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domingo, 9 de noviembre de 2014

Memoria e imagen: cómo representa a Frei Tito la actual producción cultural, política y social



Marcela Belchior
Adital

Frei Tito de Alencar fue un fraile dominicano que enfrentó, fue perseguido y torturado por el régimen militar que comandó el gobierno brasilero de 1964 a 1985. Después de años de enfrentamiento y de una muerte hasta hoy controvertida, Tito se convirtió en mártir y es actualmente una referencia en las luchas populares políticas, religiosas y sociales, en el país y en el exterior. Él da nombre y orientación ideológica a variadas iniciativas de los movimientos sociales, como entidades y colectivos, además de ser retratado en el amplio abanico del lenguaje de las artes, como el cine, el teatro y la literatura.
¿Cómo son construidas esas memorias de Frei Tito? ¿De qué manera representan al fraile? ¿En qué medida ellas se articulan con el contexto actual? Para analizar éstas y otras cuestiones se inició en 2014, cuando se cumplieron los 50 años del Golpe Militar en Brasil, el proyecto de investigación denominado "Martirio, profetismo y santidad en los documentos y memorias de la lucha social de Frei Tito de Alencar Lima”. Desarrollado por investigadores de la Universidad Federal del Estado de Río de Janeiro (Unirio) y financiado por el Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), la investigación busca comprender las intersecciones, aproximaciones y distanciamientos que atraviesan la producción material y de la memoria en torno de la imagen del fraile dominicano.
El coordinador del proyecto, el investigador João Marcus Figueiredo Assis, doctor en Ciencias Sociales y profesor de la Unirio, conversó con Adital y señala cómo cada una de esas representaciones, sean entidades políticas con el nombre del mártir, sean piezas teatrales que retratan un fragmento de su historia, que pueden actuar en la cultura material en torno de la memoria identitaria de la figura emblemática de Tito. La propia Adital es un ejemplo de esas iniciativas, cuando posiciona al fraile dominicano como símbolo de las luchas por los derechos humanos de los pueblos de América Latina y el Caribe.
En total, nueve investigadores se concentran sobre las varias inserciones de la imagen de Tito, especialmente en las ciudades de Fortaleza, Estado de Ceará (donde Tito nació), y en San Pablo (donde vivió con los dominicanos), pero hay referencias del fraile también en países como Francia y Holanda. Ellos intentan comprender las formas y funciones que esas memorias desempeñan en el discurso actual en los varios segmentos de la sociedad, en torno del concepto antropológico "materialidad de lo sagrado”. El resultado podrá indicar de qué manera la sociedad de hoy se relaciona con el legado dejado por el mártir y lo inscribe en el espacio público.
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Doctor João Marcus Figueiredo coordina la investigación en torno de la memoria identitaria de Frei Tito. Foto: Paulo Emanuel/adital.
ADITAL – ¿De qué trata el proyecto sobre Frei Tito de Alencar?
João Marcus Figueiredo - Es un proyecto de Pos Doctorado, que dialoga y surge de una de las entrevistas que hice con Ivo Lesbaupin [profesor de la Universidad Federal de Río de Janeiro - UFRJ, doctor en Sociología por la Université de Toulouse-Le-Mirail], que comenzó a relatar el trabajo de los dominicanos, y yo me interesé por el tema, al preguntar sobre la detención [de Frei Tito]. Allí surgió. Ya tenía contacto con la historia de Frei Tito, pero no me había orientado hacia eso.
La idea del proyecto del pos doctorado es en Antropología Social y el foco es la materialidad de lo sagrado. Comencé a depararme con una producción muy grande de memoria de Frei Tito en varios institutos, sectores, libros, el propio Frei Betto [fraile dominicano brasilero, teólogo de la liberación], otras producciones locales y el propio contacto con Adital. Volví a conversar con Ivo, específicamente sobre esto, para saber sobre la producción de un libro de Frei Betto, Bautismo de sangre [de la Editora Rocco, lanzado originalmente en 1983, y ganador del Premio Jabuti de 1985, que cuenta la historia de los frailes dominicanos que apoyaron la lucha armada en contra del régimen militar en Brasil. Fue adaptado para el cine en 2007].
Fui a aclararme algunas cosas sobre el período y entonces surgió esta idea de, en principio, mapear la materialidad de la memoria de Tito. Cómo las personas y los lugares recuerdan a Frei Tito. Cómo los movimientos sociales se insertan en esto, cómo los dominicanos y la familia articulan esto. Qué puntos son observados y difundidos por esas personas. A partir de esto, comenzó a tomar forma esta propuesta de investigación que junté con la idea de la Antropología de la "materialidad de lo sagrado”. Tomar el aspecto físico de Tito, desde su tumba hasta la producción literaria, y cómo eso construye sus varias imágenes.
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Tapa del libro "Bautismo de sangre - Los dominicanos y la muerte de Caros Marighella”, de Frei Betto. Foto: Reproducción.
ADITAL – ¿Cuándo se inició el proyecto?
JMF - Estamos en el primer año de investigación. Conseguimos un financiamiento del CNPQ [Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico]. Conseguimos articularnos, pues las referencias están distribuidas entre [las ciudades de] San Pablo y Fortaleza.
ADITAL – En éstas y en otras ciudades que albergan campos de la memoria relacionada con Frei Tito, ¿en que lugares eso puede verse? ¿Qué personajes hacen esa construcción de la memoria?
JMF - Fortaleza es un lugar nuevo. En San Pablo, tengo mucho contacto con Frei Betto, que es el principal articulador de la memoria de Frei Tito. Mandó libros e indicaciones. En San Pablo, básicamente, el contacto es con los dominicanos, como el convento dominicano donde Frei Tito vivió.
Está también el Colectivo Frei Tito Vive, articulación de una juventud dominicana que está encabezando ese trabajo de mantener una nueva generación, porque los frailes están con una cierta edad y las ideas pueden debilitarse. Y la juventud está promoviendo seminarios interesantes. Todos los años, ellos hacen una celebración y una articulación en el seminario con varias personas, como la gente de Frei Borges [Frei Manoel Borges da Silveira, dominicano radicado en la ciudad de Uberaba, Estado de Minas Gerais], de Lúcia Alencar [sobrina de Tito, presidente del Instituto Frei Tito].
En San Pablo son los dominicanos los que lo proyectan hacia algunos movimientos. Como un parlamentario [del Partido Comunista de Brasil, PCdoB], que tiene un proyecto para modificar el nombre de la calle Fleury [Sergio Fleury, nombre del ex-delegado y jefe del Departamento de Orden Político y Social (DOPS), uno de los peores centros de tortura y muerte de la Dictadura Civil y Militar de Brasil] por el nombre de Frei Tito, pero se están tropezando con varias cuestiones burocráticas. Hay también piezas de teatro en cartel. Está la gente del movimiento social Sin-Techo, urbano, rural... Hubo alumnos de la Enseñanza Media que trabajaron con el libro Bautismo de sangre.
Escena del filme "Bautismo de sangre”, adaptado del libro, en que el actor Caio Blat (2º a la izq.) interpreta a Tito de Alencar. Foto: Reproducción.

ADITAL – En los últimos años, en Brasil, hay un esfuerzo por la rememorización de los acontecimientos ocultados durante la Dictadura Militar. En ese sentido, ¿cómo es el acceso a los documentos, declaraciones y otras memorias? ¿Qué camino hay que hacer para llegar hasta las memorias de la Dictadura Militar?
JMF – Nosotros hicimos investigación anterior sobre los agentes religiosos que enfrentaban y ayudaban a sortear la represión. En ese período, preguntamos al Padre Mario y a Ivo Lesbaupin si ellos tenían contacto con la documentación que hablaba sobre ellos. Los dos dijeron que no tenían interés en esto, pues la mayoría de lo que estaba escrito era mentira. Entonces, para tener acceso a algunas cosas, necesitábamos su autorización. Por eso no invertimos mucho en eso.
Para el trabajo de Tito, hice una búsqueda en internet por el proyecto "Memorias reveladas” [Centro de Referencia de las Luchas Políticas en Brasil, institucionalizado por la Casa Civil de la Presidencia de la República e implantado en el Archivo Nacional para reunir informaciones sobre los hechos de la historia política reciente de Brasil], un trabajo bastante interesante, que ellos van mapeando a partir del Archivo Nacional, donde hay documentación sobre el período dictatorial. Uno entra en el sitio web y consigue las referencias de los lugares. Fui investigando dónde había documentación sobre los dominicanos.
Al Archivo Nacional, todavía no fuimos, pero en San Pablo tenemos el archivo de la ciudad y un material sobre los dominicanos. Tenemos muchos microfilmes. No tuvimos problema con esa documentación. La dificultad es filtrar ese material. Si había alguna documentación que no estaba allá, creo que es porque la Comisión Nacional de la Verdad [CNV] estaba trabajando en ese período y pidió el material.
Tuvimos acceso a mucha documentación vinculada con el movimiento estudiantil de San Pablo y con alguna cosa dominicana. El trabajo que está haciendo la CNV ha ayudado a poner a disposición esto; no es un material secreto. Uno puede accesarlo a través del sitio web de la CNV o de las Comisiones Estaduales de la Verdad. En ese sentido, no busqué en la CNV sobre Tito porque creo que está más ubicado en San Pablo. Ellos hicieron una audiencia pública hace poco tiempo sobre esto.
En el Archivo Nacional, en Río de Janeiro, también hay cómo obtener referencias, pero no fuimos allá todavía. Y existe, en el caso de Tito –pero todavía no lo conseguimos– un archivo que fue montado mientras ellos estaban presos. Los propios frailes del convento comenzaron a juntar todo lo fue noticia de diario que hablaba sobre su detención y la relación de la Iglesia con la dictadura. No hemos tenido dificultades con el material.
ADITAL – ¿Ni dificultades políticas?
JMF – No. No fui a la Arquidiócesis de San Pablo, no tengo material, no conseguí contacto, porque llamé y no obtuve retorno. Ahora, lo que sabemos –porque tengo contacto con la Comisión de la Verdad de Río de Janeiro– es que hay dificultades con algunas cosas, principalmente con los archivos eclesiásticos; los archivos públicos son más tranquilos. Los archivos militares y eclesiásticos, esas instituciones, ellos están teniendo dificultades para accesarlos. Yo no intenté con el archivo de San Pablo, del diario Folha Metropolitana, porque no logré el contacto. Pero ellos relatan eso. Ellos tienen un grupo de trabajo sobre la Iglesia y la dictadura, y dicen que hay más facilidad de acceso con la documentación protestante que con la católica, por no ser de derecho común y no poder divulgarse.
Cartel de la pieza de teatro "Frei Tito: pasión, vida y muerte”, que se estrenó en 2014. Foto: Reproducción.

ADITAL – Las universidades también sufrieron una fuerte interferencia en el período dictatorial: en la gestión, en las investigaciones desarrolladas, en el cuerpo de profesores contratados, inclusive en el momento de redemocratización. ¿Cómo podemos discutir la apertura de la comunidad científica sobre el tema?
JMF – Ésta es una pregunta que causa enojo. Puedo decirte a partir de mi experiencia en miuniversidad, que es pequeña, con una historia más corta que las otras universidades más tradicionales de Río de Janeiro. Ese contacto con profesores y alumnos, principalmente en la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y en la Universidad Rural de Río de Janeiro (UFRRJ), hay articulación para hacer las comisiones internas de la verdad. No sé precisarte a qué resultados ellos llegaron, pero hubo bastante discusión e informaciones sobre persecuciones a profesores y alumnos.
Entre ellas, con la que tengo más contacto es la UFRJ, que actualmente tiene un trabajo muy grande en ese sentido. En las manifestaciones de 2013 [Jornadas de Junio, protestas populares ocurridas en todo el país, que inicialmente surgieron para protestar por el aumento en las tarifas de transporte público], por ejemplo, la universidad se manifestó, principalmente el Centro de Ciencias Sociales y Humanas, que fue muy combativo en el período de la dictadura.
Nuestra universidad, la Unirio, no montó ninguna comisión, no tuvo ningún movimiento en ese sentido. No sé si van a comenzar a estimular un poco esto, la cuestión de la accesibilidad de la información de ese período, principalmente sobre informaciones documentales de las universidades, pero todavía no hay nada en concreto.
ADITAL – ¿Eso interfiere también en los proyectos de investigación relacionados con el asunto?
JMF - No interfiere. Tenemos bastante libertad en la proposición de proyectos. Interfiere mucho más en la profundidad del diálogo interdepartamental; sobrepasar el departamento para hacer una movilización mayor. Este año sobre los 50 años del Golpe Militar de 1964, no hubo ningún evento. Nosotros sí, como lo hacemos todos los años, una mesa redonda llamada "Archivo, memoria y dictadura”, donde se discute una temática vinculada con esto. (...) Pero se podría hacer mucho más y no conseguimos articularnos.
ADITAL – En relación con el proyecto de materialización de lo sagrado vinculado a Frei Tito, ¿de qué manera esas memorias se articulan con el contexto sociopolítico actual del país?
JMF - Lo que estamos haciendo es, básicamente, un mapeo de esos espacios, de esa posibilidad de materialización. Estamos en el momento de mirar las cosas para ver cuál es el sentido que tienen en esta articulación. Lo que tenemos como punto principal de investigación es cuáles son las varias formas de materialización de esa memoria, porque no es sólo los documentos escritos –es una de esas formas, entre otras innumerables. Intentamos buscar esa cultura material (o materialidad de la memoria) y su función política, en un sentido más amplio; de inscripción de esa memoria en el espacio público.
Por ejemplo: cuando la familia [de Frei Tito] promueve un seminario o crea un instituto, como el Instituto Frei Tito, es en realidad, un intento de inscribir la memoria de Tito en el espacio público. Traer a la superficie las posibilidades de discusión con los movimientos sociales, políticos. Nuestro interés es observar eso: en un sentido político más amplio de proyección en el espacio público, cómo es que esa materialidad tiene una función. Cuáles son esas funciones y de qué forma se articulan.
Nuestra intención es ver cómo los grupos de personas, los movimientos sociales, principalmente, articulan la memoria de Tito. ¿Qué es lo que ellos recuerdan? ¿Qué es lo que ellos resaltan? ¿Qué aspectos de la vida o del proyecto político, religioso, son resaltados por esas personas? Pensar también la idea del heroísmo, de la santidad, del martirio, que es bastante resaltado, y cómo eso es materializado, dónde eso aparece.
Intentamos articular eso con la producción documental: el acervo construido por los dominicanos, declaraciones que estamos tomando, entrevistas, acervos personales, literatura, producción académica, producción fílmica, celebraciones y rezos religiosos, y producciones artísticas, como piezas de teatro.
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Relatos de la tortura y supuesto suicidio colaboraron para transformar a Tito en ícono político-religioso. Foto: Reproducción.
ADITAL – ¿Podemos catalogar la investigación como un camino para comprender la construcción simbólica de la imagen de Frei Tito?
JMF - Sí. Las varias construcciones de la imagen de Tito. El punto principal es su muerte, que tiene algunas cuestiones. El tipo de muerte, su vinculación con la prisión, la persecución y tortura del régimen militar [después de perseguido, torturado y exilado por la dictadura, Tito murió el 10 de agosto de 1974, a los 28 años de edad, en la ciudad francesa de Éveux, encontrado suspendido por una cuerda. Inclusive con la sospecha de que el fraile haya cometido suicidio, la causa de la muerte se transformó en un enigma]. Esto es muy fuerte y los grupos articulan esa temática. La memoria que parte de una donación, de un martirio. Los grupos van tomando aspectos para identificarse con esa memoria de Tito.
ADITAL - ¿Por qué esa construcción relacionada con Frei Tito se destaca de otros personajes en el contexto de persecución y resistencia a la dictadura?
JMF - La memoria de Tito está muy vinculada a la cuestión religiosa. Entonces, su muerte alcanza otra connotación cuando se piensa en la idea del martirio, de la donación por una causa. Se vincula eso con mártires católicos, con los mártires latinoamericanos –la propia agenda latinoamericana destaca el día de la muerte de Tito. Está no sólo la cuestión de la militancia política relacionada con la memoria del Frei, sino también el ideal religioso: del martirio, de la donación cristiana por una causa popular. Tal vez ésa sea la diferencia con Tito. Y ahí se articula con los movimientos de base, que son, muchas veces, articulados por los agentes religiosos. Dar un sentido a esa organización popular.
Conozca también el Memorial Virtual Frei Tito, de Adital.
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