El frenazo del crecimiento económico tendrá como primer efecto una menor generación de empleos, pues las nuevas plazas abiertas en el 2011, de 560 mil a 620 mil, están por debajo de la demanda, tras la incorporación de nuevos jóvenes al mercado laboral, abundó.
Durante la presentación del Informe sobre la inflación julio-septiembre 2011, Carstens pronosticó además que la oferta de puestos de trabajo formales en el 2012 será todavía menor.
A su juicio, el deterioro de la economía global, y en particular de la actividad industrial de Estados Unidos, son causas que impactarán en la expectativa de crecimiento para el presente año y el venidero, cuando se realizarán las elecciones presidenciales.
El Banco de México prevé que este año el producto interno bruto (PIB) oscilará entre 3.5 y 4 puntos porcentuales, previsión menor a lo calculado tres meses atrás, cuando ese indicador lo situaba entre 3.8 y 4.8 puntos porcentuales.
Para el 2012 los cálculos de la entidad bancaria también fueron ajustados, pues la economía mexicana podría crecer entre un tres y cuatro por ciento.
En el trimestre anterior esta última previsión el Banco de México la situaba entre 3.8 y 4.8 por ciento, según el nuevo ajuste presentado por Carstens.
Aunque a un menor ritmo, la economía mexicana seguirá creciendo, insistió el gobernador de la institución, quien reiteró que "no vemos una recesión".
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