Panamá, 15 oct (PL) Los costos de las necesidades básicas para una familia como los alimentos, la educación y la salud son cada vez más altos en Panamá, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado hoy por la Contraloría General.
La subida es dramática en comparación con los ingresos medios de la población, pues de acuerdo con el informe, el precio de los alimentos aumentó 6,0 por ciento en septiembre comparado con el año anterior, los servicios médicos 5,5 y los educativos, 6,8.
Mientras los salarios mínimos se mantienen estacionados en unos 400 dólares mensuales, la canasta alimentaria anda por los 325 y la tendencia es al alza.
Pedro Acosta, presidente de Unión Nacional de Consumidores y Usuarios, considera que el aumento no se compara con el alza en los ingresos, y solo podrán comer, educarse y transportarse los que tienen dinero, acotó.
El aumento en los precios, dijo, es consecuencia del juego de oferta y demanda en el mercado, y considera necesaria una mayor justicia social y verdaderas políticas de Estado para atender esos temas pues con este gobierno la educación y la salud no son políticas públicas, ni prioridad.
Señaló que el acelerado crecimiento económico del país ha venido acompañado de un desagradable efecto secundario: la inflación, en especial en el IPC que hasta el 2006 se mantuvo por debajo del 3,0 por ciento y actualmente es casi el doble. Lo más grave es que los expertos consideran que esa cifra no va a disminuir y tenemos que olvidarnos de una inflación baja, opinó por su parte Domingo Latorraca, socio consultor de Deloitte, en declaraciones a la prensa nacional.
Su colega, el economista Ernesto Bazán coincide con su opinión al ratificar que no se puede esperar que los precios al consumidor bajen pues ya se ha pasado a otro nivel en el que el aumento en los precios está en relación directa con el alza en la demanda, la desvalorización del dólar y el efecto de la inflación internacional.
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