El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, anunció este sábado la posibilidad de aplicar nuevos recortes sociales.
“Le hablaré a los franceses a fin de mes para decirle las decisiones importantes que hace falta tomar sin demora”, dijo Sarkozy, sin entrar en detalles sobre cuáles serán los cambios.
Sin embargo, el primer ministro François Fillon no descartó la posibilidad de nuevos recortes, si fueran necesarios, una vez que se tenga una “mejor visibilidad” sobre el crecimiento económico.
Tanto Fillon, como la titular de Presupuesto y vocera del gobierno, Valérie Pécresse, hicieron referencias directas a la necesidad de reducir los salarios para “aumentar la productividad de las empresas”.
Tales declaraciones pueden significar una renegociación de las condiciones laborales en detrimento de las ventajas y derechos de los obreros, según los postulados de las políticas neoliberales.
El Gran Capital europeo acusa a Francia de tener una “excesiva rigidez en su mercado laboral”.
Si bien en un primer momento el gobierno descartó la aplicación de un nuevo plan de recortes, tras los dos adoptados en 2011, las aseveraciones de Sarkozy y sus ministros hacen temer a la población una nueva avalancha de medidas.
En sus declaraciones de este domingo el presidente señaló que la crisis puede ser superada “mientras tengamos la voluntad colectiva y el coraje de reformar nuestro país”.
El próximo miércoles se realizará una cumbre social, originalmente convocada por el gobierno para analizar el problema del desempleo con todos los sectores sociales y productivos de Francia.
Se espera que en esa reunión Sarkozy comience a develar sus proyectos, los cuales tendrán una gran influencia en la campaña electoral cuando faltan 14 semanas para la primera vuelta de las elecciones presidenciales.
PL
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