Marcela Belchior
Adital
Otra vez, el diario de mayor prestigio de los medios de comunicación
comerciales en Estados Unidos, The New
York Times (NYT), se manifiesta públicamente a favor del reinicio de las
relaciones políticas entre Cuba y Estados Unidos. El último domingo 2 de
noviembre, el editorial de la publicación sugirió una permuta del prisionero estadounidense
Alan Gross, que vive en una cárcel cubana desde 2009, por tres ciudadanos
cubanos que están presos hace más de 16 años en Estados Unidos. Solamente el
último mes de octubre, el diario publicó tres editoriales en defensa de la
normalización de las relaciones entre los dos países.
Para realizar la permuta, el gobierno del presidente Barack Obama tendría
que suspender el resto de la condena de los acusados cubanos en Estados Unidos.
"Esa acción sería justificable si se tiene en consideración el largo periodo
que han estado presos, las críticas válidas que han surgido respecto a la
integridad del proceso judicial que enfrentaron, y los posibles beneficios que
un canje podría representar para lograr un acercamiento bilateral”, sostiene el
diario.
Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero son parte de los
llamados "Cinco Héroes Cubanos”, que fueron detenidos en Miami (Estado de Florida)
en 1998 y condenados en 2001 por delitos relacionados con la Seguridad Nacional
de Estados Unidos, entre ellos delito de conspiración para espiar al gobierno
estadounidense. Desde su condena, una campaña internacional pide que sean
liberados. En Estados Unidos, existe el Comité Nacional para Liberar a los
Cinco Cubanos, representado en 20 ciudades del país y en otros 30 países. En
Cuba, ellos son considerados héroes nacionales y vistos como habiendo
sacrificado su libertad en defensa de su país.
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| Campaña internacional pide liberación de los presos cubanos. Foto: Reproducción. |
Dos de ellos, Fernando González Llort y René González ya regresaran a
Cuba después de cumplir completamente sus penas. Considerado el líder de los
agentes cubanos, Gerardo Hernández fue condenado a prisión perpetua. Él fue
acusado de conspirar con autoridades cubanas para derribar aviones operados por
grupos de exilados que acostumbraban distribuir folletos sobre la isla
incitando a la revuelta contra el gobierno cubano. El retorno de Hernández al
país socialista sería prioridad para el presidente cubano, Raúl Castro.
Por su parte, Alan Gross fue contratado por la Casa Blanca para trabajar
en un proyecto secreto en territorio cubano. El año 2009, él viajó a la capital
La Habana cinco veces, bajo la coordinación de la empresa privada Development Alternatives Incorporated(DAI), que tenía contrato con la Agencia de Desarrollo Internacional de Estados
Unidos (United States Agency for
International Development, Usaid). Fingiendo ser turista, transportó,
furtivamente, equipamientos de comunicación. Gross fue condenado por el gobierno
cubano a 15 años de prisión por atentar contra la integridad del Estado.
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| Alan Gross
está preso hace cinco años en Cuba. Foto: Reproducción. |
Durante los primeros meses de su detención, representantes de la isla
sugirieron estar dispuestos a liberar al estadounidense si Washington suspendía
los proyectos cuya finalidad sea destituir al actual gobierno cubano. Sin
embargo, las negociaciones no prosperaron. Para el NYT, la conquista de la
libertad de Gross sólo tendría un camino viable: la repatriación de los tres
agentes cubanos. "Aunque un creciente número de líderes en Washington y La
Habana parecen estar ansiosos por comenzar a normalizar la relación entre los
países, el caso de Gross se ha convertido en el principal obstáculo para lograr
un avance diplomático”, justifica.
"Más allá de los méritos
estratégicos de un canje, la administración tiene un deber de hacer más por
lograr la liberación de Gross. Su arresto se llevó a cabo como consecuencia de
una estrategia irresponsable. (...) Si Gross muere estando en custodia, la
posibilidad de establecer una relación más saludable con Cuba desaparecerá por
varios años”, agrega el diario. Además, el NYT argumenta que el reinicio de los
lazos diplomáticos entre los países le daría a Estados Unidos oportunidades de
expansión de comercio, turismo y mayor contacto entre ciudadanos cubanos y
estadounidenses.
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