Tales conclusiones fueron derivadas de un estudio de la entidad realizado durante jornadas de protesta nacional transcurridas en los tres últimos meses y reflejadas en un informe titulado "Programa de Seguimiento y Registro de Abusos Policiales".
En opinión de Lorena Fríes, directora del INDH, hay una pérdida de credibilidad significativa en la fuerza pública por la postura represiva asumida durante las manifestaciones. "Hay desconfianza porque ha habido represión indiscriminada, ha habido torturas y detenidos que no cumplen con los procedimientos legales, y eso ha mermado la confianza", afirmó la funcionaria chilena, quien hizo entrega del menciona documento al general director de Carabineros, Gustavo González.
El texto señala que el proceder represivo de la policía chilena no distingue entre los manifestantes que se pronuncian pacíficamente y los vándalos que actúan por su cuenta.
Apunta asimismo que en los vehículos policiales, donde son conducidos los detenidos, no existe control ni supervisión y se producen abusos y agresiones con propensión a la impunidad.
Tras darse a conocer a la opinión pública el informe del INDH, autoridades de la criticada institución policial aseguraron que analizarán en detalle los antecedentes entregados y los contrastarán con los procedimientos de orden público realizados durante este año.
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