretario general de la OEA por pedir la activación de la Carta Democrática contra Venezuela, y a través de un comunicado condenó la política de doble rasero de este ente internacional, para después dejar en claro que la OEA actúa en el marco de los objetivos de EE.UU. para crear división y facilitar a Washington el dominio de la región.
Por otro lado, se supo que Venezuela proclamó el miércoles, como una victoria, la declaración aprobada por la OEA en “apoyo al diálogo, la Constitución y La Paz”, como escribió en su cuenta de Twitter la canciller venezolana, quien, además, se mostró agradecida con los países que respaldan la soberanía de Venezuela.
"Esta victoria es un reconocimiento al gobierno constitucional del Presidente Nicolás Maduro y al sistema democrático de promoción de DDHH (derechos humanos)", agregó la jefa de la Diplomacia venezolana.
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