Entrevista con la diputada alemana Heike Haensel
Entre los invitados europeos en el XXIV Encuentro Anual del Foro de São Paulo en La Habana, Cuba, se encuentra la diputada alemana Heike Haensel. La parlamentaria de la ciudad sureña de Tuebingen preside el Grupo de Amistad Parlamentario Alemán para Centroamérica y El Caribe. El la entrevista con Prensa Latina, la también vicepresidenta del bancada del Partido de la Izquierda (Die Linke) habla sobre las relaciones parlamentarias con Cuba, el Foro de São Paulo y las relaciones con la izquierda latinoamericana.
-Señora Hänsel, Ud. está visitando como parlamentaria alemana a sus colegas de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba. ¿Qué la mueve a realizar este viaje?
-Para la Izquierda alemana es Cuba un punto de referencia muy importante y deseo informarme con mis colegas a nivel de grupo de trabajo sobre el nivel de desarrollo de la actualización del modelo económico. Para mi es fundamental intercambiar en contacto directo con mis colegas cubanos sobre las posibilidades y retos para Cuba a nivel internacional. Más aún si se tiene en cuenta el cambio político en EE.UU. Ya que de un lado existe un acuerdo político con la administración norteamericana y por el otro un presidente de EE.UU totalmente impredecible.
-Durante su permanencia en la Habana tendrá lugar el Foro São Paulo. ¿Qué significado tiene este encuentro como parte de la Izquierda alemana?
-La Izquierda latinoamericana siempre ha sido periódicamente un punto de referencia importante para las fuerzas progresistas en Europa. Esto ya se vio en el movimiento estudiantil de 1968 en Europa Occidental y prosiguió con los movimientos de solidaridad durante las dictaduras en América del Sur. Debemos tener en cuenta el impulso que recibimos desde la izquierda latinoamericana en los 90, mientras algunos izquierdistas europeos se imaginaban el fin de la historia. El Foro sigue siendo el encuentro más importante en el continente americano para medir y realizar el inventario actual del desarrollo de la Izquierda en el gobierno o la oposición.
-En el último tiempo ha ganado de nuevo terreno la derecha política. ¿Está decepcionada?
-Esto causa preocupación y significa que por parte de los gobiernos de centro-izquierda se subvaloró durante mucho tiempo el reacomodo de la derecha. Además la injerencia norteamericana y de la Unión Europea sin escrúpulos. Los gobiernos progresistas cometieron al mismo tiempo errores económicos que condujeron al distanciamiento de algunos sectores de la población y de los movimientos de base. Además la Izquierda en Europa ha sido muy débil para fortalecer y defender los esperanzadores desarrollos en América Latina. Esto debe ser una lección para nosotros. No obstante hay esperanza si dirijo mi mirada hacia Cuba y México. También en Colombia el resultado electoral de Gustavo Petro y la Colombia Humana fue un gran triunfo. De otro lado también han dejado sus huellas los gobiernos de izquierda en Brasil y Argentina donde la población sigue luchando y no está dispuesta a cederle el país a la oligarquía. Para nosotros en Europa urge por estar situados en el centro del poder imperialista y neocolonial superar también la oligarquía neoliberal, o desarrollamos enfoques radicales o nos hundiremos en la insignificancia.
-¿Ve Ud. paralelismos con el surgimiento de la nueva derecha en Europa?
-Si claro. Precisamente la disputa con la Alternativa para Alemania, partido populista de derecha, confirma lo dicho al principio de mi anterior respuesta. Es una pésima carta de presentación para nosotros cuando este partido de derecha radical es elegido por una parte de los obreros y de la población viviendo en condiciones precarias y peligrosamente se acerca en las encuestas a los porcentajes de la Socialdemocracia.
El fortalecimiento de la derecha en toda Europa es el fracaso de los partidos socialdemócratas y socialistas que han dejado un vacío político.
Los partidos anteriormente socialdemócratas podrán recuperar el apoyo, la credibilidad y su arraigo popular solo si se deslindan del neoliberalismo y están dispuestos a desarrollar una utopía socialista y una política para la clase trabajadora y los explotados.
-América Latina se encuentra en sentido negativo un paso más adelante en la disputa con la derecha. Gobiernos elegidos democráticamente como el de Dilma Rousseff en Brasil fueron derrocados y Daniel Ortega en Nicaragua deberá ser el próximo. ¿Cómo ve Ud. este desarrollo, desde Europa?
-Nosotros observamos sobretodo el papel de nuestros gobiernos, partidos y fundaciones políticas. Desde el parlamento podemos ejercer una función de control. Esto se refiere sobre todo al accionar de las fundaciones políticas alemanas como la Friedrich-Naumann, fundación cercana al partido liberal, que jugó un papel en el golpe contra el Presidente Mel Zelaya el 2009 en Honduras.
Este golpe recibió apoyo político en su momento por parte de Christian Lüth, director de la oficina de esta fundación en Tegucigalpa. A propósito, Lüth trabaja hoy en dia en posición directiva para la Alternativa para Alemania (AfD).
-Actualmente se agudiza la lucha por la liberación de Luiz Inácio Lula da Silva, el candidato con más probabilidades de triunfo en las elecciones presidenciales de octubre. ¿Qué se sabe al respecto en Alemania?
-Nuestra bancada ha seguido con mucha atención la detención y el proceso contra Lula y estamos en contacto con el movimiento de solidaridad con él en Alemania. En conversación con Mario Vilalva, Embajador del Brasil en Alemania, le expresé muy claramente mi crítica a este proceso político. Pienso que nuestra tarea consiste sobre todo en demostrar las contradicciones de la política exterior alemana. Ya que mientras el gobierno federal alemán nos responde “no ver ningún motivo para catalogar el procedimiento como políticamente motivado o en contra del estado de derecho”, queriendo tapar el sol con un dedo, expertos juristas constatan las irregularidades y violaciones al procedimiento jurídico en 450 páginas de actas procesuales.
-¿Con qué expectativas viaja a la Habana?
-Espero una diversidad de informaciones de primera mano sobre los países que me posibiliten evaluar la correlación de fuerzas. Una gran preocupación es el futuro del proceso de Paz en Colombia que sigo muy de cerca. Como izquierda europea estamos en el deber debido a que los intereses económicos de nuestra industria en los recursos naturales juegan un papel decisivo. Tengo curiosidad sobre la evaluación de la victoria electoral de López Obrador en México, donde se ha producido mucho sufrimiento en los últimos años con armas alemanas exportadas ilegalmente.
Me gustaría acordar cómo podemos romper la alianza estable y persistente entre la Unión Europea y EE.UU. en su lucha contra la izquierda en América Latina. Soy muy consciente de que tenemos una gran responsabilidad.
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