Entrevista a Hernando Calvo Ospina, autor de "El equipo de choque de la CIA"
Opera Mundi
Las
revelaciones de que los Estados Unidos de América han espiado a los
países aliados y empresas extranjeras, incluyendo las conversaciones de
la presidenta DIlma Rousseff, han generado una crisis diplomática y una
serie de críticas contra Estados Unidos. Pero el periodista colombiano
Hernando Calvo Ospina, autor del libro "El equipo de choque de la CIA",
las revelaciones de Edward Snowden, mostrando el volumen y el alcance
del espionaje estadounidense, no constituyen ninguna novedad.
En
su libro, Calvo Ospina traza un recorrido histórico detallado de cómo
se forjó el perfil de actuación del servicio de inteligencia y
espionaje, desde la actuación en Nicaragua, pasando por los sucesivos
intentos de desestabilización del gobierno cubano y las intervenciones
en Chile, Vietnam y Angola. Él explica que el proceso de injerencia en
una nación extranjera realizado por la CIA funciona como "una gran
maquinaria diplomática, económica y propagandística".
Actualmente asilado en Francia, Ospina es colaborador de Le Monde
Diplomatique, autor de varias obras sobre el narcotráfico y los grupos
de resistencia en América Latina. En 2009 se le prohibió ingresar en el
espacio aéreo estadounidense porque su nombre constaba en la "no fly
list", documento creado en la época del Gobierno Bush con los nombres
de personas que representaban un peligro para los Estados Unidos de
América. Su vuelo, que se dirigía a México, fue obligado a desviar su
ruta.
Paulo Pastor Monteiro : ¿Le sorprendieron las revelaciones realizadas por Edward Snowden? ¿Es posible medir el nivel de vigilancia de la CIA?
Hernando Calvo Ospina: Yo saludo que esas revelaciones hayan creado
cierto rechazo público, pero me sorprendió que sorprendieran. Eso no
era un secreto, ni algo nuevo. Por ejemplo, no hace muchos años Brasil
y Francia fueron espiados por las agencias de seguridad estadounidenses
durante la negociación de un gran contrato comercial. Sus empresas
lograron saber los detalles de los pre-acuerdos, pero también
conocieron que las francesas estaban distribuyendo dinero bajo la mesa
para que fueran seleccionadas. Unos años más atrás la seguridad
francesa debió reconocer que el helicóptero del presidente Chirac tenía
micrófonos, y que sus conversaciones eran escuchadas en una poderosa
embajada aliada. A fines de los años setenta se denunció que Estados
Unidos tenía organizada una inmensa red de espionaje mundial,
denominada Echelon, para interceptar y analizar las comunicaciones
electrónicas. De Echelon también participan Gran Bretaña, Australia,
Canadá y Nueva Zelanda, aunque Estados Unidos decide lo que comparte
con sus socios. Es una red de espionaje súper perfeccionada. Aunque la
Unión Europea investigó y protestó, nada cambió. Todo lo contrario.
Con las revelaciones de Snowden, lo que quizás molestó a las naciones
aliadas de Washington, principalmente europeas, es darse cuenta de que
ese espionaje no tuviera límites. Y que el espionaje económico
estuviera entre lo prioritario.
Ahora, ese espionaje
electrónico no es tan efectivo en la llamada “guerra al terrorismo”. La
propia CIA tuvo que reconocerlo ante el Senado hace pocas semanas. Por
ejemplo, la CIA y otros servicios de seguridad de ese país tuvieron que
pedir ayuda a sus colegas en Francia e Inglaterra para poder dar
seguimiento, y entender, a las organizaciones políticas en países
árabes y del medio oriente. En esos lugares los europeos tienen mucha
experiencia por su histórica presencia colonizadora, y porque han
privilegiado las relaciones humanas para conseguir información.
PPM :
La presidenta de Brasil, Dilma Rousself , dijo en su discurso ante la
ONU que las prácticas de espionaje violan los derechos humanos y las
libertades civiles. Obama respondió que iban a estudiar otras formas
para obtener las informaciones. ¿Considera que EE.UU. dejará de espiar
a otros países? ¿Existe la posibilidad de un cambio?
HCO:
El presidente Obama nunca dijo, ni dirá, que el espionaje se detendrá.
Simplemente tratarán de que no existan más fugas de información ni
otros Snowden. Pero un día de estos surgirán otros para contarnos lo
que ya imaginábamos o sabíamos. Y, por unos días, los medios de prensa
se dirán consternados; mientras algunos gobiernos volverán a protestar
por simple formalismo, empezando por los europeos. Es que, hasta el
momento, no hay nada que hacer pues Washington tiene el poder para
actuar como quiera y cuando lo vea conveniente a sus intereses, que es
lo único que les importa. Al poder estadounidense el altruismo y el
respeto a la soberanía de las demás naciones solo les importan cuando
les produce ganancias.
PPM: ¿Cómo define usted
el término “terrorismo de estado”? ¿Cuál es la diferencia del
terrorismo practicado por la CIA y el producido por los llamados
“países amigos”?
HCO: Cuando las
instituciones de una nación funcionan en conjunto, incluida la
Justicia, para reprimir al “enemigo interno”, o sea a la oposición
política, ello es terrorismo de Estado. Normalmente son las dictaduras
quienes lo practican, pero existen Estados considerados como
democráticos que pueden ser peores, como es el caso del colombiano.
También existe terrorismo “oficial” cuando un Estado se cree con el
derecho de asesinar a inocentes en otras naciones, sea en operaciones
llamadas “selectivas” o por medio de invasiones denominadas
“humanitarias”. Estados Unidos, Israel, Francia y Gran Bretaña lo han
hecho muy regularmente. En un caso y otro se hace casi siempre bajo el
pretexto de salvar o imponer la democracia. Y es seguro que muchas
acciones que han realizado y promovido la CIA estadounidense, el Mossad
israelí y otros servicios de represión estatales han producido más
muertes y terror entre la población civil inocente que muchas
dictaduras y organizaciones denominadas “terroristas”.
PPM: ¿Fue difícil reunir todas las pruebas y documentos para su libro (*)? ¿Esa información sería suficiente para condenar a los ex miembros de la CIA y del gobierno de EE.UU que Usted menciona?
HCO:
La CIA y las otras 15 agencias de seguridad estadounidenses no son solo
una amenaza para la soberanía de otras naciones, sino un peligro para
la paz mundial y el futuro del planeta. Y lo son porque responden a los
intereses de un imperio que se propone apoderarse de todos los recursos
estratégicos del mundo. Ellas son parte de un ejército de conquista que
chantajea, avasalla, mata y aterroriza.
La información sobre
la CIA está ahí, en internet, en libros, en muchos documentos
elaborados por sus propios especialistas. Solo se debe buscar,
investigar un poquito. Ellos se sienten con tanto poder que no les
preocupa mostrar mucho de lo que han hecho.
Ahora, mi libro
solo contiene una gota de información. Aún así, en él existen bases
para iniciar el juicio a todos los que menciono, empezando por los
presidentes de Estados Unidos. Porque como ya lo han dicho varios
investigadores, desde Eisenhower todos los presidentes de esa nación
han sido verdaderos criminales y terroristas, con la particularidad de
ir a misa antes de ordenar a las tropas el asesinato y saqueo de
pueblos inocentes. Con el pretexto de salvar a la democracia, a la
sociedad occidental y al cristianismo.
PPM: ¿Nos podría dar ejemplos de interferencias y abusos de la CIA, que más lo hayan sorprendido o chocado, y por qué?
HCO: Lo que he conocido de la CIA y otras agencias de seguridad me ha
indignado como humano. Pero lo que no deja de sorprenderme es que
cuando ellas se lanzan en sus campañas mediáticas de intoxicación,
preparando el terreno para derribar a determinado gobierno o para
realizar otras acciones criminales, muchos intelectuales y dirigentes
políticos de izquierda terminan creyéndolo. Por eso a muy pocos de
ellos les creo cuando hacen grandilocuentes discursos sobre la
manipulación mediática, pues cuando el New York Times, O Globo de Brasil, o El País
de España arrancan con las campañas diseñadas en el Pentágono o en la
CIA, ellos empiezan a repetirlas o a dudar de sus propios análisis.
Por ello, para mí, los resultados más espectaculares de la CIA y de
otras agencias secretas de represión no es el espionaje ni las acciones
militares: es la capacidad que tienen para manipular la realidad. Para
manipularnos, y hacernos creer que estamos equivocados y somos los
malos.
(*) Edición castellana del libro de Hernando Calvo
Ospina: El Equipo de Choque de la CIA. Cuba, Vietnam, Angola, Chile,
Nicaragua…”. Ediciones El Viejo Topo. Barcelona, 2010
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