El mitin profesoral de la víspera se produjo durante la visita del presidente mexicano, Felipe Calderón, y en el mismo reclamaban la dimisión del director del Instituto Estatal de Educación Pública, Bernardo Vázquez; del secretario de Seguridad Pública, Marco Tulio López y de la titular de Política Interna, Irma Piñeiro.
Las exigencias se reiteraron en la manifestación de hoy, la cual transcurrió pacíficamente a pesar de su masividad, que algunas fuentes calculan en más de 70 mil personas, fundamentalmente educadores, a los que se unieron estudiantes, organizaciones sociales y comerciantes ambulantes.
Los manifestantes pretendían llegar ayer hasta el acto donde se encontraba Calderón para inaugurar una escuela privada, hecho que los maestros consideran una privatización encubierta de la educación y "un mensaje claro de provocación y agresión al movimiento magisterial", opinó Chepi.
Azael Santiago Chepi, líder del la Sección 22 del SNTE, dijo que "esto es parte de la irresponsabilidad, de la agresión porque todo esto no hubiera sucedido si se hubiese permitido una protesta pacífica apegada a los derechos constitucionales".
"Que no quepa duda que toda la intensión es destruir a este movimiento magisterial; sin embargo, que nos escuchen, no lo vamos a permitir. Este movimiento está vivo, está vigente y va a contrarrestar todas las políticas de estado que quieren imponerse", advirtió.
Al ofrecer la disculpa pública solicitada por el sindicato de los educadores, el gobernador oaxaqueño, Gabino Cué Monteagudo, consideró que "todavía el dinosaurio patalea", en referencia a los infiltrados entre los manifestantes, a quienes acusa de ser los causantes de la reyerta que dejó al menos 30 heridos
No hay comentarios:
Publicar un comentario