Somos un Colectivo que produce programas en español en CFRU 93.3 FM, radio de la Universidad de Guelph en Ontario, Canadá, comprometidos con la difusión de nuestras culturas, la situación social y política de nuestros pueblos y la defensa de los Derechos Humanos.

martes, 9 de marzo de 2010

Manifiesto a las Mujeres Panameñas

ALTO AL FEMICIDIO; NO MAS VIOLENCIA HOMBRE QUE SE RESPETE NI MALTRATA NI MATA
Espacio de Encuentro de Mujeres | Panamá

eem.panama@gmail.com

MANIFIESTO A LAS MUJERES PANAMEÑAS

Nuestra voz en acción

El Espacio de Encuentro de Mujeres es una red que surge de las inquietudes de mujeres integrantes de diferentes organizaciones y personas independientes, que aunamos esfuerzos en defensa de los derechos humanos de las mujeres, con ideales, valores y objetivos comunes.

Luchamos por la creación de una sociedad democrática, justa y equitativa, que haga posible una vida de calidad para todos y todas, capaz de lograr el desarrollo humano de los grupos que integran la sociedad, respetando sus diferencias y rechazando cualquier tipo de discriminación, ya sea social, étnica, racial, sexual, política, cultural o ideológica.

Estamos comprometidas en hacer del Espacio de Encuentro de Mujeres una red de trabajo con una visión feminista, ecológica y popular, para el empoderamiento de las mujeres, en todos los espacios de la vida, tanto pública como privada, con una vocación y práctica democrática, que actúa con independencia política y autonomía en sus decisiones.

La política en nuestra determinación

Durante los últimos veinte años, la sociedad panameña ha vivido un régimen político de democracia restringida, centrado en una partidocracia neoliberal y sustentado en una legislación electoral antidemocrática, que constituye para los sectores populares un torniquete a sus aspiraciones de construcción de una sociedad nueva. Se le ha negado a la ciudadanía sus necesidades de crecimiento y desarrollo, lo que les impide mejorar su situación, condición y posición de vida, mas allá de soluciones y paliativos transitorios, que no resuelven sus problemas.

El sistema político y dicha legislación hoy, como en estos veinte años, están al servicio de las grandes fuerzas políticas que se disputan el poder para satisfacción de los intereses del capital nacional y transnacional. Éstos se han apropiado de la riqueza del país, de sus tierras, ríos, costas, y han abierto un proceso de ruina y destrucción de las condiciones de vida en el campo y en las comarcas indígenas, sumiendo en mucha más angustia y pobreza la vida de las mujeres y sus familias.

En este marco, las mujeres, a pesar de la política de cuotas restringidas a favor de su acceso a cargos de elección popular y públicos, fueron marginadas por la voluntad política del Tribunal Electoral y de los gobernantes, impidiéndoles participar con éxito en esos cargos.

Las mujeres de organizaciones populares no tienen ninguna posibilidad de participar en los procesos electorales y acceder a cargos de elección. En general, no contamos en las legislaturas ni en el sistema político con ninguna representación que defienda nuestros intereses y favorezca la participación y los derechos humanos y ciudadanos de las mujeres.

La pobreza en el camino de la violencia

En este tiempo hemos sido testigos de la aplicación indiscriminada de las políticas de apertura comercial y privatización, que perpetúan el sistema de corrupción anterior, que había penetrado en toda la esfera gubernamental.

El capitalismo salvaje que experimentamos ha dejado a la mitad de la población en condiciones de vida precarias, sin capacidad para acceder a viviendas, alimentación y trabajo dignos que sustenten la vida cotidiana con calidad.

La pobreza a que nos obliga a vivir la política gubernamental ha incrementado la inseguridad en los hogares y en la calle: miles de jóvenes tienen como hecho seguro el ingreso intermitente y definitivo al sistema penitenciario, y hoy, como parte del “cambio” antidemocrático, vemos el salvajismo ensañarse en contra de nuestros niños de 12 años.

Además, lamentablemente, vemos cómo el país es involucrado en aventuras violentas con fuerzas militares de otros países o grupos que, lejos de resolver el problema, colocan en mayor riesgo la vida de las mujeres y hombres panameños.

Las condiciones estructurales que crean la pobreza no son abordadas, sino profundizadas, por lo que, si no detenemos esta tendencia, cuando inscribamos a nuestros hijos e hijas en la maternidad serán fichados por los servicios de seguridad. ¡Vaya política más inhumana de hacer frente al crimen y a la violencia!

Frenar la violencia y el femicidio es una demanda ciudadana que este Espacio realiza con la campaña No al femicidio, la impunidad y la violencia de género. Cada año se ha incrementado la cantidad de mujeres asesinadas, víctimas de femicidio y de la violencia indiscriminada que se vive en las ciudades y los campos.

La lucha por erradicar la violencia contra las mujeres y los femicidios constituye una línea de acción prioritaria. La impunidad y la falta de voluntad política son condiciones que cobijan el machismo y la misoginia.

El cambio a más de lo mismo pero peor

El incremento de los costos de la alimentación -y en especial de la canasta básica de alimentos- así como el encarecimiento general de los precios se unen a los bajos salarios y a la brecha salarial existente entre hombres y mujeres, lo que afecta gravemente a la condición de vida de éstas, que en su mayoría trabajan en el sector informal, sin beneficios laborales, protección ni seguridad social.

La crisis del capitalismo que vivimos deteriora mucho más nuestra vida, pero en este país no existen políticas dirigidas a solucionar los problemas de la población; por el contrario, las pocas políticas anticrisis están dirigidas a salvar a los bancos de la quiebra y no a mejorar las condiciones de vida de las mujeres y de la población en general.

Con el propósito de lograr transformaciones que nos den placer, felicidad y bienestar hoy y aquí:

♀ La sociedad democrática, justa y equitativa por la que luchamos no puede permitirse el lujo de discriminar a las mujeres. Por tanto, demandamos paridad en todos los espacios de gobierno, en todos los órganos de gobierno y en toda organización de la sociedad civil.

♀ Luchamos por la participación plena de las mujeres de los diversos grupos étnicos, indígenas y afrodescendientes; en la construcción de una sociedad sin marginación, opresión ni explotación del ser humano.

♀ Propugnamos un cambio cultural que elimine las creencias y prácticas de subordinación de las mujeres, que menoscaban sus derechos y oportunidades.

♀ Demandamos que las políticas sociales y de género, así como las instituciones encargadas de implementarlas, cuenten con los recursos económicos necesarios. Para ello es importante exigir el cese de flujos de dinero para el pago de la deuda externa y establecer presupuestos públicos formulados y auditados socialmente por las mujeres en sus comunidades, en los que se incluyan sus necesidades específicas.

♀ Necesitamos hacer de la educación un centro de formación para la vida. Es injusto que se condene a la juventud y a la ciudadanía a una educación que construye y profundiza la discriminación hacia la mujer.

♀ Luchamos por una educación no sexista, capaz de formar una nueva feminidad y masculinidad en apego a los derechos humanos de hombres y mujeres, que disuelva los tradicionales roles que asignan a las mujeres todas las actividades del cuidado familiar.

♀ Exigimos el respeto irrestricto a la diversidad sexual y la laicidad de las instituciones públicas, así como el desarrollo de políticas que promuevan la solidaridad y la paz.

♀ La vida de las mujeres y su salud no puede estar al antojo de autoridades y diputados/as irresponsables. Es hora ya de aprobar una ley de salud sexual y reproductiva que garantice los derechos sexuales de la población e impida poner en riesgo la vida de las mujeres. Esta ley debe permitir la esterilización voluntaria y debe eliminar para siempre el peligro de abortos inseguros y embarazos de adolescentes. En esencia, garantizar la vida de las mujeres implica, en gran medida, despenalizar el aborto.

♀ Frente a los femicidios, impunidad y violencia de género demandamos:

·Medidas de protección efectivas para evitar más muertes y violencia.

·Aplicar las medidas de protección del código procesal penal suspendidas.

·Tipificar el femicidio como delito en el Código Penal.

·Fiscalías especializadas en violencia de género; equipos multidisciplinarios a disposición de las mujeres víctimas de violencia desde el momento en que se acercan a presentar una denuncia, con el objetivo de contribuir a que superen el círculo de la violencia.

·Responsabilizar al gobierno panameño de todos los femicidios y muertes violentas por su negligencia e incapacidad para proteger la vida de las mujeres.

·Obligar a que las personas que maltratan a sus cónyuges usen el brazalete electrónico.

·Establecer líneas telefónicas exclusivas para el uso de víctimas de maltrato efectuado por sus parejas.

·Incrementar las penas para personas que agreden a sus cónyuges, ex cónyuges, parejas y ex parejas, y actuar con firmeza y oportunamente frente a cualquier tipo de amenaza de agresión.

·Obligar a que los hombres cuyos hijos/as demandan su paternidad se practiquen la prueba de ADN.

·Para impulsar estas demandas, realizamos la Campaña No al femicidio, la impunidad y la violencia de género con piqueteos, exigiendo JUSTICIA frente a la Procuraduría General de la Nación. Nos encontrarán en el Parque Porras todos los 25 de cada mes de 4:30 p.m. a 6:00 p.m., hasta el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres.

♀ Demandamos programas para la auditoría a los servicios de justicia que garanticen que no se revictimice a las mujeres, y que se acabe de una vez por todas con cualquier tipo de impunidad.

♀ Eliminar la trata y el tráfico de mujeres, brindando medidas de protección a las víctimas de la violencia derivada de esta actividad, incluyendo acciones legales, asistencia psicológica y médica, así como albergue, con el fin de evitar la doble victimización.

♀ Garantizar que a las trabajadoras sexuales se les otorguen servicios de salud adecuados y se respete su condición humana. Penalizar duramente la trata de personas y cualquier tipo de violencia que lleve a la prostitución.

♀ Garantizar la protección internacional de las víctimas, ya sean mujeres u hombres que buscan refugio frente a la violencia en sus países, así como los casos de violencia de género.

♀ Buscar el cambio en las relaciones familiares para bajar la carga de trabajo de las mujeres. Se impone la corresponsabilidad del cuidado entre el Estado, la familia y el mercado.

♀ Exigimos, de una vez por todas, cerrar las brechas salariales que discriminan a las mujeres, haciendo cumplir la Constitución Nacional en su precepto de “a igual trabajo igual salario”.

♀ La vida digna requiere salarios justos. Además, las trabajadoras necesitamos que existan centros de atención para niños, niñas y escolares, cuidado de ancianas/os, y la construcción de servicios públicos comunitarios que permitan la realización de tareas tradicionalmente realizadas por las mujeres.

♀ Exigimos el respeto a la sindicalización. En particular, promovemos la participación de las mujeres en las juntas directivas de los sindicatos y en las mesas de negociación de convenciones colectiva, a fin de que sus necesidades sean planteadas como parte de las reivindicaciones laborales y sus intereses como mujeres trabajadoras sean plenamente respetados.

♀ Es hora de hacer justicia a las trabajadoras domésticas remuneradas: no más servidumbre ni exclusión social para ellas. Reivindicamos la creación de una ley que les garantice salarios equiparables al resto de ocupaciones en el país.

♀ Exigimos el control de precios sobre los artículos de primera necesidad, aquellos que son parte de la canasta alimenticia de la población.

♀ Instamos a las publicitarias y a los medios de comunicación a eliminar el uso del cuerpo de las mujeres de manera sexista.

♀ La vida en nuestro país y en el planeta requiere de cambios importantes en materia de protección del ambiente. En ese sentido, esta red se plantea contribuir a frenar aquellos proyectos que están destruyendo nuestros recursos naturales y destruyendo el hábitat de la población indígena y campesina, con represas en los ríos, hidroeléctricas y explotaciones mineras.

♀ Este Espacio de Mujeres se opone radicalmente a cualquier política, reforma o legislación que genere mayor pobreza para la ciudadanía y contribuya a concentrar aún más la riqueza en beneficio del pequeño grupo social que la controla.

POR UNA SOCIEDAD DEMOCRÁTICA, POPULAR Y FEMINISTA

POR NUESTRO DERECHO A LA LIBERTAD

EL PRESENTE ES DE LUCHA PORQUE EL FUTURO ES NUESTRO

8 de marzo de 2010

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