El pasado día 16 de octubre de 2013, La Vía Campesina celebró el Día
Mundial de la Soberanía Alimentaria. En varios lugares repartidos por
todo el mundo, se llevaron a cabo acciones para reclamar un sistema
alimentario dedicado a los pueblos. El movimiento global campesino
eleva su voz para decir alto y claro que la solución real al problema
del hambre es una agroecología dirigida desde el mundo campesino. Las
campesinas y los campesinos no solo alimentan a las comunidades humanas
sino que también ayudan a frenar el calentamiento global y protegen a
la Madre Naturaleza.
A diferencia del agronegocio, las campesinas y los campesinos no conciben la comida como una mercancía con la que especular y sacar provecho del hambre. No patentan la naturaleza con ánimo de su propio lucro privando así a la población de su sustento. En cambio, sí comparten su conocimiento sobre semillas para que todo el mundo tenga suficiente para comer. En el día de hoy, La Vía Campesina quiere apelar a la sociedad y a los gobiernos para que acepte el papel fundamental de las campesinas y los campesinos para la erradicación el hambre y para que les brinden el apoyo necesario para dar de comer al mundo.
El día 16 de octubre fue declarado el Día Mundial de la Alimentación en conmemoración de la fundación de la FAO, la organización de las Naciones Unidas cuyo mandato es terminar con el hambre y la malnutrición en el mundo. La causa destacada de este año es "Sistemas alimentarios sostenibles para la seguridad alimentaria y la nutrición". Con ello, se reconoce que con sistemas alimentarios insostenibles no nos acercaremos a un futuro sin hambre. Sin embargo, los gobiernos, bajo la presión del negocio agroalimentario, siguen promocionando una agricultura basada en la insostenibilidad y en soluciones equivocadas que no llevarán a erradicar el hambre. Desde La Vía Campesina existe la convicción de que los OGM, los agrocarburantes y el acaparamiento de tierras por parte de las corporaciones privadas con el apoyo de gobiernos de todo el mundo hacen aumentar el hambre.
El Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA), organismo principal de las Naciones Unidas en cuanto a la coordinación de políticas para la erradicación del hambre, pasó de la insignificancia a ocupar un papel importante después de los estragos que causó la crisis del 2008 en los precios globales de los alimentos. El objetivo es que estos no se repitan. El día 11 de octubre, finalizó la 40ª sesión del CSA en Roma. En sus decisiones, los gobiernos reconocen el papel fundamental de las campesinas y los campesinos para solucionar el problema del hambre. Andrea Ferrante, miembro de La Vía Campesina dijo en Roma que "los gobiernos del CSA han reconocido la diversidad y la complejidad de la producción a pequeña escala, su necesidad de acceder al mercado así como a intercambios no monetarios. Hemos dejado claro que las y los pequeños agricultores no deben tener que adaptarse al mercado sino que son las normas y las políticas las que se deben adaptar a ellos."
Los agrocarburantes fueron una cuestión abordada con controversia. Las organizaciones civiles apelaron al CSA para que no permitiera ser manipulado por grupos de interés de los agrocarburantes. Mientas la mayoría de gobiernos coinciden en que dichos carburantes incrementan la inseguridad alimentaria, no tuvieron el valor de pasar a la acción por culpa de los intereses económicos que están en juego. Sigue habiendo un amplio margen de maniobra para usurpadores de tierras interesados en continuar con sus iniciativas de carácter destructivo. La Vía Campesina y sus aliados siguen luchando sobre el terreno contra el acaparamiento de tierras e instan a los gobiernos a retomar el tema a nivel global para frenar la expansión de los agrocarburantes.
El 16 de octubre muchos grupos de personas se han manifestado por todo el mundo. El dís anterior también se realizaron protestas en ocasión del Día Global de Acción contra Monsanto. Estas acciones mantienen viva la esperanza de un futuro libre de hambre. Hay personas alzándose en todo el mundo para denunciar las soluciones falsas del agronegocio y construir alternativas de soberanía alimentaria.
Lean y compartan el Llamamiento de Yakarta!
A diferencia del agronegocio, las campesinas y los campesinos no conciben la comida como una mercancía con la que especular y sacar provecho del hambre. No patentan la naturaleza con ánimo de su propio lucro privando así a la población de su sustento. En cambio, sí comparten su conocimiento sobre semillas para que todo el mundo tenga suficiente para comer. En el día de hoy, La Vía Campesina quiere apelar a la sociedad y a los gobiernos para que acepte el papel fundamental de las campesinas y los campesinos para la erradicación el hambre y para que les brinden el apoyo necesario para dar de comer al mundo.
El día 16 de octubre fue declarado el Día Mundial de la Alimentación en conmemoración de la fundación de la FAO, la organización de las Naciones Unidas cuyo mandato es terminar con el hambre y la malnutrición en el mundo. La causa destacada de este año es "Sistemas alimentarios sostenibles para la seguridad alimentaria y la nutrición". Con ello, se reconoce que con sistemas alimentarios insostenibles no nos acercaremos a un futuro sin hambre. Sin embargo, los gobiernos, bajo la presión del negocio agroalimentario, siguen promocionando una agricultura basada en la insostenibilidad y en soluciones equivocadas que no llevarán a erradicar el hambre. Desde La Vía Campesina existe la convicción de que los OGM, los agrocarburantes y el acaparamiento de tierras por parte de las corporaciones privadas con el apoyo de gobiernos de todo el mundo hacen aumentar el hambre.
El Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA), organismo principal de las Naciones Unidas en cuanto a la coordinación de políticas para la erradicación del hambre, pasó de la insignificancia a ocupar un papel importante después de los estragos que causó la crisis del 2008 en los precios globales de los alimentos. El objetivo es que estos no se repitan. El día 11 de octubre, finalizó la 40ª sesión del CSA en Roma. En sus decisiones, los gobiernos reconocen el papel fundamental de las campesinas y los campesinos para solucionar el problema del hambre. Andrea Ferrante, miembro de La Vía Campesina dijo en Roma que "los gobiernos del CSA han reconocido la diversidad y la complejidad de la producción a pequeña escala, su necesidad de acceder al mercado así como a intercambios no monetarios. Hemos dejado claro que las y los pequeños agricultores no deben tener que adaptarse al mercado sino que son las normas y las políticas las que se deben adaptar a ellos."
Los agrocarburantes fueron una cuestión abordada con controversia. Las organizaciones civiles apelaron al CSA para que no permitiera ser manipulado por grupos de interés de los agrocarburantes. Mientas la mayoría de gobiernos coinciden en que dichos carburantes incrementan la inseguridad alimentaria, no tuvieron el valor de pasar a la acción por culpa de los intereses económicos que están en juego. Sigue habiendo un amplio margen de maniobra para usurpadores de tierras interesados en continuar con sus iniciativas de carácter destructivo. La Vía Campesina y sus aliados siguen luchando sobre el terreno contra el acaparamiento de tierras e instan a los gobiernos a retomar el tema a nivel global para frenar la expansión de los agrocarburantes.
El 16 de octubre muchos grupos de personas se han manifestado por todo el mundo. El dís anterior también se realizaron protestas en ocasión del Día Global de Acción contra Monsanto. Estas acciones mantienen viva la esperanza de un futuro libre de hambre. Hay personas alzándose en todo el mundo para denunciar las soluciones falsas del agronegocio y construir alternativas de soberanía alimentaria.
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