Los manifestantes, pertenecientes a la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), desplegaron un lienzo en la fachada del edificio gubernamental con el mensaje: "La educación es un derecho y la recuperaremos peleando".
El portavoz de la ACES, Alfredo Vielma, señaló que la toma del edificio respondió al malestar estudiantil generado por el desdén de la clase política en Chile ante los reclamos de la ciudadanía de avanzar hacia un sistema de educación pública y gratuita.
También al hecho, agregó, de que la municipalidad capitalina se caracteriza por la criminalización de la protesta social.
En relación con el inminente debate en el Parlamento sobre el presupuesto educacional, Vielma opinó que el problema de la educación en Chile no se soluciona con más dinero, sino con cambios estructurales en el modelo sociopolítico.
El alcalde de la comuna capitalina, Pablo Zalaquett, explicó a ADN Radio Chile que dio a los estudiantes un plazo de 30 minutos para abandonar el edificio: "Quería que ellos recapacitaran, que vieran mi capacidad de diálogo; es una toma bastante inoportuna, tenemos que desalojar no más porque si no esto va a seguir creciendo", expresó el edil.
Sobre la toma de la municipalidad el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, Giorgio Jackson, llamó a las autoridades a reflexionar en su responsabilidad.
Hay que analizar qué está pasando con la sociedad chilena, el porqué hoy día existe un grado de desesperación; los estudiantes que pertenecen a la ACES viven muchos en zonas periféricas, en situaciones precarias y ya no soportan más.
"No sólo esta generación; hay muchas generaciones que no han podido salir del círculo de la pobreza; no hay justicia social en Chile", remarcó Jackson.
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