A diferencia de las mujeres, que en la mayoría de los casos son engañadas para explotarlas sexualmente, los hombres son atraídos por promesas de trabajos bien remunerados en otros países.
Sin embargo, una vez allí deben laborar como esclavos en la construcción, la limpieza, en fábricas y en la agricultura, mientras que otros deben servir como enlaces en la introducción y venta de drogas.
"Hay un importante número de jóvenes que están siendo reclutados por estas bandas", dijo al diario La Tribuna el portavoz del MP en el norte de Honduras, Elvis Guzmán.
Las víctimas no se atreven a denunciar los casos porque las bandas los amenazan con asesinarlos a ellos y a toda su familia.
La fiscal especial de la Mujer, Grissel Amaya, llamó al Ministerio del Interior, a la Secretaría de Trabajo y a la Dirección de Migración a adoptar medidas para regular el surgimiento de empresas dedicadas a estos negocios ilícitos.
Denunció Amaya que estas compañías siempre dan direcciones diferentes, nunca están en un mismo sitio y la mayoría son dirigidas por extranjeros.
Según datos de la Organización Internacional de Trabajo, en el mundo unos 12,3 millones de adultos y menores son condenados a trabajos forzados y prostitución y de ellos 56 por ciento son mujeres y niñas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario