Según el mandatario, "por primera vez he visto tanta unidad entre los países caribeños y latinoamericanos, tanta unidad en torno a un tema, el de Cuba y Las Malvinas".
"El único país que se opone a la presencia de Cuba (en las cumbres) es Estados Unidos, el gobierno de Estados Unidos. Y antes ese clamor no se escuchaba tanto...considero que es imposible que en este nuevo milenio todavía haya gobiernos que intenten este tipo de vetos", comentó el jefe de Estado.
Al mismo tiempo, insistió en que la Cumbre de Cartagena, Colombia, celebrada el fin de semana anterior, "demostró la unidad de los países latinoamericanos y del Caribe contra el capitalismo, contra la exclusión y discriminación".
"Esta vez noté como una desmoralización en la reunión, contrario a lo que ocurrió en otras ocasiones, en las cuales los presidentes hablaban distendidamente de varios temas. No había esa amistad, esa confianza entre los presidentes, con una bronca interna y algunos impotentes por el veto de uno contra todos", señaló.
Según el mandatario boliviano, se debieron tocar temas a profundidad y no fue así porque algunos solo pretendían "facilitar la campaña del presidente Obama para las próximas elecciones".
El Presidente aseguró que cifra muchas esperanzas en las próximas reuniones de las Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en Chile y Cuba, las cuales debe solucionar más problemas que la Cumbre de las Américas y sobre todo demostrar aún más la unidad de la región.
A una pregunta de Prensa Latina, Morales recordó que "la Cumbre atraviesa una etapa de desintegración, porque ya no estaba Cuba, por esa posición unilateral del gobierno de Estados Unidos".
El mandatario consideró justa la posición de Ecuador: "se sumó con mucha razón a la protesta por la exclusión de Cuba", y aseguró que la Cumbre va camino a la desintegración, en tanto "se fortalece la unidad entre los caribeños y los latinoamericanos".
"Esa es la ventaja y ver cómo termina la mentalidad de sometimiento al gobierno de Estados Unidos, lo veo como una gran esperanza para nuestros pueblos".
Para el mandatario, las políticas impuestas por Estados Unidos a Latinoamérica, fracasan una tras otra, en tanto se preguntó "dónde está el ALCA" (Area de Libre Comercio para las Américas).
Destacó también la situación de la región al sur del río Bravo, la cual marcha "mejor que Estados Unidos, con crecimiento económico, con menos deudas, porque ahora decidimos nuestro futuro".
"Este es el momento del entierro del neoliberalismo en Latinoamérica", insistió Morales, quien admitió haberse sorprendido por la posición de algunos presidentes, antes dóciles a Estados Unidos.
Morales se refirió también a otros temas domésticos, entre ellos la huelga de los médicos, las negociaciones con la Central Obrera Boliviana, el recién rescindido contrato con la empresa constructora brasileña OAS y el diferendo con Chile por una salida soberana al mar.
Sobre este último aspecto, destacó una conversación informal con el mandatario chileno Sebastián Piñera, a propuesta de este último, en Cartagena.
"El -Piñera- siempre vuelve a lo del tratado de 1904, pero le dije que los organismos internacionales saben que fue impuesto, que es injusto y que además se ha incumplido".
"Nosotros queremos una propuesta formal del gobierno chileno", resaltó Morales, quien recordó que en la toma de posesión de la presidenta argentina, Cristina Fernández, le comunicó a Piñera que el tema de la salida soberana al mar "estaba en sus manos".
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