"Estoy segura de que (los franceses) lamentan el deterioro de las relaciones diplomáticas entre Francia y México. Porque se es francés en el extranjero, no se es forzosamente inocente", sostuvo la diputada oficialista Chantal Brunel.
Su compañero de bancada, ferviente defensor de la repatriación de Cassez, Christian Vanneste, reprochó al jefe de Estado su "arrogancia" frente a México.
"El hecho de amenazar a un gran país y poner en duda el Año de ese país en el nuestro, es una verdadera humillación", sostuvo Vanneste para quien esa actitud de "arrogancia nacional (...) ha puesto en peligro nuestras relaciones diplomáticas con México".
Florence Cassez, de 36 años, fue condenada en 2009 en México a 60 años de cárcel por complicidad en secuestros. Detenida desde 2005, la joven, que sigue clamando inocencia, denunció numerosas irregularidades durante el proceso judicial, empezando por una detención transmitida en directo por televisión.
Para el centrista Francois Bayrou, la "diplomacia brutal" y las "declaraciones ultrajantes" de Sarkozy hacia "un gran país como México (...) "son un riesgo y un peligro" para la francesa.
Sarkozy se involucró personalmente en su caso: recibió a sus padres en diez ocasiones en la sede de la Presidencia y habló con la detenida por teléfono en reiteradas ocasiones y pidió a México que fuera repatriada en virtud de la Convención de Estrasburgo.
Pero tras la decisión de un tribunal federal mexicano el 10 de febrero de rechazar el amparo interpuesto por Cassez, que habría supuesto su liberación, Francia reaccionó con una virulencia inesperada justo cuando estaba por comenzar el Año de México en Francia, un vasto programa cultural, turístico y económico que supone además una larga preparación y una fuerte inversión.
"La diplomacia no se gestiona delante de micrófonos y cámaras", sostuvo el diputado socialista Claude Bartolone para quien "nunca es bueno dar lecciones a un Estado democrático, sobre todo cuando el nacionalismo de México es bien conocido".
La canciller francesa, Michele Alliot Marie, calificó la decisión judicial mexicana de "inicua" y "deplorable". El mandatario galo anunció que mantenía el Año de México en Francia pero que "deseaba dedicarlo a Florence Cassez".
Acto seguido, México anunció que se retiraba de dicha celebración.
"Cada vez que el presidente procede de forma autoritaria, se termina en un desastre" lamentó el diputado comunista Roland Muzeau, que aunque consideró que "nadie sabe si (la francesa) es inocente o no, lo justo es defender un juicio equitativo para Florence Cassez".
El presidente de los diputados del Partido Socialista Jean Marc Ayrault fue más mesurado y dijo que "se puede defender un caso humano, y al mismo tiempo ejercer con responsabilidad los intereses de Francia".
Los principales diarios nacionales franceses no criticaron al jefe de Estado, ni siquiera Liberation (izquierda) que defiende a la francesa "rehén de una crisis diplomática".
Además de una foto de Florence Cassez tras las rejas en su portada, el diario Le Figaro (derecha) dedica dos páginas centrales a lo que califica de "asunto de Estado".
Le Monde entiende que es "comprensible" la actitud de Francia hacia México pero acusa a Sarkozy de comportarse "más como justiciero que como diplomático".
En cambio varios rotativos del interior fustigaron sin rodeos la gestión presidencial y diplomática afirmando que Sarkozy aplicó la "estrategia del buldozer" o actuó como "un elefante en una tienda de porcelanas".
México tampoco escapó a las críticas.
"El juego mexicano es peligroso (...) Calderón manipula el caso Cassez con fines electorales", dice Le Monde en su editorial, refiriéndose a las elecciones presidenciales mexicanas de 2012, sin mencionar que en Francia, también habrá elecciones unos meses antes.
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