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martes, 22 de octubre de 2013

Elecciones en Colombia marcan el ritmo de conversaciones de paz

La Habana, (PL) A casi un año de iniciadas en La Habana las conversaciones de paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el gobierno colombiano, parece que los tiempos electorales marcan el ritmo de las pláticas.
Así lo expresó Andrés París, integrante de la representación insurgente en la mesa, en declaraciones exclusivas a Prensa Latina.

En su opinión, el ejecutivo de Juan Manuel Santos pretende ajustar la firma de un acuerdo de paz a la contienda electoral.

Con esto buscarían utilizar la mesa como un medio para hacer política en beneficio propio. Todos conocen que el actual Presidente tiene intenciones de reelegirse y el deseo de paz del pueblo colombiano es manipulable, añadió Paris.

En las dos últimas rondas de diálogos el jefe de la delegación gubernamental, Humberto de la Calle, ha deslizado la idea de que la guerrilla es la responsable del lento ritmo de los diálogos.

Ciertamente, la celeridad no es una palabra que defina este proceso.

Desde noviembre pasado, cuando se instaló la mesa en el Palacio de Convenciones de esta capital, solo se ha llegado a un acuerdo parcial sobre el primer punto de la agenda, referido al tema agrario.

A finales de mayo ambas partes retomaron el debate pero esta vez sobre la participación política. Hasta la fecha no hay novedad alguna aunque varias señales dejan avizorar que pudiera acercarse el momento de concretar compromisos sobre este particular.

Sin embargo, las FARC tienen una opinión diferente a la del gobierno.

Con esas declaraciones ellos buscan desviar la atención de los temas importantes, dijo Paris.

La guerrilla contestó a las recriminaciones del ejecutivo aduciendo que en este último ciclo, el XV, presentaron 100 propuestas para la participación política.

"Después de que en el mismo tiempo respondiéramos a todas las inquietudes que fuera del orden de la agenda presentó el gobierno", acotó la insurgencia.

Si cuando hablamos de celeridad nos referimos a tiempos necesarios, estos no pueden tener una dimensión tan breve que haga imposible reflexionar de la mejor manera sobre los problemas que han causado una guerra de más de medio siglo, agregaron.

Además, Andrés Paris consideró que apresurar la búsqueda del fin del conflicto no es viable, más aún si se quiere que esta paz sea "estable y duradera".

Ante la insistencia del ejecutivo de Juan Manuel Santos, las FARC expresaron que la unilateralidad en las determinaciones sobre temas cruciales, como el marco jurídico para la paz y el referendo, sobre los cuales existía un compromiso de convenirlos, retrasa más la concreción de arreglos.

Según el guerrillero Marcos León Calarcá, el gobierno nacional en ocasiones ha querido abordar otros temas que aún no corresponden al tiempo de lo acordado.

Se coloca delante temas importantes como el de las víctimas, el de la dejación de las armas o el de la refrendación de los acuerdos, entonces como que se pierde el paso, porque todos los temas son importantes, añadió.

CONGELAMIENTO En las últimas semanas, varios medios han barajado la posibilidad de un congelamiento de las pláticas durante el período electoral.

Según dijo Paris a Prensa Latina, varios sectores políticos de la nación suramericana también manifestaron interés por esta posibilidad.

Han dejado entender, agregó, que sería un mecanismo útil en aras de preservar lo logrado.

Esta variante surgió tras un sondeo realizado por el presidente Santos entre los congresistas del Partido de la Unidad Nacional.

Allí presentó tres posibles escenarios sobre el futuro de las conversaciones. Estos serían una pausa de los diálogos en la época electoral, romperlos o seguir adelante con estos.

La mayoría de los parlamentarios consultados se manifestó en pro de la continuidad del diálogo y apenas tres optaron por el cierre, "de seguro uribistas" (seguidores del expresidente Álvaro Uribe), comentó Paris.

El anterior mandatario de la nación suramericana es enemigo de los diálogos entre el gobierno y la guerrilla, según sus propias manifestaciones al respecto.

Las FARC -informó Paris- no están en contra de la pausa. Hemos dicho que si es concertada y no se presenta de manera unilateral, estaríamos dispuestos a aceptar esta opción.

No obstante, recordó que aún no se ha abordado en la mesa de manera oficial.

Por su lado, Humberto de la Calle afirmó que la hipótesis de una suspensión no ha sido planteada oficialmente.

"Ni el gobierno, concretamente el Presidente, le ha dado instrucciones a su delegación para tratar el punto de una suspensión", dijo.

SECRETISMO O LETRA DE ACUERDOS

El Acuerdo General firmado en octubre dejó claro que las discusiones en la mesa no se harán públicas. No obstante, el grupo armado y la administración no hacen la misma interpretación.

Las FARC calificaron de absurdo no dar a conocer con mayor frecuencia la plenitud de lo acordado en cada ciclo y se cuestionó cómo puede saber el país la dimensión del avance si se le priva de una información a la cual tiene derecho.

Paris consideró que los representantes oficiales confunden lo acordado. Según él, ellos no quieren dar a conocer los logros, cuando lo estipulado es que no se ventilen las intimidades de la mesa.

Pretenden imponer esas interpretaciones y al final lo que hacen es obstaculizar las discusiones.

El próximo ciclo, que comenzará el 23 de octubre, pudiera ser decisivo en el avance hacia un acuerdo en este segundo punto de la agenda. No obstante, habrá que esperar que las partes soluciones estos disensos y pongan por encima la necesidad de la paz en Colombia.

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