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viernes, 4 de noviembre de 2011

EL IMPERIO Y SU OPROBIOSO BLOQUEO CONTRA CUBA

Carlos Maldonado
“La Gotera”
Una gran mayoría de gente no sabe que Cuba está bloqueada económica y comercialmente desde hace más de medio siglo por Estados Unidos. Lo que significa que su comercio está restringido hacia esa nación del norte con el agravante de extender esa prohibición hacia otros países que comercien con la isla insurrecta. Expresión de arrogancia e insolencia. Y, ¿por qué? Por el hecho de haberse librado los cubanos, después de más de un siglo de estar luchando por su independencia, de un gobierno genuflexo a los intereses de los yanquis quienes ya no teniendo a sus serviles al mando se les expiró su licencia para explotar y apropiarse de sus recursos naturales y energéticos ni del valor creado por su valeroso pueblo. Más por sed de venganza, al quedarse sin el control de ese territorio y población, el objetivo del Imperio, con el perverso bloqueo económico y comercial que ha costado a la isla la estratosférica cantidad de 975 mil millones de dólares en pérdidas materiales sin contar las vidas humanas, hasta hoy, era de rendir al valeroso pueblo cubano por hambre lo que, contrario a lo planificado, ha fracasado rotundamente. Sin embargo, la propaganda masiva que el Imperio ha levantado contra su revolución se centra en mostrarnos a los demás ciudadanos del mundo que las condiciones precarias en que vive el pueblo cubano es por haber adoptado un sistema “socialista” que los cubanos, en su gran mayoría apoyan, y no por el bloqueo asesino que mantiene contra la Isla. No obstante, a pesar de ese desgarbado cinismo, la verdad, como siempre, se va imponiendo.



La realidad nos ha ido demostrando que si Cuba no hubiera, acertadamente, optado por el socialismo, hace mucho hubiera nuevamente caído en las garras del Imperio. El socialismo, que no es solamente una cuestión económica, sino una nueva actitud, que parafraseando al Ché, tiene que ver más con humanidad y solidaridad, fraternidad y compasión con el prójimo ha permitido resistir por la unidad de su glorioso pueblo. Ha sacado lo mejor del género humano entre su gente, ha asentado el orgullo y la altivez ya conocidas en los cubanos más no la soberbia, manteniéndolo firme y decidido en su objetivo de construir una sociedad diferente, una sociedad que se preocupa por todos sus ciudadanos, especialmente por los más desvalidos como son los niños y sus abuelos, sus discapacitados y sus mujeres embarazadas. Pero no solo para ellos alcanza su generosidad y altruismo; sino, demostrando los más íntegros valores socialistas, los cubanos han surcado los cuatro puntos cardinales del mundo para hacer llegar salud, educación y deporte, ciencia y comercio justo y equitativo a muchos pueblos cuyos gobiernos fincados en el más puro capitalismo no les han podido ofrecer.



Ese ejemplo es el que molesta a los facinerosos que están al frente del gobierno yanqui y que les encaja una fuerte bofetada en su pleno rostro hipócrita al no poder hacer nada para evitar que el modelo humanista de una pequeña isla, parte del subdesarrollado tercer mundo y con carencias por el gravoso sitio que pesa sobre ella por parte de la nación más poderosa del mundo, sea muchísimo más feliz y gratificada en doble vía, entre dadores y receptores de su mano amiga y hable más de su riqueza espiritual en contraposición con la mezquindad de aquellos que con toda su parafernalia de lujos y desperdicios, lucecitas y lentejuelas, conviven míseramente en su individualismo enfermizo.



Cuba da más servicios al prójimo que muchos países capitalistas ricos pueden ofrecer. Procura la vida mientras el Imperio lo que sigue ofreciendo al mundo es la muerte a través de guerras, destrucción, hambre, comercio desigual por medio de sus tratados mal llamados de libre comercio y por supuesto, esclavitud física y psíquica a través de la explotación y las drogas cuya ilegalidad lo convierte en un jugoso negocio donde sus elites participan desfachatadamente.   



Con respecto a los líderes de la Revolución cubana, todo el mundo los respeta, aún sus más enconados enemigos. Unas efigies de las tallas del Comandante Fidel Castro Ruz, su hermano Raúl, Ernesto “Ché” Guevara y todos los combatientes de la Sierra Maestra aunados a su glorioso pueblo que hoy rascan el cielo, no solo por su entereza y valor, que también cuentan, sino por su verdad y su razón, su incorruptibilidad y dignidad, son admirados e imitados a nivel global, mientras los dirigentes de la nación más poderosa de este tiempo, son temidos, pero despreciados. Ídolos con pies de barro.  



Pisoteando todas las intrigas y las agresiones, todas las conspiraciones y pérfidos ataques, todas las mentiras y a todos esos mercenarios al servicio que el Imperio ha levantado contra su Revolución, el gigante pueblo cubano los ha vencido y humillado y desenmascarando a aquél ante la humanidad lo ha mostrado tal como es realmente: una bestia pérfida y deforme, en cuya cabeza anida una de las gavillas más asesinas y desquiciadas que el mundo ha conocido y cuyos crímenes aún no terminan de sorprender. El más reciente, el que cometieron contra el Coronel Muammar Al Gaddafi, cuyo magnicidio fue llevado a cabo por sus bandoleros del National Transition Council como realmente se anuncian sus protervos y traidores líderes en su lacaya descomposición imperialista. Ni siquiera se cuidan de escribir su apócrifo nombre en árabe. Así de serviles son.



Crimen que será recordado como la fecha en que el Imperialismo capitalista, encabezado por Estados Unidos de América, comenzó su largo descenso al infierno.



Fecha en que la hiena Hillary lanzó su última risa sardónica ante el asesinato de un líder a quien a pesar de sus errores y resbalones, se le debió respetar en su integridad física.



Pero bueno, fuera de magnicidios y mártires, cosa que el Imperialismo ha querido hacer desde hace mucho tiempo atrás con Fidel y los demás dirigentes revolucionarios, hoy Cuba, a pesar del cerco infeliz que sufre y que lo limita en muchas aspiraciones, es un pueblo feliz en la medida de sus posibilidades. Las restricciones que provoca ese brutal bloqueo le han formado un carácter tenaz, creativo y obstinado. Las penas y angustias, muchas de ellas, son aligeradas con la broma y la chanza oportuna, el tabaco y un buen trago de ron. Una buena rumba, un bolero o un danzón.



Pero la vida sería mejor si ese sitio fuera levantado, pero no lo será mientras Cuba siga siendo socialista o el Imperio lo deje de ser. Y yo, en lo particular, le veo reales y promisorias posibilidades al socialismo porque es el único sistema capaz de alimentar y nutrir física y espiritualmente a la humanidad y bajo el cual podrá ser posible la recuperación y el rescate en serio de nuestro bello planeta de la inmundicia en que lo ha sumido el capitalismo.



Mañana las razones de Cuba serán nuevamente mostradas al mundo. La gran mayoría de países votarán porque Estados Unidos levante el criminal bloqueo que mantiene férreamente contra el insurrecto archipiélago. Sin embargo, como ha venido siendo su postura, con o sin el Tío Tom al frente de su gobierno, su mafia seguirá desoyendo el clamor mundial y Cuba, resistiendo y siendo ejemplo de decencia y solidez, de amor y humanidad hacia todos los seres del planeta. Un faro para las naciones como nunca lo fue ni será la cabeza del Imperio a pesar de que en sus discursos tratan de convencernos, pero como la mejor manera de ser es hacer, cada vez que los pueblos piensan en Estados Unidos o América, como mal lo conocen en otras partes del globo, lo asocian a la guerra, la destrucción, las drogas, la mafia, el engaño, la obesidad, la hipocresía y la frivolidad.



Estados Unidos tuvo oportunidad de ser bendición para la humanidad pero desviaron sus ojos la ambición y la cobardía. Nació con taras, las taras que proporciona el capital que tarde o temprano, en su fase última, lo ha convertido en una bestia enfurecida e irracional que en su loca carrera por la máxima ganancia está destruyendo naturaleza y vidas humanas. Que requiere ahora más de la guerra pues por la razón jamás podrá imponer sus argumentos.



La votación de mañana será un indicador más que la indignación también se respira en el salón de las Naciones Unidas. Un indicador de que Cuba vencerá pues su razón y su verdad es más grande que mil ejércitos.  Más grande que las armas más mortíferas.



Por el ejemplo de Cuba es que el bloqueo no será levantado, pero la justicia está siendo alcanzada. Y, el Imperio de bloqueador se ha convertido en bloqueado. De acusador en acusado. De blandir la bandera de la civilización en bárbaro y primitivo.



Carlos Maldonado

“La Gotera”

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