A punto de vencer, plazo fijado a Washington
Sólo 364 de unos 3 mil niños han sido regresados a sus padres
▲ Adalicia Montesino y Rolando Bueso, acompañados por su hijo Johan, en
San Pedro Sula, Honduras. La familia fue separada en Estados Unidos en
marzo pasado. Ahí, el pequeño compareció ante una corte migratoria.
A una semana de que termine el plazo fijado por un juez para reunir a
las familias migrantes separadas en la frontera, el gobierno del
presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sólo ha reunificado con sus
padres a 364 de los cerca de 3 mil niños arrebatados.
Así lo indica un documento judicial público registrado ante el juez
el jueves pasado, justo una semana antes de que termine el plazo, el
próximo día 26.
El proceso es caótico, pues ni siquiera está claro cuántos niños
fueron separados de sus padres en el contexto de lo que la
administración de Trump calificó de
tolerancia cero, política concebida para desalentar la llegada de migrantes indocumentados al país.
La cifra oficial inicial, mil 995, aumentó a cerca de 2 mil 300. Posteriormente la administración habló de
unos 3 mil, pero la semana pasada el gobierno cifró en 2 mil 551 los niños separados de sus familias en la frontera.
Un juez federal de San Diego ordenó el 26 de junio pasado que los
menores fueran devueltos a sus padres. La mayoría de las familias
separadas proceden de El Salvador, Guatemala y Honduras.
El gobierno fue incapaz de cumplir el plazo otorgado por el juez para
devolver a los 103 niños de hasta cinco años –el pasado 10 de julio–,
alegando que requiere más tiempo para confirmar la relación de
parentesco y asegurarse de que los padres no son criminales que pondrán
en riesgo a los menores. El gobierno aseguró que la reunificación se
completó dos días después.
A una semana de que se cumpla el plazo para devolver a los
niños de más de cinco años, el gobierno afirmó en el escrito judicial
que ha identificado a mil 606 padres, de los que 848 han recibido el
visto bueno para recibir a sus hijos.
La ola de indignación que generaron las separaciones llevó a Trump a
firmar el 20 de junio una orden ejecutiva para poner fin a éstas. Sin
embargo, el decreto no acabó con la persecución penal de los
indocumentados.
Lo que Trump pretendía era mantener juntas a las familias obteniendo
el permiso de los tribunales para que los niños pudieran estar en la
prisión con ellas.
Un juez federal rechazó posteriormente el encarcelamiento de menores con sus padres.
Fue un nuevo revés judical para Trump. El mismo juez que ordenó la
reunificación decretó el lunes anterior frenaar de manera temporal las
deportaciones de familias migrantes que sean reunidas.
Aceptó así la petición de la Unión Estadunidense por las Libertades
Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), la cual demandó al gobierno
por las separaciones.
El juez de San Diego frenó las deportaciones temporalmente, hasta que
el gobierno responda a los documentos presentados por la ACLU.
Foto Ap Dpa
Periódico La Jornada
Sábado 21 de julio de 2018, p. 19
Washington
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