En estos venideros comicios serán elegidos en todas las provincias 127 miembros -la mitad- de la Cámara de Diputados que cuenta con 254 bancas, y 24 -un tercio- del Senado que tiene 72, en ocho distritos electorales del país.
De acuerdo con una proyección de Parlamentario.com, servicio informativo del Congreso de la Nación, a los 78 diputados del FpV que tienen dos años más de mandato, se les pueden sumar 39 que resultarán elegidos el día 27 si se repite la votación de las primarias del pasado 11 de agosto.
Eso le daría al bloque oficialista en la cámara baja un total de 117 miembros, dos más de los que tiene hoy. La clave está entonces en el número de aliados que apoyarán al bloque oficialista.
Nueve de ellos seguirán en el Congreso, recuerda Parlamentario.com, a los que se incorporará una décima en la ya asegurada diputada Susana Canela por la provincia de Salta, más los otros que se prevén que ganen el 27 de octubre.
La sumatoria total le daría al FpV una mayoría, si bien no holgada, cómoda de 134 bancas frente a un bloque rival de 120 legisladores, fraccionado aunque compacto en su línea opositora.
En cuanto al Senado, según las previsiones hoy, los 32 miembros del FpV actuales se reducirían a 31, y los nueve aliados con que cuenta pasarían a ser siete u ocho. Esto hace que el oficialismo en la cámara alta quedaría con 38 o 39 curules, en cambio, la bancada opositora resultaría con 33 o 34.
Esa ligera mayoría le alcanzaría al FpV, aunque bastante ajustada, para reunir el quórum requerido para abrir los debates sobre nuevos proyectos, estiman los analistas. No obstante, hay otras proyecciones más favorables para el oficialismo pues, según el análisis de algunas encuestadoras, el kirchnerismo podría contar en el Senado a partir de diciembre con un bloque de 33 senadores propios y ocho aliados, para una mayoría de 41 bancas.
En la sumatoria de los votos a escala nacional, el FpV puede conservar el 30 por ciento, para reafirmarse como la principal fuerza política del país, proyecta Roberto Racman, director del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP).
"Un gobierno que obtiene más del 30 por ciento de los votos en una elección legislativa, de medio término, después de 10 años de gestión, muestra una gran potencia", sostuvo Bacman.
En unos comicios legislativos -comenta el especialista- la gente vota con mucha libertad. "Puede elegir a alguien que le caiga bien, que sea peleador, pero a ese mismo dirigente no lo vota para gobernar. Ahí pesa la gestión, la capacidad de gobernar y el modelo de gestión", señala.
Con la ascendente popularidad de la presidenta Cristina Fernández que creció de 45 a 52,8 por ciento a raíz de su enfermedad, "si, además, el Frente para la Victoria logra mantener su supremacía en el Congreso, el saldo será bueno para el oficialismo", concluye el titular del CEOP.
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