TeleSUR/La Radio del Sur
El presidente de Uruguay, José Mujica, defendió nuevamente este
jueves su propuesta de despenalizar el consumo y venta de cannabis
(marihuana) en su país, cediendo el control del sector al Estado,
porque aunque se opone a ambas cosas, prefiere legalizarlas para evitar
que “crezcan en las sombras” y causen mayor daño a la población.“La marihuana es una plaga, pero el narcotráfico es mucho peor”, porque “tiende a multiplicar el grado de violencia en la sociedad” y “es una enfermedad que corroe por abajo”, denunció Mujica.
En ese sentido, destacó que nunca ha fumado marihuana “porque soy de otra época y no defiendo ninguna adicción”, pero aseguró que es urgente y necesario combatir el narcotráfico con acciones diferentes a las planteadas hasta ahora.
“Planteamos la hipótesis de regular el mercado de la marihuana como una tentativa para arrebatarlo (a los narcotraficantes) y brindar tratamiento a los consumidores problemáticos, porque si se mantienen clandestinos o escondidos no se puede hacer nada por ellos”, explicó.
En ese sentido, recordó que la humanidad desde hace 100 años reprime el consumo de drogas y “no plantea ninguna otra alternativa”, mientras ”los hechos demuestran que estamos fracasando”.
“Hay que tener la audacia de plantearse nuevas variables, porque el consumo en las sombras es mucho peor”, opinó.
Es por ello que el Ejecutivo presentó en 2012 un proyecto de ley para autorizar al Estado que asuma “el control y la regulación de actividades de importación, exportación, plantación, cultivo, cosecha, producción, adquisición, almacenamiento, comercialización y distribución de cannabis o sus derivados”.
Durante su presentación, el proyecto, que tiene estado parlamentario, recibió críticas y resistencia de la oposición y también de parte de los uruguayos, motivos que llevaron a Mujica a frenar temporalmente la iniciativa.
Reiteró que, según cifras de la Junta Nacional de Drogas, el 20 por ciento de los uruguayos, con edades comprendidas entre los 15 y los 65 años, ha consumido marihuana alguna vez en su vida, mientras un 8,3 por ciento la consumió en el último año.
Despenalización del aborto
El jefe de Estado mandatario comparó la situación del mercado ilegal de la marihuana con la práctica de abortos clandestinos. Recordó que, en el último caso, el Parlamento despenalizó la interrupción del embarazo hasta la semana 12 de gestación, siempre y cuando se sigan ciertos procedimientos regulados por el Estado.
“La legalización (del aborto) saca el problema de la sombra y nos permite tratar de incidir en la mujer, para que ceda, cambie de parecer y evite abortar”, argumentó Mujica.
Mujica sostuvo que la idea primaria es “tratar de ayudarla” y eventualmente “convencerla” de evitar el aborto, porque “muchas veces” hay un problema de falta de medios, soledad, falta de información o prejuicios familiares”.
En enero pasado, primer mes de la aplicación efectiva de la ley, se realizaron unas 200 interrupciones de embarazos en Uruguay. A pesar de que hasta 2012 estuvo penado por la ley, en el país se practican más de 30 mil abortos anuales, según cifras oficiales.
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