Algunas de estas entrevistas fueron filmadas, cada persona fue fotografiada, así como también las placas tomadas en los hospitales que dan cuentan de las heridas de perdigones. Cada entrevistado llenó una ficha con sus datos personales y un breve testimonio de su participación en los hechos y cómo se vieron afectados.
Esta información se sigue ampliando con nuevos datos y entrevistas puesto que un equipo de trabajo continúa esta labor en Bocas del Toro.
Se concluirá con un informe y un video documental que apoyará las denuncias que se presentarán en distintos tribunales internacionales y organismos de derechos humanos de Panamá, acerca de los atropellos y abusos de que fue víctima el pueblo bocatoreño.
Hoy sólo adelantamos lo siguiente:
Un Pueblo Indignado
Encontramos una población profundamente indignada por lo que consideran una represión salvaje e indiscriminada, sumamente adolorida por los insultos recibidos de las autoridades, con un gran sentimiento de repudio a los gobernantes y con una firme determinación de continuar la lucha hasta la derogación de la Ley 30 o Ley Chorizo, como es conocida popularmente.
La inmensa mayoría de las víctimas entrevistadas viven en condiciones de extrema pobreza, muchos están desempleados y algunos de los que se encontraban laborando no lo han podido hacer desde el inicio de los sucesos, por lo que les ha sido imposible llevar el sustento a sus hogares. Algunos de los heridos, principalmente los ciegos, les preocupa su futuro y el de sus seres queridos.
Los niños no escaparon del abuso policial
Se entrevistaron a niños que muestran heridas de perdigones en distintas partes del cuerpo, principalmente en la cabeza lo que les produce dolores permanentes. En algunas fincas señalaron que los niños mayores de 10 años eran detenidos por considerarlos sospechosos de participar en las protestas. Existen pruebas en video de estas denuncias.
En un hogar en Finca 12, donde viven 11 niños, se nos informó de la muerte de uno de ellos por problemas respiratorios causados por los gases lacrimógenos lanzados masivamente en áreas residenciales. Otros padecen problemas de este tipo luego de los hechos, pero no han recibido asistencia médica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario