Escrito por Presos Políticos y Prisioneros de Guerra de las FARC-EP del ERON Picota de Bogotá D.C Jueves, 22 de Diciembre de 2011 21:12
Como prisioneros de guerra de las FARC-EP, en los calabozos del régimen, ratificamos nuestro
inquebrantable compromiso de luchar en defensa de los oprimidos y nuestra subordinación total a las directrices y planes trazados por la Novena Conferencia de nuestra organización como también al Secretariado y nuestro comandante en jefe TIMOLEON JIMENEZ. Por mucho que necesitemos y anhelemos la libertad, por encima esta nuestra dignidad, la moral revolucionaria y el honor de bolivarianos, ello nos basta para seguir con pulso firme y la frente en alto, porque ante el altar de nuestros mártires, hemos jurado lealtad al pueblo y a los principios revolucionarios, somos pueblo en armas y el pueblo es invencible, nacimos para vencer y no para ser vencidos. Sin esconder el profundo dolor que nos acompaña y seguros de que también es el sentir de todos los colombianos que anhelamos la paz verdadera con un mejor mañana para todos y todas. Reconocemos el duro golpe que hemos recibido, no solo las FARC-EP, sino todos los que creen que si es posible una salida no violenta al grave conflicto social y armado que ha sumergido al país en una profunda guerra que no pareciera tener fin.
Sin el ánimo de ser contestatarios, sino mas bien objetivos al respecto, podemos afirmar que el Estado con todo su aparataje cada día profundiza el conflicto en un abismo sin salida, a la vez que lo agudiza y lo hace más violento, sin la mínima
intención de combatir las verdaderas causas que son económicas, sociales y
políticas para darle un tratamiento represivo, sumado al desempleo, la
carestía en la canasta familiar y los servicios públicos, especialmente en
la salud y educación, pasando de forma descarada y sin ningún escrúpulo al
sector privado, además de los altos impuestos, falta de vivienda para los
pobres entre muchas otras necesidades, mientras si invierte astronómicas
cifras de dinero en la guerra para beneficiar y proteger al gran capital, a
multinacionales, a los generales como también a los grandes monopolios de
las comunicaciones, que hacen el trabajo de lavado sicológico y des
informativo para generar confusión, ocultando la verdadera lógica de la
guerra y su origen.
Por lo que cada día se incrementa los billones invertidos en el baño de sangre contra los colombianos y el país se subsume en el abandono y la miseria para ser entregado de la manera más cobarde a los imperios, especialmente al de los EEUU, imponiéndonos su potestad, frente a los destinos de nuestra patria violada en su SOBERANÍA FLAGRANTEMENTE.
De la manera más cínica y el descaro más grande del mundo, nos acusan de ser los únicos responsables de la violencia y la crisis económica, cuando es el verdadero responsable es el mismo Estado que con su clase oligárquica y reaccionaria política, ha heredado los legados entreguistas y antipatrióticos santanderistas, llenos de avaricia, mezquindad e indignidad.
Con regocijos festejos y ofreciendo entrevistas con posturas triunfalistas, el presidente, ministros y generales, pretenden hacerle creer a la opinión pública que la debacle que vive Colombia es culpa de las FARC-EP y que con la muerte del ideólogo, ahora si han muerto los terroristas de las FARC, por lo que un nuevo
destino vendrá para Colombia, pues a decir verdad el Estado lleva más de un
siglo matando, desterrando, desapareciendo y encarcelando a los pobres y a
quien se le oponga a sus bárbaras políticas guerreristas, por lo que pretenden borrar la historia real de violencia sistematizada contra el pueblo, obligándonos a tener que defendernos con las armas .
La masacre efectuada por la Fuerza Pública en la Zona Bananera del Magdalena en 1928 no fue un enfrentamiento contra guerrilleros, si no que asesinó a sangre
fría a trabajadores bananeros que exigían sus justas reivindicaciones a una
multinacional.
En 1948 cuando asesinaron a Jorge Eliecer Gaitán, que tampoco era guerrillero, los paramilitares de la época llamados “pájaros”, mataban a campesinos para robarles sus ganados y fincas, y tampoco eran guerrilleros porque aun no existían en Colombia.
Los estudiantes asesinados en Bogotá por el Ejército en la dictadura de Rojas Pinilla en 1954, no eran guerrilleros y así sucesivamente la represión día tras día
fue obligando a armarse a los campesinos en su propia defensa hasta darle
nacimiento a las propias guerrillas para enfrentar la represión del Estado
contra campesinos, indígenas, negritudes, estudiantes, entre los cuales fue
apresado el estudiante universitario GUILLERMO LEON SAENZ y no por disparar
un fusil, sino por pensar diferente y a favor de la clase menos favorecida,
asunto que no se borra de la historia con mentiras ni montajes, menos lo
solucionaran asesinando a quienes soñamos con un mañana sin violencia donde
se respeten los derechos y la autodeterminación del pueblo al igual que la
soberanía y una vida digna.
Han sido muchos los escenarios desde donde las FARC-EP, al igual que otros sectores políticos y sociales han planteado salidas más civilizadas, menos dolorosas para que sean debatidos , como fueron los 12 puntos planteados en la agenda común en los diálogos del Caguan con el presidente Andrés Pastrana, pero antes también se había intentado con los frustrados acuerdos con el presidente Belisario Betancourt en 1984, de cuyos diálogos surge como propuesta política, la
creación de un movimiento político, pluralista y participativo como fue la
Unión Patriótica (UP), pero que como respuesta de la oligarquía y los
sectores más reaccionarios, incluidas las fuerzas militares, fue el
exterminio de todo un movimiento con más de 3500 dirigentes asesinados,
mientras el Estado nada hacía para parar el baño de sangre que enlutaba a
miles de familias que creyeron en un cambio social, económico jurídico y
político que cambiaria los nefastos resultados del régimen imperante por
más de un siglo, donde su pan de cada día era el terror y la miseria.
Los colombianos no podemos olvidar estos dramáticos y dolorosos momentos de
nuestra historia reciente, tampoco podemos callar ni ser indiferente con un
pueblo que a gritos pide libertad y respeto por sus derechos violados, a
quienes han mancillado por siempre la muerte en combate de nuestro
comandante ALFONSO CANO, como la de los comandantes: MANUEL MARULANDA, RAUL REYES, JORGE BRICEÑO y tantos mas, no solo de las FARC-EP, sino de hermanas organizaciones. Será el acabose de la lucha del pueblo en armas, porque ellos no se inventaron esta guerra, por el contrario la sufrieron y
enfrentaron con entrega y valor junto a miles de rebeldes que seguiremos
respondiendo con dignidad la agresión oficial, por lo que están muy lejos
de exterminar un fenómeno social a punta de bombas y metralla o motosierras
asesinas. Indiscutiblemente nuestra lucha seguirá hoy alimentada por nuevos
motivos convertidos en combustible que prenderán la llama de la revolución.
Estamos seguros que nada ni nadie hará cambiar la ruta trazada por
nuestro jefes para la toma del poder junto al pueblo, y que día tras día
iremos construyendo la patria nueva, libre y soberana, con justicia social
y en desarrollo, porque los hilos de nuestra estrategia están muy bien
definidos y no han sido, son, ni serán sujetos de improvisación de uno u
otro comandante en jefe que le corresponda asumir la dirección del Ejercito
del Pueblo. Cualquiera que sea, estamos seguros que seguirá la ruta con la
convicción de clase que nos asiste y seguirá planteando la salida política
y dialogada al conflicto de cara al pueblo y sin renunciar a los principios
que rigen nuestra lucha revolucionaria, plasmados y reglamentados por las
conferencias de nuestra organización que hará los reajustes tácticos y
operacionales . Como prisioneros de guerra de las FARC-EP, en los
calabozos del régimen, ratificamos nuestro inquebrantable compromiso de
luchar en defensa de los oprimidos y nuestra subordinación total a las
directrices y planes trazados por la Novena Conferencia de nuestra
organización como también al Secretariado y nuestro comandante en jefe
TIMOLEON JIMENEZ. Por mucho que necesitemos y anhelemos la libertad,
por encima esta nuestra dignidad, la moral revolucionaria y el honor de
bolivarianos, ello nos basta para seguir con pulso firme y la frente en
alto, porque ante el altar de nuestros mártires, hemos jurado lealtad al
pueblo y a los principios revolucionarios, somos pueblo en armas y el
pueblo es invencible, nacimos para vencer y no para ser vencidos.
EL COMANDANTE ALFONSO CANO VIVE EN EL CORAZÓN DEL PUEBLO Y EL PROCESO POR LA NUEVA COLOMBIA CONTINUARÁ GLORIA ETERNA PARA NUESTROS MÁRTIRES CAÍDOS EN LAS LUCHAS DEL PUEBLO. PRESOS POLÍTICOS Y PRISIONEROS DE GUERRA EN EL ERON PICOTA DE BOGOTÁ D.C. DICIEMBRE DE 2011 Escrito por Núcleo Bolivariano Juan de la Cruz Varela Jueves, 22 de Diciembre de 2011 21:01
Compatriota y compañero Fue triste recibir la noticia de la muerte de su padre,
como revolucionarios y humanistas nos indigna que integrantes humildes del pueblo colombiano mueran en medio de esta guerra que nos impuso la oligarquía hace mas de 60 años, a su edad debe ser difícil entender lo que pasa, como puede entender un niño pobre que su padre murió defendiendo los intereses de los ricos de este país? ¿Cómo entender que los ricos a los que su padre murió
defendiendo lo olvidaron durante más de 10 años y después con la boca llena
de sangre ordenaron un rescate militar justo cuando este marchaba hacia la
libertad? ¿Cómo entender que un día ese padre se fue para la guerra que
padece Colombia y volvió en un cajón forrado con una bandera como
miles lo hacen?
Ciertamente es difícil explicarse estas situaciones a una edad tan corta
pero estamos seguros que usted con el tiempo y el aprendizaje de nuestra
historia podrá sacar conclusiones diferentes a las que tiene ahora. De
antemano expresamos para usted y su familia máximo respeto y nuestra
solidaridad por lo acontecido con su padre. La niñez del 99% de los niños
colombianos no es fácil, cuando nosotros teníamos su edad veíamos por los
noticieros al más grande narcotraficante de toda la historia legislando
desde el congreso de la mano de las clases dominantes, veíamos como el
estado a través del ejercito, la policía y los organismos de seguridad
acababan con la esperanza de paz que representaba la Unión Patriótica;
crecimos viendo como el estado formaba grupos paramilitares para masacrar
al pueblo colombiano, quitarle sus tierras y acabar con la esperanza de un
país con paz y justicia social; muchos familiares nuestros murieron,
fueron encarcelados o desaparecidos en las dos décadas anteriores de la violencia.
Ciertamente, nuestra niñez no es comparable con la suya pero algo debe quedar claro y es que ningún ser humano merece crecer en las condiciones en que le toco a usted o a nosotros por culpa de un reducido grupo de personas que
decidieron defender sus privilegios económicos a sangre y fuego poniendo a
otros como carne de cañón, los culpables de esta tragedia que usted y
nosotros vivimos son los dueños de este país, los dueños de las tierras,
los dueños de los medios de comunicación, los dueños de los grupos
paramilitares y no el pueblo que se decidió a resistir con dignidad.
Usted es colombiano como nosotros, estudiante como nosotros y quiere la paz
como nosotros. Nosotros crecimos y por muchos factores tomamos una
posición política y nos decidimos a estar al lado del pueblo colombiano
que resiste contra esta oligarquía vende patria, es quizás el profundo amor
al pueblo el sentimiento más grande que nos mueve a luchar contra la injusticia
y la desigualdad que caracterizan a la sociedad colombiana, somos
bolivarianos y humanistas de corazón, lo único que odiamos es la guerra y
luchamos es por la paz de Colombia que es la paz del continente.
A nosotros no nos reclutaron de manera forzada, ni nos pagaron, ni nos engañaron, no somos terroristas ni narcotraficantes y si hemos usado una capucha es porque no podemos manifestar libremente lo que pensamos por que nos
asesinan; sabemos que nuestras familias pueden ser asesinadas y nosotros
mismos también, hemos sido amenazados y en el fragor del combate callejero
muchas veces hemos expuesto nuestra vida pero aun así seguimos adelante por la
fuerza de nuestras convicciones y por nuestro inagotable amor por el pueblo
colombiano. decidimos escribirle porque lo vimos a través de los medios de desinformación en la marcha del odio pagada por los ricos, impulsada por las fuerzas militares y promovida masivamente por caracol y rcn, marcha que fue todo un fracaso a pesar de los miles de millones que invirtieron en ella con el
objetivo de seguir metiéndole combustible a la guerra, en esa marcha
usted como los otros colombianos se veían solos y confundidos pues el odio
y la guerra no es nuestra esencia pero en algunas ocasiones los medios de
comunicación logran engañarnos, nada comparable a las gigantescas marchas
estudiantiles que pusieron a temblar al gobierno de Santos que quería
quitarnos la educación a todos, incluyéndolo a usted, para a través
de la ignorancia seguir manteniendo este conflicto y de paso sus privilegios, no dudamos en que tanto usted como miles de los que salieron anhelan como nosotros la paz de Colombia y el fin de la guerra, pero entendemos que los que organizan esas marchas son verdaderos mercenarios del fascismo criollo y seres
despiadados que infructuosamente intentan sepultar la resistencia del pueblo colombiano.
Compatriota y compañero, ¿qué sentido tiene salir a una marcha que lo único
que busca es legitimar rescates a sangre y fuego como el ocurrido el pasado
noviembre en el que murió su padre? ¿Qué sentido tiene seguirle el juego al
gobierno y la oligarquía que creó el conflicto, recluto a su padre, se lo
llevo a la guerra, lo puso como carne de cañón, lo olvido en sus años en la
selva y después lo asesino con una orden militar de rescate a sangre y
fuego? Sinceramente creemos que usted es nuevamente victima esta vez
de la manipulación del gobierno y los medios de comunicación, es por eso que decidimos escribirle.
Usted es un ejemplo, es cierto, porque su historia es igual a la de cientos de miles de niños en Colombia que padecen las consecuencias de este conflicto armado y crecen sin sus padres por que fueron asesinados, fueron torturados y desaparecidos o fueron encarcelados o retenidos en medio del combate, nos indigna como colombianos que el gobierno pretenda utilizarlo esta vez mediáticamente para atizar la guerra y seguir perpetuando el conflicto que mantiene sus intereses intactos, como jóvenes debemos defender la paz y la justicia social, la verdad y el castigo a los responsables, como jóvenes debemos ser excluidos de la guerra y no debemos ser funcionalizados y menos con nuestro dolor, no lo invitamos a la guerra, ojala nunca le toque padecerla de nuevo pues es atroz, lo invitamos a que construya la paz de Colombia, lo invitamos a que luche por el intercambio humanitario y la salida política del conflicto, lo invitamos
también a que piense en las madre e hijos de guerrilleros y presos
políticos condenados a penas de más de 60 años, algunos en otros países, lo
invitamos a que haga historia y con su ejemplo de vida le diga al mundo que
la guerra en Colombia debe terminar. De nuestra parte reiteramos nuestras
más sinceras condolencias y sepa que seguiremos luchando por usted y todos
los colombianos con la mayor humildad pero con la más grande determinación,
juntos como clase social pero desde espacios y formas de lucha diferentes
lucharemos junto a usted por la paz de Colombia.
Cordialmente,
Compatriotas Núcleo Bolivariano Juan de la Cruz Varela, Diciembre 6 de 2011
23-12-2011
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