Empieza con un grupo de familias que buscan a un director que retrate la historia de los miles de desaparecidos en Guatemala.
Alrededor de 45 mil desaparecidos y 200 mil muertos, en un país de 8 millones de personas, son las víctimas de la dictadura militar que azotó Guatemala entre 1960 y 1996, y en el documental “Sin miedo” –que
se proyecta desde el pasado viernes en el circuito cultural de la
Ciudad de México-, se revive ese momento crucial de la historia
contemporánea guatemalteca como un acto de justicia para su sociedad.
Son los integrantes del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM),
un grupo de familiares de algunos de los miles de desaparecidos,
torturados y muertos durante este periodo, quienes buscaron dejar una memoria audiovisual para evitar el olvido de las víctimas, a través de este documental a cargo del director Claudio Zulian.
Zulian se encontró con las familias cuando visitaba Guatemala por una
bienal de arte que se llevaba a cabo en el país centroamericano. Años
antes, en 2012, la Corte Interamericana de Derechos Humanos había condenado por primera vez al Estado de Guatemala
por los crímenes cometidos contra su población. Entre las medidas de
reparación se encontraba la realización de un documental que retratará
lo que sucedió durante los años de la dictadura militar, algo que hasta
ahora no ha ocurrido.
Ante la falta de respuesta del Estado, ellos comenzaron a buscar
guionistas, productoras y un director que contara una de las represiones
más violentas de América Latina.
“Sin miedo” es un intento de mirar hacia adelante sin perder de vista
a los fantasmas del pasado. Claudio Zulian entiende como lo audiovisual
juega un papel importante en la cultura y en la posibilidad de
recordar. Aquí, los familiares dan su testimonio y exploran al lado de
Zulian, los lenguajes del cine, la televisión y el dibujo para dar luz a
su larga lucha por la justicia y la memoria.
“Sin miedo revive uno de los momentos más dolorosos de la historia
contemporánea: la represión, de una brutalidad inimaginable, de los
anhelos del pueblo guatemalteco por parte del ejército y el Estado”,
dice el cineasta.
La aproximación que hace de este momento en la historia de Guatemala y del recuerdo de los familiares es una recopilación estremecedora de miradas y confesiones.
“El dilema actual de nuestra memoria: construida por las
representaciones de los medios de comunicación más que por la
experiencia personal; discontinua y ligada a imágenes clave más que a
una narrativa lineal. ¿Cómo podemos construir entonces una memoria
histórica? ‘Sin miedo’ trata de responder explorando nuevas vías
cinematográficas”, concluye Zulian.
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