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miércoles, 23 de octubre de 2013

Fracking exacerba calentamiento global, según IPCC/Unión Europea


Bajo La Lupa
Alfredo Jalife-Rahme

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Protesta en Rumania para que se cancelen los planes de Chevron, que pretende perforar su primer pozo de exploración en busca de gas shale en el pequeño pueblo de PungestiFoto Reuters

Un reporte demoledor del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) puede significar el sepelio de la exploración del shale gas (gas esquisto/lutitas) y su nocivo fracking (fracturación hidráulica) en la Unión Europea (UE), al exponer que su emisión del tóxico metano (10 por ciento de la extracción total del shale gas) es 86 veces más dañino que el CO2 en un periodo de 20 años con los riesgos de desencadenar una ominosa “asa de retroalimentación (feedback loop)” para el calentamiento global (Ambrose Evans-Pritchard, The Daily Telegraph, 10/10/13).

El director general de la Comisión Europea de las Divisiones del Clima, Jos Delbeke, fustiga que el metano es un gas invernadero más poderoso que el CO2, lo cual, a mi juicio, puede enterrar la polémica extracción del shale gas en la UE, que es muy sensible a la preservación del medio ambiente.

Evans-Pritchard cita una explosiva declaración de Delbeke al rotativo británico The Daily Telegraph: “el nivel de las emisiones de metano inclinará la balanza a favor o en contra del desarrollo del shale gas: es el tema central. No queremos copiar (¡supersic!) y pegar lo que ha sucedido en EU, queremos hacer las cosas diferentes en Europa”. ¡Ohlala!

¿Por qué, entonces, la polémica reforma energética Peña/Videgaray/Aspe se obstina en copiar y pegar ciegamente el controvertido proyecto del shale gas de EU para su discriminativo proyecto de seguridad energética de Norteamérica que engloba a Canadá (con canadienses) y a México (sin mexicanos)?

Más que por el bien de la humanidad, el británico Evans-Pritchard se preocupa por el unilateralismo energético de Gran Bretaña (GB), en detrimento del bienestar ciudadano y el medio ambiente de Europa continental, ya no se diga global: “las ambiciones del fracking en GB amenazadas por la advertencia de la UE sobre las emisiones de metano”.
¿A poco la toxicidad del metano actúa diferente en el archipiélago británico que en el continente europeo?

Basta y sobra con que el tóxico metano exacerbe el calentamiento global para abolir definitivamente cualquier proyecto de extracción del fracking en cualquier parte del mundo con el fin de explorar/producir el cada vez más repelente shale gas, que puede constituir uno de los máximos venenos del siglo 21 debido a la inyección secreta de más de 90 sustancias químicas desconocidas (literal), a su contaminación de los pocos mantos freáticos que quedan en el mundo, de su probable provocación de sismos (no se diga en un país altamente telúrico como México) y del daño a la salud pública: graves riesgos que no toma en cuenta en absoluto la entreguista/masoquista reforma energética Peña/Videgaray/Aspe.

En forma incongruente, para no decir esquizofrénica, España ha prohibido correctamente la exploración del shale gas en la región de Cantabria, mientras sus depredadoras empresas gaseras neocoloniales en México la promueven sin importar su daño humano y ambiental. Estas dos pesas y dos medidas no las toma tampoco en cuenta la entreguista/masoquista reforma Peña/Videgaray/Aspe, que opta por la política del avestruz frente a la prohibición del tóxico shale gas en Francia, Bulgaria, Dinamarca y Republica Checa, ya no se diga la profunda hostilidad (sic) de los ciudadanos alemanes, según confiesa el mismo Evans-Pritchard, quien reconoce que “la nueva (sic) preocupación sobre el metano transforma el panorama, ya que provee un caso poderoso (¡supersic!) para quienes desean frenar de tajo el fracking”. Obviuosly! Los ciudadanos del mundo no deseamos que nos envenenen las depredadoras petroleras anglosajonas.

Por pureza dialéctica, expongo la antítesis de Bruno Waterfield, corresponsal de The Daily Telegraph (9/10/13), quien aduce que la “UE desea descarrilar el fracking para salvar a las granjas eólicas”. Este punto de vista muy debatible es interesante porque exhibe el choque de los intereses tecnoindustriales entre el fracking y su contraparte eólica
Waterfield fustiga que la agenda de la UE es doblemente ambientalista y, por ende, tecnofóbica. Bueno, la entreguista/masoquista reforma Peña/Videgaray/Aspe peca de todos los males porque es simultáneamente tecnofóbica (desprecia la transferencia de tecnología) y notoriamente antiambientalista (participa insensatamente en el shale gas para beneficio unilateral de EU y gratifica a las depredadoras del Golfo de México: BP, Halliburton y Schlumberger).

Waterfield arremete contra los catastrofistas ambientalistas quienes “han asesinado (sic) los transgénicos, exagerado el uso de los energéticos renovables y disminuido la energía nuclear (especialmente en la fase post-Fukushima) y ahora han puesto en su mira al fracking”. ¿Y a poco no gozan de toda la razón en esos polémicos cuatro temas los excelsos ambientalistas que por lo menos se preocupan de la salud pública en la biosfera, a diferencia de la depredación consubstancial del modelo neoliberal financierista que hoy promueve a ciegas el nihilismo a todos los niveles biológicos/geológicos?

Russia Today, que maneja información que Occidente oculta, ha realizado un catálogo de las protestas masivas en todo el mundo en contra del tóxico fracking.

La depredadora petrolera estadunidense Chevron –favorita de Condy Rice y del Instituto (sic) México del pirata Wilson Center (Ver Bajo la Lupa, 31/07/13) y de la entreguista/masoquista reforma Peña/Videgaray/Aspe, como han divulgado The Wall Street Journal Bloomberg– fue obligada a “suspender el plan de exploración de shale gas en una ciudad de Rumania después de las protestas ( The Guardian, 21/10/13)”.

El rechazo en Rumania ha llegado a niveles espirituales cuando el sacerdote Vasile Laiu considera el fracking como un desafío bíblico (sic) de los invasores (sic) contemporáneos: un ejército invasor y de trasnacionales foráneas; caciques y mánagers; traidores (¡supersic!) y cabilderos. ¡Hasta parece describir el entreguismo del México neoliberal itamita!

¿Por qué la entreguista/masoquista reforma energética Peña/Videgaray/Aspe desprecia las evidencias de IPCC/UE sobre la grave emisión de metano que provoca el fracking que exacerba el calentamiento global?

La entreguista/masoquista reforma energética Peña/Videgaray/Aspe padece otros defectos graves aunados a sus siete pecados capitales (Ver Bajo la Lupa, 16/10/13): podría ser controvertidamente legal (aunque los eminentes juristas Diego Valadés, Jaime Cárdenas y John Ackerman sustenten su ilegalidad), pero el vigoroso rechazo ciudadano en más de 70 por ciento la convierte en una contrarreforma ilegítima, anticiudadana y, por ende, antidemocráticamente fascistoide, sin contar que promueve los intereses personales muy privados de ciertos miembros del gabinete Peña vinculados a la nomenclatura fracasada de ex directores de Pemex (ver Reporte Índigo) y a sus conocidos intereses plutocráticos trasnacionales ligados al financierismo del 11/9 (Ver mi conferencia magistral en IIEc/UNAM). Amén.
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